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Con Gaviotas y Antorchas en manos, el cantante hizo vibrar en la penúltima jornada del Festival Internacional de Viña del Mar.
Sin dudas, una de las figuras más fuertes –y la única anglosajona– de la 55 edición del Festival Internacional de Viña del Mar. Con 150 millones de discos vendidos alrededor del mundo, el legendario cantante y músico británico Rod Stewart llegó por primera vez al escenario de la Quinta Vergara para abrir la quinta jornada del popular festival de la Ciudad Jardín.
Con el mayor brillo posible, el artista de 69 años pisó el escenario con un saco brillante y rodeado de bellas coristas e instrumentistas que encendieron aún más el espectáculo.
Las indicaciones para la prensa eran claras: solo una canción pudo ser registrada de manera completa en cámaras fotográficas y filmadoras, a excepción del tema previo a la entrega de los premios. Una cláusula exigida por el representante del artista, y que fue estrictamente controlado por la seguridad del evento.
Con clásicos de su repertorio como Some guys have all the luck, Young turks y Baby Jane, el vocalista inglés empezó con el pie derecho a hacer vibrar a un público decidido a seguir la fiesta.
El repertorio prosiguió con temas como The first cut is the deepest y Have I told you lately, ambas seguidas con entusiasmo por un público que practicaba la nostalgia.
Sweet Little Rock & Roller, aquella enérgica canción de Chuck Berry, mereció la euforia de un público, que acompañó con bailes y palmas.
Una traductora subió al escenario para transmitir el pensamiento del artista: la felicidad de compartir con el público de Viña del Mar.
Lo mejor del espectáculo aún estaba por venir. Las coristas del músico tomaron protagonismo para interpretar Proud Mary, el clásico de Creedence Clearwater Revival.
La Quinta Vergara celebraba el dominio del escenario del artista, quien se entregó en cada episodio que ofrecía. You're in my heart –con arreglos de guitarra y violín– y Hot Legs volvían a generar coros, para dar lugar a un momento de fútbol: Stewart tomó el poder de varias pelotas de cuero firmadas por él, para tirárselas a su público.
El broche final tuvo lugar con Da ya think i'm sexy? y Sailing, grandes éxitos de un artista que demostró la vitalidad que, aun con casi 70 años, parece no detenerse jamás.
Este viernes, el evento –conocido como el festival más importante de Latinoamérica– llegará a su fin con la presentación del dúo pop mexicano Jesse & Joy, el cantautor puertorriqueño Tommy Torres, el español Melendi y los reggaetoneros Alexis y Fido.