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El 18 de setiembre de 2012 miles de personas se reunían en el Jockey Club de Asunción para presenciar el primer concierto en Paraguay de la icónica banda alemana de rock Scorpions, en lo que en su momento se anunciaba como la gira final de una banda que se acercaba al medio siglo de actividad. Sin embargo, una severa tormenta imposibilitó la realización del espectáculo, y tanto artistas como fans tuvieron que retirarse bajo la intensa lluvia y la decepción.
Sin embargo, aquella gira acabó no siendo la última, y ahora Scorpions, que cumple 50 años de carrera, se encuentra de vuelta en el país en lo que sus integrantes calificaron como el “cumplimiento de una promesa”.
“Fue imposible hacer el show (en 2012) y de verdad odiamos eso”, recordó Klaus Meine, vocalista de Scorpions, acompañado de sus compañeros Matthias Jabs, Rudolf Schenker, Pawel Maciwoda y el nuevo miembro de la banda, Mikkey Dee – ex Mötorhead – en reemplazo del baterista James Kottak, quien quedó fuera de la gira por problemas de salud. El grupo habló con la prensa en una conferencia en el Hotel Alondra, donde la banda está hospedada antes de su show del domingo en el Jockey Club, un show que, como desafiando al destino, se realiza en la misma fecha que el fallido espectáculo de 2012.
“Dijimos que cuando volvamos a Sudamérica queríamos regresar a Paraguay y hacer el show que no pudimos hacer en 2012”, añadió Meine.
El guitarrista Jabs añadió que Scorpions tocó bajo la lluvia en innumerables ocasiones a lo largo de su carrera, pero las condiciones de aquél día en el hipódromo asunceno eran demasiado peligrosas debido a la fuerza del viento y la intensidad del torrencial aguacero. “Las luces no funcionaban, el equipo se estropeó, todo se venia abajo”, recordó. “Pero nosotros venimos de Alemania, somos a prueba de agua”.
La banda reflexionó sobre su longeva carrera y la forma en que en sus conciertos se encuentran con “gente de todas las generaciones frente al escenario”, y destacaron que les gustaría que se los recuerde simplemente como “una gran banda de rock”, y que aspiran a “dejar algo positivo en este mundo loco, algo positivo para las futuras generaciones”.
“El domingo esperamos ver a muchos fans que se nos unan para rockear como un huracán pero sin el huracán”, concluyó el grupo.
“Tocamos los clásicos como 5.000 veces y quizá no lo haríamos tantas veces a la hora de ensayar, pero el público es el que decide”, dijo Rudolf Schenke en una entrevista exclusiva de la banda con ABC Color luego de la conferencia de prensa. “Amamos tocar para nuestros fans y ellos aman los grandes hits y nosotros amamos interpretarlos porque tocamos para nuestros fans, eso hace la diferencia”.
“Algunas bandas han escrito hits malos con los que tienen que vivir para siempre, y cada vez que los interpretan lo odian” añadió Pawel Maciwoda. “Scorpions es una banda cuyos clásicos son muy buenos”.
La banda reflexionó sobre la forma en que el mundo de la música, y particularmente la forma en que la música se crea en la actualidad, cambió en comparación a cómo se hacían las cosas cuando Scorpions daba sus primeros pasos.
“Lo digital es la diferencia más grande”, señaló Schenker. “Antes íbamos cinco tipos al estudio a tocar, a estar juntos; ahora las canciones se arman por partes y se diseñan”.
“La generación anterior, y hablo de nosotros, aprendíamos a tocar antes y luego grabábamos”, añadió Maciwoda. ”Ahora está un poco invertido, mucha gente ahora graba y no saben como tocar, lo aprenden después. Yo empecé a tocar el bajo porque lo amo, y luego vino la oportunidad fantástica de poder estar en un disco. Pero incluso si no hacía eso, tocaría el bajo. Ahora mucha gente, como Rudolf dice, crea música y luego la aprenden. No todos pero va en esa dirección. Algunos son buenos, otros no; al final, siempre que tengas amor por lo que haces no importa cómo lo haces.”
Igualmente destacaron que lo importante para ellos, aún después de tanto tiempo de carrera, es compartir su música con su público.
“No hay nada mejor que cuando todo el mundo canta tus canciones”, dijo Matthias Jabs. “Eso no tiene que ver con negocios, tiene que ver con la emoción. Salimos allí y damos nuestra energía en olas emocionales que los fans nos las devuelven de una forma enorme; lo puedes llamar amor, es emocional, hay gente llorando frente al escenario, te llega al fondo del corazón y al centro de tus emociones”.
“Es maravilloso que luego de todos estos años podamos venir a Paraguay, donde nunca tocamos, pero sabemos con certeza que los fans se saben la mayoría de las canciones que vamos a tocar, van a acompañar cantando las palabras que conozcan, o incluso las líneas de guitarra, es increíble. En Latinoamerica cantan hasta los riffs. Se siente como un estadio de fútbol” concluyó.