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Con 14 años de vida y cinco discos editados, Paiko sabe que para permanecer hay que renovarse. Es lo que entienden sus integrantes desde hace 14 años, cuando –bajo el sello de Kamikaze Records– editaban Al natural, su primer disco. Ya desde el tercer disco, concretaban su independencia, a través de un modelo de venta no explotado en aquel momento: la venta de discos a través de los diarios.
“Había dos problemas: primero, la piratería; y, segundo, que no había disquerías fuera de Asunción”, nos cuenta Enrique Zayas, voz de la banda. Fue así como planearon su propia estrategia: llegar en un solo día a todo el país y vencer intenciones de piratear el disco. “Los consumidores ya lo compraban en un solo día”, explica.
Para su nueva producción –que llevará el nombre de Agua para el mar–, el grupo decidió lanzar las canciones online… “a cuotas”. “Habíamos lanzado las tres primeras a fin del año pasado (Little Baby, Besos de liberación, Ángel); las tres segundas en abril (Dejando huellas, Rock reggae, Llévame); luego otras tres… y el CD físico sale con 12 canciones”, explica. Todos los tracks ya están disponibles en las plataformas digitales de Deezer, Spotify, Itunes, Amazon, y a través de todas las telefónicas de Paraguay.
¿Cómo cambia en la manera de componer y grabar el lanzamiento fragmentado de un disco? “Vamos grabando a medida que avanzamos, y eso lo que hace también es que sea mucho más divertido para nosotros”, comenta Zayas.
“Nos juntamos para componer tres canciones y las canciones son súper frescas, muy actuales. Podemos hablar de cosas actuales, hoy escribimos una canción y mañana ya la publicamos. Eso, para nosotros, es súper fantástico”.
Para la promoción audiovisual del corte, el grupo confió en la visión de Mauricio Román (también baterista de Villagrán Bolaños) y Bruno Ferreiro (guitarrista de Flou). “Elegimos esta dupla porque nos pareció interesante lo que están haciendo en lo audiovisual. Queríamos hacer algo súper minimalista, súper sencillo (...). Todo el video lo grabamos en la sala de ensayo de nuestro estudio de grabación, que convertimos en un set de videoclip”, agrega.
Con una estética pop, salpican a la canción muchos colores, luces… y muñecas. “Hicimos un paralelismo de la mujer”, explica Zayas.
El resto del año los encontrará llevando sus canciones en vivo en distintas ciudades: en locales de Luque, Fernando de la Mora, San Lorenzo, Villarrica, Coronel Oviedo, Ciudad de Este, Encarnación; y, por qué no, cruzar fronteras otra vez. De eso se trata, para Paiko, “dejar huellas”.