El grupo dio un poderoso show de heavy metal y su presentación de gran impacto visual que incluyó sus máscaras y otros efectos.
La banda fundada en Iowa en 1995 fue la mayor atracción de la quinta jornada del Rock in Río 2015 y cerró con llave de oro una noche de metales pesados que comenzó con el sonido alternativo del grupo latinoamericano De la Tierra y en la que también se presentaron Faith No More y Mastodon.
Los rockeros auténticos de camisetas negras y violentas sacudidas de cabeza que en la actual edición del festival sólo habían disfrutado de la jornada del pasado sábado, en que Metallica fue la atracción principal, no esperaron mucho para comenzar a saltar con los sonidos pesados de Slipknot.
Además de las ya típicas máscaras con las que se presentan, los músicos del conjunto, que se identifican por números, sacudieron a los 85.000 asistentes a la Ciudad del Rock con varios efectos especiales, como llamaradas, músicos corriendo vertiginosamente y un palco que hacía girar a la batería.
Con una presentación pesadísima y un cantante que se ganó rápidamente al público, no demoraron en abrirse varias ruedas de aficionados en catarsis saltando de forma enloquecida.
El que se esperaba que fuese un concierto para presentar 5: The Gray Chapter, el disco lanzado por el grupo el año pasado tras seis años sin novedades y del que aún está en gira promocional, fue convertida en una presentación en la que Slipknot repasó su carrera y rindió nuevamente homenaje al bajo Paul Gray, muerto en 2010.
Lógicamente la banda liderada por el cantante Corey Taylor abrió su presentación con una interpretación sin interrupción de XIX y Sarcastrophe, las dos principales músicas del último disco, y también incluyó en el repertorio Devil in I, AOV, Killpop y Custer, del mismo álbum.
Pero entre las 18 músicas interpretadas también estaban Spit in out y Wait and Bleed, éxitos del disco con que el grupo debutó en estudio en 1999 (Slipknot), y algunas de las más conocidas de sus otros cuatro álbumes, como Psychosocial (2008), Vermillion (2004) y Duality (2005).
El grupo concluyó su presentación con tres músicas en homenaje a Gray comenzando por Sic/nesses, compuesta justamente después de la muerte del bajo, y terminando con People = shit y Surfacing, de los primeros discos de la banda.
A Slipknot lo antecedió en el palco la banda californiana Faith No More, cuyo rap metal o funk metal no entusiasmó tanto a un público que acudió a la Ciudad del Rock en busca de algo más pesado. Pese a que la banda del cantante Mike Patton, vestida toda de blanco para un público uniformado de negro, cantó varios de sus éxitos, no tuvo la respuesta esperada con músicas como Epic, Midlife Crisis y su famosa versión de Easy (The Commodores).
Patton, que cayó aparatosamente al foso de los fotógrafos tras su tercera música cuando intentó lanzarse al público, aprovechó para promover varias de las músicas, como Superhero, del álbum lanzado este año (Sol Invictus), el primero tras una pausa de 18 años.
En la jornada también brilló Mastodon, uno de los principales representantes de la nueva onda estadounidense de heavy metal, que prácticamente aprovechó su presentación para promover el disco que lanzó el año pasado, Once More Round the Sun.
De las trece músicas que interpretó esta noche, seis son del nuevo álbum, incluyendo Tread Lightly, The Motherload, High Road, Chimes at Midnight y Halloween.
El encargado de abrir la jornada fue De la Tierra, la banda integrada por músicos de algunas de los principales grupos de rock de Latinoamérica, y que presentó una propuesta de metal alternativo, pesado y agresivo con letras en español e identidad propia.
“Somos la única banda latinoamericana en el Rock in Río”, se presentó el cantante y guitarrista argentino Andrés Giménez ante un público inicialmente reacio a una banda desconocida pero que terminó sacudiéndose con su música.
La banda nació en 2011 cuando el guitarrista brasileño Andreas Kisser, líder de la banda de rock pesado Sepultura, fue invitado a participar en el concierto que ofreció en el Rock in Río de ese año el conjunto mexicano Maná. La idea de Kisser y del mexicano Alex González, batería de Maná, fue respaldada por los argentinos Giménez, guitarrista del grupo argentino A.N.I.M.A.L., y Flavio Cianciarulo (Sr. Flavio) , bajo del también argentino Los Fabulosos Cadillacs.
La identificación fue mayor cuando Kisser, uno de los rockeros más populares de Brasil, asumió el papel de cantante en la versión de Policia, el clásico del grupo brasileño Titas.
La decimosexta edición del Rock in Río comenzó el viernes de la semana pasada, en una jornada encabezada por Queen, y se extiende hasta el domingo con cerca de 150 artistas y un público de poco más de medio millón de personas.