Pero este hiperactivo joven no puede dejar de trabajar.
El cantante británico de 23 años aprovecha su descanso para escribir su próximo disco, después de vivir un intenso año lleno de presentaciones y giras promocionales de su disco In The Lonely Hour en todo el mundo.
Ha sido un éxito que sus cuerdas vocales claramente pagaron. Smith se sometió a una operación en mayo. “Aquí es donde me di cuenta de que hablo mucho, porque tuve que estar en silencio durante tres semanas”, bromeó el cantante de ojos azules y barba de tres días, en un encuentro con periodistas en Beverly Hills el domingo.
Un resfriado fuerte acaba de forzarlo a anular varias presentaciones. “Me levanté ayer (sábado) y no podía cantar más. Desde mi operación, he tenido miedo todo el tiempo de dañar mis cuerdas vocales”.
Smith, con aretes de plata en forma de crucifijo y un elegante traje azul oscuro, admitió paga el precio de su éxito con los hits I’m Not The Only One o la melancólica Stay With Me. “Es un problema que nos encanta tener. Cuando tienes éxito la gente te requiere en todos lados. Y no hay nada peor que tener que tomar un avión todo el tiempo”, comentó.
Esa fue la suerte de otra artista británica de éxito fulgurante, Adele, quien como él se convirtió en una estrella internacional después de su primer disco, igualmente inspirado en una ruptura amorosa. Ella también se sometió a una cirugía en las cuerdas vocales y, antes que Smith, escribió la banda sonora para una película de James Bond. Su tema Skyfall ganó un Óscar a la mejor canción.
Luego, Smith compuso e interpretó Writing's On The Wall para la siguiente película Bond, Spectre, que desde su debut a principios de este mes ha conquistado las salas de cines de Estados Unidos y Canadá.
Ahora Sam Smith quiere relajarse.
El artista, que habla abiertamente de su homosexualidad, dijo sobre el plató de la presentadora Ellen DeGeneres que quería tomarse un año sabático “para besar a algunos muchachos más y poder escribir canciones sobre ellos”.
“Puedo pasar un año fuera de escena, sin sacar nada. Pero yo trabajo todo el tiempo en mi cabeza”, aseguró. “Estoy seguro de que en febrero ya estaré enviando tuits a mis fans diciendo que estoy listo para lanzar algo nuevo”, ironizó.
“Trataré de no hacerlo, porque si no la gente se hartará de mí. También porque quiero pasar tiempo con mi familia”, continuó. Cuando en la entrevista del domingo se le preguntó si es capaz de componer siendo feliz, ahora que es uno de los artistas más aclamados del planeta, respondió: “No, es imposible”.
“Una parte de mí quiere ser el artista al cual la gente se vuelca cuando está triste y puede llorar tomándose una copa de vino. (...) Pero también tengo una melancolía dentro de mí desde muy joven. Pienso que es importante estar triste a veces para poder ser feliz después”.
Para su segundo disco, ya ha escrito cuatro canciones. “Son tristes, sobre diferentes cosas, principalmente sobre mi relación con mi familia”, contó. “Ese es el objetivo: escribir otras cosas además de las penas del corazón”.