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La clausura tuvo lugar anoche en el polideportivo de la Asociación de Educadores Rurales Sanjuaninos (AERS) de esta ciudad, con el concierto de la Megaorquesta Sonidos de la Tierra, integrada por 1.632 niños y jóvenes.
Szarán exteriorizó, durante una entrevista, su satisfacción por la organización y gestión del Conservatorio Ha Che Valle de San Juan Bautista, Misiones. “Es toda una ingeniería muy compleja para alojar casi 60 orquestas y todos bien atendidos”, manifestó. Señaló que en medio de las prácticas con la música, los alumnos yendo por las calles a estudiar, visitó una de las aulas donde se alojaron los jóvenes. “Estaban con escobas al estilo japonés, limpiando para dejar impecable cada aula y encima con un mensaje inspirador en la pizarra para los niños quienes dejaron escrito: 'gracias de corazón queridos compañeros y no desaprovechen oportunidades que les da la vida'”, resaltó.
Agradeció el acompañamiento de la comunidad. Resaltó el cariño de los sanjuaninos, que abrieron sus puertas a los artistas juveniles, a los padres de familia y los maestros y directores de orquestas. Se ha demostrado cómo se puede hacer las cosas. No teníamos ni un solo capital y, sin embargo, se sumaron las empresas privadas e instituciones públicas”, remarcó. Trabajaron 250 voluntarios, jóvenes de la comunidad, guardia de seguridad, de la Policía nacional de la Salud, las madres que cocinaron para dar de comer a los integrantes. “Fue inolvidable la experiencia”, dijo.
"Con relación al ensamble de las orquestas juveniles se suman la pasión y la disciplina para que salga bien la música. La disciplina es convertir los hábitos saludables en rutina; aquí todos estudian, no hay tiempo para otra cosas, practican. Es una escuela de solidaridad y de amor. El nivel musical son muy buenos, muchas orquestas deslumbraron en cada festival de los pueblos”, dijo. Las escuelas de música son administradas por los padres de familia y esta experiencia fue prendiendo en distintas localidades del país.
El maestro Szarán dijo que Sonidos de la Tierra es un programa social y los padres están entusiasmados porque la música permite a los jóvenes a ser mejores personas, disciplinados, responsables y solidarios, hay más armonía en el hogar. La música les transforma a los niños y jóvenes.
"Es la orquesta escuela de vida, porque en una orquesta, es un trabajo en equipo, donde los integrantes tienen que ser responsables, tolerantes, solidarios y disciplinados. Así funciona la orquesta y la sociedad también debe funcionar así con espíritu democrático, solidarios, responsables para que haya armonía".
“Yo no dirigí la Megaorquesta para dar oportunidad a otros directores quienes son excelentes maestros de la música”, dijo Szarán. Organizó el Seminario Internacional de Orquestas Juveniles: Sonidos de la Tierra; la Fundación Tierranuestra dirigida por Luisa Abbate y el Conservatorio de Música Ha Che Valle de San Juan Bautista, Misiones. Los talleres de música estuvieron a cargo de los siguientes maestros: Pedro Vakh de Corea; León Burke III de Estados Unidos; Marco Antonio Figueroa y Sergio Contreras de Chile; Martín Portillo, Elio Fleitas, José Gómez Goiburú y Cirilo Burgos de Paraguay. La dirección de Desarrollo Comunitario estuvo a cargo de Carolina Fernández y la coordinación general del Seminario Internacional a cargo de Gladys Duarte directora de Ha Che Valle de esta capital departamental.