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En contacto con ABC Color, habló del show que será el 1 de diciembre en el Banco Central del Paraguay; de su carrera y recordó a Vinícius de Moraes.
Ha pasado un año desde la última visita de Toquinho a Paraguay, donde ya había compartido con Berta. Ante la idea de volver a pisar escenario con ella, expresó que “es una experiencia placentera y gratificante unir en la guitarra lo clásico fuerte y pujante de Berta Rojas a lo popular brasileño”.
Unir los dos estilos resulta para él “interesante” pues “la música adquiere la ligereza de la simplicidad valorada por la sofisticación de lo clásico”. Además con Berta Rojas, dijo, “todo es más fácil” pues es una guitarrista que “hace de lo erudito una simplicidad sofisticada, traduciendo esa simplicidad en las actitudes y el talento”. Y la ocasión es aún más especial por la participación de la cantante María Creuza, quien “incorpora en la voz la armonía y el ritmo de la bossa nova”. “Será una unión digna de una verdad: erudito y popular hacen un gran espectáculo”, afirmó.
Con María Creuza, recordó Toquinho, comenzaron sus carreras “prácticamente juntos”, cuando trabajaban con Vinícius de Moraes “en el inolvidable show en la boate de La Fusa, en Buenos Aires, en 1970”. Para él, ella es dueña de “una voz impecable” y “afinación perfecta”. Es, también, “una compañera en las actitudes amigas que siempre cooperan con el desarrollo y con la permanencia de un trabajo que requiere persistencia y dignidad”.
EL MAESTRO VINÍCIUS
Vinícius de Moraes fue fundamental para el desarrollo de Toquinho, tanto musical como humano, según él mismo rememora. “Él me acortó caminos, me presentó a personas importantes, su aval fue siempre algo muy importante para mí”, expresó el músico.
“Conviví con él desde mis 22 años hasta los 33, una fase donde el ser humano cristaliza su personalidad. Entonces se involucró conmigo en una fase donde él ya estaba todo formado como personalidad, como hombre, y yo todavía en formación, estableciéndome. Fue importante para mí, humanamente, esa convivencia y ese intercambio de experiencias”, contó.
En el ámbito profesional, destaca haber aprendido “principalmente el mecanismo de las palabras con la música”. Toquinho reflexionó que “no siempre el poeta formal es buen letrista” pues “hacer letra es complicado”. Con Vinícius aprendió “cómo crear con las palabras, cómo buscar una rima, una frase más segura, el sonido de la melodía con la palabra correcta”. El aprendizaje incluyó también entender “el lado natural de la vida vinculado con la música”.
Subrayó así que “Vinícius está siempre presente con nosotros, más vivo que nunca, con sus músicas y sus poesías”.
LA MÚSICA ACTUAL
Consultado sobre la creación musical en Brasil en la actualidad, Toquinho señaló que se está viviendo “un largo periodo de transición indefinida”, pero que no obstante hay un “dinamismo de la música brasileña” que “refuerza la esperanza del resurgimiento de nuevos valores que se confirmen como definitivos en su esencia creativa”.
Acerca de la bossa nova, confirmó que este género “no tiene tiempo ni edad”. Sus “tentáculos estructurales”, añadió, “permanecen en casi todas las expresiones musicales que se renuevan con su influencia”.
En tanto sobre la era digital que estamos atravesando, opinó que debemos “adaptarnos a las nuevas tecnologías”. Confirmó que “la buena música resiste a cualquier forma de divulgación”.
PANORAMA POLÍTICO
Toquinho también se expresó sobre la realidad política en su país, considerando la reciente elección presidencial de Jair Bolsonaro. El músico manifestó que como brasileño sueña “con un Brasil con políticos decentes y viendo el bien de Brasil, no el propio”. “Casi una utopía, ¿no?”, añadió. Sin embargo, prefiere mantenerse optimista. “Bolsonaro fue el vencedor, y espero que haga un gobierno teniendo en cuenta el bien de Brasil y no de su propio partido”. Su deseo, finalmente, es que “después de esta elección olvidemos los rencores y podamos unirnos por un Brasil mejor”.
LA MÚSICA: SU MOTOR
Finalmente, haciendo un recuento de su exitosa carrera, nos dijo que además de la música “la vida” lo mueve y “lo cotidiano” lo inspira. En el tiempo “perdura la sensación de una constante renovación y de una continua modernización”, consideró.
“El tiempo no apaga lo que nos enciende el alma. Esa larga trayectoria solo puede ser alcanzada con mucha dedicación. Me considero un artesano, siempre apoyado en la guitarra que representa el inicio y el desarrollo de todo. Y la música será siempre una llama que encienda mi dedicación al instrumento”, declaró el músico, quien se consideró un “privilegiado” por trabajar con compañeros que siempre valoraron sus composiciones.
Relató que estudia todos los días “buscando nuevos acordes y armonías”, pues le “encanta” lo que hace. “El escenario es la extensión de mi casa. En él soy simple e íntimo de la platea”, señaló antes de citar una parte de la canción “Para viver um grande amor”: “No ando solo / Solo ando en buena compañía / con mi guitarra / mi canción y la poesía”.
Expresó asimismo como su carrera lo ha llevado a vivir la música en todos sus estilos. “Además de mi maestro mayor, Paulinho Nogueira, tuve clases de armonía con Edgard Gianullo, y adquirí algún conocimiento de guitarra clásica con Isaias Savio, además de seguir las actuaciones de Turíbio Santos. Sumando a eso, tuve clases de orquestación con el maestro Léo Peracchi. Y para complementar esa mezcla de tendencias siempre fui un apasionado por el estilo de Baden Powell”, detalló.
“En medio de esa trayectoria de aprendizaje surgieron las alianzas que valoran de sobremanera mis composiciones. El resto, la vida se encargó de mostrarme valores y caminos que supe aprovechar usando mi talento mayor: el de instrumentista. Por lo tanto, hay una conmemoración a cada acorde nuevo, a cada subida en los escenarios, a cada disco grabado, a cada aplauso del público que se renueva por muchas generaciones”, concluyó.
Las entradas para el concierto siguen en venta en Red UTS.