Decenas de miles de personas se rindieron este viernes ante la banda de rock más legendaria e influyente de los últimos treinta años, los que repasaron sus numerosos éxitos en casi dos horas. El carismático vocalista de los oriundos de Seattle, Eddie Vedder, interactuó cada vez que tuvo la oportunidad con el público, a su juicio, “uno de los mejores del mundo”, según dijo en un español poco fluido.
Los líderes del grunge interpretaron clásicos como Do Evolution, Jeremy y Alive, la que fue coreada de principio a fin por fieles seguidores de todas las edades, que se convocaron a las 00:30 GMT (21:00 hora paraguaya) en el principal escenario del Parque O'Higgins, pulmón verde de la capital.
“Aquí en Chile he conocido gente muy buena onda”, señaló Vedder, quien leyó a viva voz unas breves palabras en español que traía anotadas en un papel, antes de beber vino nacional directo desde una botella.
La banda arribó al país suramericano a principios de esta semana para ofrecer su primer concierto íntimo en Chile, que agotó totalmente las entradas dispuestas a la venta.
El momento que congeló a los seguidores de Pearl Jam llegó cuando los representantes del grunge noventero interpretaron el clásico de Neil Young, Rockin' in the free world. El tema fue acompasado por varios minutos de inesperados fuegos de artificio, que entregaron un perfecto cierre a uno de los espectáculos más valorados de esta octava versión de Lollapalooza en Chile.
El grupo también rindió homenaje a los ingleses de Pink Floyd, al entonar Comfortably numb, el sexto sencillo de su destacado e icónico álbum The Wall, que el público coreó a la perfección. Vedder culminó la presentación usando una irónica máscara del actual presidente de Estados Unidos, el conservador Donald Trump, lo que desató la euforia y los aplausos de los presentes.
Horas antes, LCD Soundsystem ya había cargado el ambiente con sonidos que entremezclaron el rock y la electrónica, con los que lograron distender los ánimos de un Santiago que recién finalizó su semana laboral. Los neoyorquinos se acompañaron de una brillante bola disco, que giró durante todo el concierto e hizo recordar los años dorados del histórico club Studio 54, que fue la cuna de la música bailable de los setenta.
Los estadounidenses The National, en tanto, regresaron por segunda vez a Lollapalooza Chile y aportaron con su estilo alternativo y melancólico a este festival en el que se presentan varios grandes consagrados del rock, entre otros. Las altas temperaturas del verano austral no desmotivaron a los asistentes a esta fiesta musical, que se extenderá por primera vez en el país por tres días y busca atraer a más de 250.000 personas.
Otro artista que engalanó esta jornada fue David Byrne, el exvocalista del conjunto estadounidense Talking Heads, formado en 1974 y disuelto en 1991, con ocho álbumes de estudio. Byrne, de 65 años, capturó de inmediato la atención del público que empezaba a congregarse frente a cada uno de los siete escenarios dispuestos en el parque, con un show que mostró el histrionismo y excentricidad del cantante, así como también los dotes actorales del escocés nacionalizado en el país norteamericano.
Pese a los prolongados aplausos, el público de Byrne se mostró insatisfecho al no escuchar Psycho killer, uno de los himnos de la banda que estuvo también integrada por Chris Frantz y Tina Weymouth. En un impecable traje gris, Byrne interpretó junto a su numerosa banda canciones como Everybody is coming to my house, I dance alone o Burning down the house, compuesta por la agrupación original en 1983.
En paralelo, el dúo de productores suecos Galantis conquistaba con sus beats electrónicos al público adolescente de esta edición, que repletó y llenó de energía al caer la noche el Movistar Arena, una cúpula reservada para reconocidos djs, con aforo para 16.000 personas.
Entre los artistas nacionales, destacó la apertura de Los Jaivas de la mano de una de sus obras cumbre: Alturas de Macchu Picchu. De igual forma, el grupo chileno De Kiruza entregó un movido espectáculo que fusionó los sonidos latinoamericanos y afro, con el funk y el soul.
Para este fin de semana se espera la actuación de los estadounidenses Red Hot Chili Peppers, The Killers e Imagine Dragons, banda que alcanzó la cima y adoración gracias a su fórmula de rock alternativo y tonos pop. Lollapalooza 2018 también vibrará con la participación de Lana del Rey y Liam Gallagher, líder de una generación y máximo exponente del movimiento britpop con Oasis.