“Está 'padre' poder permitirte como artista experimentar y crecer, porque las personas crecemos, maduramos y tenemos inquietudes nuevas, aunque la esencia sea la misma”, afirma en una entrevista con Efe el guitarrista de la banda pop, Julio Ramírez.
Desde sus inicios en 2003, explica, la agrupación también conformada por Jesús Navarro y Gilberto “Bibi” Marín ya jugaba con diferentes géneros, aunque frecuentemente les aconsejaban no tomar demasiados riesgos para que permaneciera “la fórmula que funciona”.
Sin embargo, “ahora vemos globalmente una aceptación por experimentar”, señala el encargado de la guitarra acústica, quien menciona el folk y el reggae entre las múltiples influencias que tuvieron a la hora de elaborar Des/Amor, lanzado el año pasado.
Entre los géneros con los que se han atrevido para este trabajo está el urbano, una incursión que incluso les “sorprendió” a ellos mismos y que se materializó con la versión de Ya me enteré realizada junto con el regatonero Nicky Jam.
Este “primer paso” en el género urbano “fue coherente” porque inicialmente la canción era una balada escrita por la agrupación -en cuya letra el guitarrista ve rasgos de “lo regional mexicano” - y a partir de ahí se transformó, relata.
El guitarrista reconoce que es un “enfermo total” a la hora de ver los comentarios que los fans hacen en las redes sociales, y que ha encontrado reacciones de todo tipo frente a sus “experimentaciones”.
Esto -defiende- “no condiciona” a la hora de componer, pero sí se intenta que en los discos haya un balance e incluir, además de las partes más innovadoras, otros temas característicos de su estilo, en los que brillen las letras de amor, la guitarra eléctrica entrando “de manera muy limpia” y “las acústicas muy claras”.
El pulso de su público lo están tomando con los directos de su gira, que en agosto les llevará, por cuarta vez en este año, al Auditorio Nacional de la Ciudad de México, donde en las anteriores citas agotaron todos los boletos.
Asimismo, están recién llegados de sus conciertos en Uruguay, Chile y Argentina. En estos países, las citas fueron “muy emocionantes”, lo que es un “indicador” de que regresarán a Sudamérica con una nueva vuelta de la gira.
Ramírez destaca que en Latinoamérica el ambiente es “muy diferente” al que encuentran en Estados Unidos, donde cerraron 33 conciertos.
Mientras que en EE.UU. los asistentes están “más tranquilos” y prefieren “quedarse sentados”, en Sudamérica y México “son más de irse hasta el frente, hacer caos”: “Es otro tipo de público y también es riquísimo, depende del ánimo en el que estés como artista”, comenta.
Con miras a los mercados de habla no hispana, el guitarrista valora que el hecho de que “lo latino tenga tanta aceptación y llegue a un nivel global” es “una gran oportunidad”.
Y no solo por el éxito de la archiconocida Despacito, de Luis Fonsi; intérpretes como Shakira o Ricky Martin han trabajado durante años para que "el español cada vez entre más en el mundo" y se abran "nuevas oportunidades de negocio, no solamente para la música, sino para muchas otras áreas".
Reik viene del fronterizo estado de Baja California, concretamente de la ciudad de Mexicali, con lo que sus integrantes han vivido la mezcla entre inglés y español de forma natural desde que eran jóvenes.
De esa confluencia nació uno de los temas de su último disco, Spanglish, en el que alternan versos de los dos idiomas, algo que era impensable hace unos años.
”Cuando empezábamos, el 'spanglish' era muy criticado, estaba muy mal visto; ahora vemos una aceptación muy 'cool'", sentencia Ramírez.