Esta vez es el turno de Miami, donde tocan leyendas como David Guetta y Martin Garrix.
“Trabajo duro y juego duro”, dice el abogado de 27 años. Es su primera vez en el Ultra de Miami, uno de los festivales de música dance electrónica (EDM) más importantes del mundo después del Tomorrowland de Bélgica.
“Es una locura”, cuenta Nick a la AFP, entre un vendedor ambulante que lleva un pene plástico en la cabeza y un grupo de jóvenes españoles disfrazados de Spider Man.
“Todo el mundo la pasa bien y te recibe como una familia. No se compara a un concierto de rock; es la mejor energía posible”.
Unas 165.000 personas de todas partes del mundo (Bélgica, Alemania, Argentina, Chile, Japón...) van con flores, cuernos u orejas de conejo en la cabeza. Las jóvenes llevan bikini con medias de malla y zapatos Converse. Otros van de superhéroes o incluso de bananas.
A excepción de los vecinos que lidiarán hasta el domingo con el estertor de los bajos del festival anual, todos los demás parecen extasiados: “La gente es amable, no hay odio, no hay diferencias, no hay razas, nada importa, todos venimos a pasarla bien”, cuenta James Tirado, un estudiante estadounidense de 21 años.
“Todos se aman”, concluye.
En la entrada, los revendedores ofrecían boletos por 600 dólares. Adentro, las coreografías de luces led y la creciente tensión en las mezclas hacía estallar al público en un salto uniforme, sudoroso y con mucha piel.
Las grandes estrellas de los escenarios el viernes fueron Alesso, Major Laser y Martin Garrix, quien ocupa el noveno lugar de los DJs mejor pagados del mundo -según la revista Forbes- con 16 millones de dólares en 2016.
Hasta el domingo, tocarán otros legendarios DJs como David Guetta, Afrojack, Tiesto y Steve Aoki.
De ellos, tal vez Tiesto sea el invitado más fiel del festival Ultra, que tuvo su primera edición en 1999 cuando el “trance” dominaba la escena de la EDM.
De 48 años, Tiesto comenzó su carrera en las “raves” underground de fines de los ’90 y presenció -o acompañó- el ascenso de la música electrónica de una subcultura juvenil asociada a drogas sintéticas como la MDMA a un fenómeno mainstream.
“Es increíble lo que han logrado”, dijo Tiesto a la AFP , refiriéndose al crecimiendo del festival. “Ahora tienen una producción mayor y lo hacen en todas partes del mundo, es impresionante”.
Los festivaleros que charlaron con AFP reconocen que el boom de la música electrónica es reciente. Unos no tenían noticia de que sus inicios databan de los años 90 -de hecho no habían nacido. Muchos relataron que éste era su primer festival de EDM. Y para Nick, el abogado, todo comenzó apenas el verano pasado.
Por eso en 2016 la revista especializada en música Pitchfork declaró la inminente explosión de la burbuja de la EDM.
En su profecía, la revista colocó el momento de quiebre en febrero de 2013, cuando el “Harlem Shake” de Baauer se volvió viral. Esto marcó “el proceso de transformación de la música electrónica dance de una subcultura a un meme de los medios masivos”.
Pero las cifras de la industria indican que la EDM aún es saludable.
En una cumbre de música celebrada en Ibiza, España, el año pasado, el analista Kevin Watson presentó un informe según el cual la EDM representa 7.100 millones de dólares anuales, lo que marca un crecimiento de 60% respecto a 2012.
Watson coloca entre las razones de este crecimiento a la popularización del streaming y al hecho de que la música dance se volvió norma en Estados Unidos y otros mercados establecidos, a la vez que los mercados de Asia y Sudamérica se han fortalecido.