El legendario grupo británico, para muchos la banda con mejor directo del mundo, actuó como un telonero de excepción para el conjunto que lidera Axl Rose.
De los fundadores del mítico cuarteto sólo quedan Roger Daltrey, de 75 años, la voz del grupo, y Pete Townshend, de 72 años, que además de ser cantante y guitarrista ha sido el compositor de muchos de los grandes éxitos de The Who y el autor de la mayoría de las canciones de las óperas rock Tommy (1972) y Quadrophenia (1973), la obra que marcó un antes y un después en la historia del rock.
Los fallecidos Keith Moon (batería) y John Entwistl (bajo), fueron sustituidos por Zar Starkey -hijo del beatle Ringo Starr- y Pino Palladino.
Un auditorio abarrotado recibió con una ovación a los creadores de My Generation, uno de los mejores álbumes de rock de la historia, y Townshend se presentó con un contundente “fuck, fuck, fuck Rock in Río”.
Can explain abrió el fuego, seguida de Substitute, Who are you, The kids are alright y I can see for miles, que dio a paso a Generation.
Tras hora y media de concierto, los Who no lanzaron los instrumentos contra el suelo ni los reventaron a golpes como solían hacer en los 70 y 80, pero no hizo falta para volver loco a un auditorio de más de 100.000 personas que ya se había entregado a las leyendas del rock en el primer tema.
En la cabeza de muchos de sus admiradores, la sospecha de que hoy puede ser la última vez que disfruten de un concierto de la banda, no solo por la edad de sus fundadores sino que porque han adelantado que abandonan las giras.
“Me estoy preparando para tomar un año sabático de las cosas que normalmente hago”, anunció Townshend recientemente.
Brasil ha sido su primera escala en América Latina en más de 50 años de carrera. Se presentaron esta semana en Sao Paulo, hoy en el Rock in Río -el mayor festival de música de América Latina- y a primeros de octubre viajarán a Argentina.
Cuando todavía no se apagaban los aplausos para los británicos, apareció sobre el escenario del Palco Mundo William Bruce Rose, o mejor dicho Axl Rose, quien, con un aspecto muy diferente al que encandilaba a millones de fans en los años 80, demostró que es todavía uno de los mejores vocalistas del mundo.
A sus 55 años, el líder de los Guns confirmó que a la banda de hard rock que fundó en Hollywood en 1985 le queda cuerda todavía para rato y que la gira que empezaron en 2016 no tiene necesariamente que ser la última.
El grupo estrenó con Its so easy un repertorio de 27 temas que incluyeron algunos de sus reconocidos éxitos, como Welcome to the jungle, Estranged, Rocket Queen o Black Hole Sun, y versiones de clásicos como Wish you were here o Heaven's door, para cerrar con Paradise City.
Bien entrada la madrugada, los Guns N Roses se despidieron de un público en el que abundaban viejos rockeros junto a veinteañeros que bien podían ser sus nietos, cuarentones vestidos de riguroso negro y algún que otro atrevido que se calzó una peluca rubia y un pañuelo rojo para emular al Axl Rose de antaño.