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Kevin Johansen se presenta una vez más en Paraguay este sábado y lo hace con su grupo The Nada y el dibujante Ricardo Liniers. En una entrevista exclusiva con ABC Color horas antes de su concierto, explica que “Bi” -su último disco- es un cierre de una etapa en su carrera.
Hijo de madre argentina y padre estadounidense. Nacido en Alaska durante la década de los '60, años de cambios sociales que influyeron en su música que es una mezcla de sonido latinoamericano con mucho del norte. Ese es Kevin Johansen en síntesis.
El cantautor vuelve a tocar este sábado en Paraguay en compañía de su grupo, The Nada, y el caricaturista Ricardo Siri Liniers.
“Todavía estoy dormido”, fue lo primero que dijo cuando llegó al salón ubicado en el Crowne Plaza Hotel donde debía realizarse la conferencia de prensa. No era para menos, el viernes estuvo en Corrientes donde apenas tuvo tiempo de comer un poco antes de subirse a un colectivo y venir a tierras paraguayas.
Pero lejos del malhumor que se podría esperar de una persona con pocas horas de sueño, Kevin se mostró abierto a conversar con todos los que estaban ahí. Luego de la conferencia, lo estábamos esperando para robarle algunos minutos más antes de que pudiera salir a descansar y espera el concierto.
La de este sábado será su cuarta presentación en nuestro país, donde cuenta con un público fiel y otros que van sumándose.
“Creo que desde un primer momento hubo un público que si bien es de culto en principio, después se va amplificando. Nos suele pasar así. En varios países nos ha pasado, como que hubo una suerte de boca en boca, y de a poco llegaba la posibilidad de venir al país. Eso creo que pasó con Paraguay”, comenzó contando sobre su relación con el público paraguayo.
Johansen reconoce que cuando le tocó venir, se encontró con un público que lo esperaba “desde hacía varios discos”.
De las cuatro veces que estuvo en Paraguay, las últimas tres fueron en compañía del reconocido dibujante Ricardo Liniers. El caricaturista afirmó que esperaba que el músico lo “aguantara” solo dos o tres conciertos.
Pero esa sociedad lejos de separarse se vuelve cada vez más fuerte. “La verdad que surgen cosas que van haciendo que siga”, reconoció Johansen.
La primera vez que estuvieron juntos fue durante la grabación del DVD “Vivo en Buenos Aires”. En aquella ocasión a Liniers se lo ve la mayor parte del tiempo de espalda, pintando un mural mientras Johansen hace lo suyo sobre el escenario.
“Todavía no tenía la interacción que tenemos ahora donde él ya está arriba del escenario junto a mí, con su escritorio de dibujante. Ya tiene como otro peso su presencia”, afirma Johansen.
Pero no se trata solo del peso de la presencia sino de una amistad que se hace fuerte y se evidencia sobre el escenario. “Es como algo orgánico que se va dando. Como que lo van casi pidiendo: 'vengan acá'”.
“A mí me encanta, me divierte, porque es un amigo y me encanta el hecho que es un amigo que no es músico. Los músicos son insoportables (risas), entonces tener uno que no es músico es como una brisa de aire fresco”, agrega.
Tan natural es la amistad, que no tuvieron problemas para realizar una sesión de fotos en las que de pronto Johansen se tira sobre Liniers y le roba un beso. U otra en la que el dibujante aparece disfrazado de Yoko Ono y el músico de John Lenon.
“Decimos en broma como que él es el Yoko Ono de la banda, que nos va a separar a los The Nada”, acota Johansen.
En pocas palabras, según Johansen, la cuestión es que la pasan bomba y encontraron una persona que si bien no es del mundo de la música, tiene una afinidad estética.
En esta ocasión, Johansen presenta su último trabajo discográfico: “Bi”, un disco doble.
“Ya tiene como un año y pico. Como es un álbum, generoso, la verdad que hay temas que ni siquiera hemos tocado todavía y ya hemos presentado el disco en varios lados”, señaló Johansen cuando se le preguntó por su último trabajo.
Podría decirse que “Bi” es un resumen de la esencia del cantautor, empezando por la misma tapa del material donde se puede observar una foto de sus padres. De hecho él mismo afirma que es así.
“Tiene que ver un poco con esa esencia: madre argentina y viejo yankee. La historia mía de nacer en Alaska y en los años '60. Tener incorporado canciones del cancionero latinoamericano pero a la vez tener cosas del norte, del folk, de The Beatles, del rock”, aseveró.
“Creo que Bi en ese sentido fue un lindo cierre y una linda apertura de ciclo. Se cumplen 10 años con los The Nada y bueno acá estamos. Es como una forma también de decir esta es parte de la esencia de Kevin Johansen + The Nada con Liniers”, acotó.
Difícil sería pensar en un Kevin Johansen lejos del éxito. Su talento para la creación e interpretación lo hacen parecer casi imposible.
Tanto es que el artista afirma que el éxito y reconocimiento que hoy tiene fueron “absolutamente inesperado por un lado y a la vez uno desea que vayan sucediéndose cosas”.
El suceso comenzó a llegar allá por el 2000, cuando presentó “The Nada”. En ese disco presentaría varios de sus temas más conocidos como Guacamole, Che Donalds O Mc Guevaras; entre otras. El material comenzó a sonar fuerte primero en público de culto en Buenos Aires.
Hasta que de pronto comenzó a pegar en internet y llegó hasta España, desde donde le llamaron porque querían sacarlo también.
“Sur o no Sur”, material presentado en 2002 es otro de los que dio pie a su entrada al escenario musical internacional.
“Fue un antes y un después importante. Ahí se abrió mucho el juego a Latinoamérica. Nominaciones a los Grammy Latinos, cosa que era impensado para mí, ni menos estar en el mapa musical de Iberoamérica”, reconoció.
“Más todavía con este nombre gringo y esta vida loca que me tocó”, agregó.
Por eso es que que Johansen considera su buena racha como “algo mágico” porque no era algo que buscaba sino que se dio como resultado de “de diez años o más de laburo”.
Años que los vivió tocando en bares en Nueva York. “Estaba como abajo de una piedra, pero estaba tocando, estaba dándole, fogueándome en el escenario. Creo que eso todo se congenió para que yo pudiera tener después esa posibilidad de mostrar lo mío en Buenos Aires y salir”, agregó.
Kevin relató que fue criado por una madre que se resistió a muchas cosas. Había salido de una escuela de monjas y formó parte de esa generación de los '60 que se resistió a la vieja escuela “de lo pacato, del conservadurismo, del sostener todo con mentiras”.
Luego viajó a Estados Unidos donde se topó con la cuestión de la resistencia a la guerra en Vietnam, el feminismo, el hispismo y los cambios sociales que se estaban dando, sobre todo en occidente en ese momento.
“Yo soy hijo de esa generación. Si vos sos hijo de esa generación o en el caso de Argentina, de la generación de León Gieco, de Charly García y de tantos otros, que fueron censurados por componer una canción.Si sos hijo de un padre, como se podría decir, revolucionario o mejor dicho liberal y progresista; y vos te rebelás contra ese padre serías conservador”, afirmó.
“Mi vieja era piola y era progre; y tenía una cabeza interesante”, indicó.
Esas mismas creencias políticas le fueron transferidas a él y muchas veces las deja ver en las letras o temas de sus canciones. Fiel creyente de la descripción que hiciera Aristóteles del ser humano al decir que era un “zoon politikon” (animal político), Johansen afirma que no hay escapatoria de la política.
“Alguien decía hace poco que aunque el músico diga “no, yo no hago política”, estás haciéndolo al decir eso. Desde mi humilde punto de observación social, cuando hago esos comentarios, tengo evidentemente un pie en cierta cosa socialista o cierta cosa de buscar una equidad social”, reconoció.
Sin embargo, dijo tener mucha desconfianza de la política como sistema. Hasta del mismo sistema democrático que le parece hasta una antigüedad.
“Pero hay mucha propuestas ahora. Hay gente por ejemplo que propone que todo tiene que ser por plesbicito. Hay otros que dicen que no, que ya se votó a 50 o 100 personas para que definan eso. Pero con internet ¿por qué no votamos todos?”, expresó.
“Es un momento de mucho cambio”, sentenció.
Kevin Johansen + The Nada + Liniers se presentan en la noche de este sábado en el complejo Textilia desde las 21:00.
Las entradas pueden ser adquiridas en los puntos de venta habilitados por Ticket Show y desde las 18:30 en el lugar del concierto.
Los portones se abrirán a las 20:00 para el acceso del público.