El grupo liderado por Bono y The Edge siempre ha tenido debilidad por la pirotecnia y los anuncios sorpresivos, pero con este último álbum han ido varios pasos más allá, especialmente por su inesperada aparición sobre el escenario de la convención anual de Apple a comienzos de septiembre.
Ahí se supo que Apple distribuiría de manera gratuita el decimotercer disco de U2 a todos los usuarios de iTunes en una impactante operación publicitaria que, según The New York Times, le costó al gigante de la manzana más de 100 millones de dólares.
“Han presenciado el lanzamiento más grande en la historia de la música y va a sonar absolutamente fantástico en su iPhone 6”, dijo Tim Cook, CEO de Apple, al público de la convención.
Unos 500 millones de usuarios de iTunes en 119 países recibieron inmediatamente Songs of Innocence en su dispositivo, pero también se escucharon las críticas: muchos sintieron como una intromisión que Apple colocara en sus bibliotecas el álbum de U2 sin aviso previo.
Para U2, en cambio, significó cerrar cinco años de sequía creativa tras su última referencia, No Line On the Horizon, que tuvo una tibia acogida en 2009. Durante ese lustro, no escasearon las noticias y movimientos en falso en el entorno de U2. El lanzamiento del álbum fue retrasado en varias ocasiones y aunque publicaron dos nuevas canciones, Invisible y Ordinary love, ninguna forma parte ahora de Songs of Innocence.
La producción también fue motivo de especulación sobre el retraso. Danger Mouse se hizo al principio con los controles aunque al final también aparecen las firmas de Paul Epworth, Flood, Declan Gaffney y Ryan Tedder. Sin embargo, la misteriosa tardanza, según dijo Bono a la revista Q, no se debía a la falta de inspiración sino todo lo contrario.
El cantante irlandés aseguró en esa publicación que U2 había grabado varios álbumes en los últimos años que finalmente no fueron editados por no ser lo suficientemente buenos.
“¿Se acuerdan de nosotros?” fue el simbólico título de la carta que Bono dirigió a sus fans en la web oficial del grupo para presentar al “nuevo bebé” del grupo. “Espero que después de escucharlo unas cuantas veces entiendan porqué hemos tardado tanto. Es un álbum muy, muy personal”, escribió el cantante.
El single The Miracle (Of Joey Ramone) abre un disco del que la crítica ha subrayado que continúa con el rock de estadio de los irlandeses, ahora rematado con detalles electrónicos y experimentales que podrían remitir a la época de Achtung Baby (1991) o Zooropa (1993).
Para la portada del nuevo álbum, U2 escogió una imagen en blanco y negro del batería Larry Mullen Jr., arrodillado y abrazando a su hijo de 18 años, que según la banda recuerda a algunos de sus primeros discos como Boy (1980) o War (1983).
Las cifras de Apple aseguran que 26 millones de personas descargaron Songs of Innocence y que 81 millones escucharon, al menos, alguna de las nuevas canciones de U2. Ahora el álbum llega a las tiendas, en varios formatos con canciones extra y material acústico, y en 2015 los irlandeses regresarán a los escenarios tras su última gira, “360º Tour”, que con más de cien conciertos entre 2009 y 2011 está considerada la más rentable de la historia del rock.