El buen tiempo acompaña el primero de los cinco días de fiesta previstos en esta edición, que se prevé atraerá a un total de 350.000 personas en un recinto con capacidad para unas 90.000 personas.
Las autoridades de Lisboa han reforzado las medidas de seguridad en el recinto y han cortado al tráfico en algunas de las vías de acceso para facilitar la llegada de los participantes a este espectáculo musical, uno de los más importantes a nivel mundial.
También han reforzado los servicios de transporte público e incentivado el uso de bicicleta con la instalación de un parque de estacionamiento específico.
Como cabeza de cartel, Robbie Williams, es el favorito de los que ya están situados en la llamada “ciudad del rock”, concretamente en el Palco Mundo, donde está prevista la actuación del artista británico esta noche.
Después será el turno de Ivete Sangalo, la única brasileña que no se ha perdido ninguna de las ediciones del certamen celebradas en Portugal.
Aunque Rock in Río se fundó en Río de Janeiro en 1985, son ya más las ediciones celebradas en Portugal que en Brasil, donde está confirmado que volverá en 2015.
La vicepresidenta del certamen e hija del fundador, la brasileña Roberta Medina, dijo en una entrevista a EFE que el cartel de esta edición es “imbatible”, solo comparable al de la primera cuando los Queen actuaron ante 300.000 personas en Río de Janeiro.
La sexta edición de Rock in Río Lisboa, -ya que se celebra cada dos años desde 2004-, tiene conciertos programados también para los días 29, 30, 31 de mayo y 1 de junio.
El concierto más esperado, con las entradas agotadas desde hace tiempo, es el del día 29, el de la mítica banda de rock The Rolling Stones. Al día siguiente, y manteniendo la onda rock, el festival volverá a sonar con los estadounidenses Linkin Park, una de las bandas más solicitadas y seguidas en la web oficial del evento.
El 31, en cabeza de cartel estará la banda canadiense Arcade Fire, que actuará por primera vez en Rock in Río. Y como colofón, el día 1 de junio el festival presentará a otra gran estrella de esta edición en Portugal, el estadounidense Justin Timberlake, cuyo concierto fue considerado como el mejor de Rock in Río Brasil 2013, que congregó a cerca de 85.000 personas en la capital brasileña.
Además de los conciertos, la animación está garantizada en el recinto del festival, con actividades paralelas como espectáculos diarios de Street Dance y actuaciones de más de veinte DJ's de todo el mundo.