Kevin Johansen: Los músicos tenemos el sueño 'lennoniano' de borrar fronteras

LOS ÁNGELES. Con el corazón forjado entre Argentina y Alaska (EE.UU.), Kevin Johansen, nominado a tres Grammy Latino, defendió su ecléctico y panamericano álbum “Mis Américas Vol. 1/2”.

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Johansen aseguró que la música debería crear lazos entre culturas y países.

“Todos los músicos tenemos ese sueño 'lennoniano' (en alusión a John Lennon) de borrar fronteras, de que no haya límites”, dijo Kevin Johansen a Efe en una entrevista telefónica.

“Tender puentes y celebrar las diferencias, todo lo contrario de lo que dice Donald Trump. Somos países que nos hicimos fuertes gracias a la inmigración. Hay que darle la bienvenida a gente que viene de otras culturas y ser abierto porque es lo que hace grandes a nuestros países”, añadió.

Johansen es candidato a canción del año y mejor canción alternativa (ambas por Es como el día), así como a mejor álbum de cantautor (por Mis Américas Vol. 1/2) en la 17 edición de los Grammy Latino, que se celebrará el próximo 17 de noviembre en Las Vegas (EE.UU.).

El artista afirmó que recibió las nominaciones con “alegría” ya que son “un signo y una señal de que los amigos del medio y la industria musical te tienen en su radar”.

La peculiar trayectoria de Kevin Johansen es la de un trotamundos musical cuya obra se nutre de ritmos y temas desde la Patagonia hasta Alaska. Fue en ese gélido territorio de Estados Unidos donde nació en 1964, de padre estadounidense y madre argentina, y posteriormente vivió en San Francisco y Nueva York antes de asentarse en Argentina.

“Es la gran metáfora de mi vida: ser bipolar, literalmente”, bromeó sobre una experiencia vital que se traduce en el enfoque muy abierto de sus canciones. “Me tocó el inglés primeramente, pero también tenía una madre que me colgaba las boleadoras de gaucho en el 'living' de mi casa en Alaska. Tenía la sensación de pertenecer a algo más grande que una sola cosa”, describió.

Una rica y sorprendente mezcla de músicas de todo el continente caracteriza al disco Mis Américas Vol. 1/2, un trabajo en el que Johansen entrelaza boleros, bachatas, sonidos caribeños y el folclore, tanto del norte como del sur, con “algún guiño al lenguaje universal del rock”.

El cantante explicó que esa atractiva combinación de estilos le resulta muy natural por su propia educación musical. “Mi madre escuchaba a Joan Baez, Violeta Parra y Cat Stevens, pero a la vez con su (segundo) marido mexicano escuchábamos son caribeño, a Chavela Vargas cantando Macorina o los tangos de Julio Sosa o Carlos Gardel”, recordó.

“Después llegué a Buenos Aires y escuché a Charly García, Luis Alberto Spinetta o Les Luthiers y así terminé de formarme, o deformarme, respecto a mis gustos musicales. Nada se pierde, todo se deforma”, dijo, con ironía, parafraseando la canción Todo se transforma del uruguayo Jorge Drexler.

Johansen argumentó, asimismo, que hay “un sonido precolombino” que atraviesa América, “desde Estados Unidos hasta la Argentina”, y opinó también que forma parte de una generación “permeable” que reconoce influencias pasadas pero que quiere darle su “impronta” y su “esencia”.

“Somos herederos de una generación de rebeldes, nuestros padres eran rebeldes. Siempre digo que si uno se rebelara contra un rebelde, se convertiría en conservador, y evitar eso es un desafío”, apuntó.

Así, Mis Américas Vol. 1/2 presenta aromas caribeños en Oh, what a waist, una bachata irreverente en La Bach-chata (Habladurías), el toque clásico del bolero El jardín del desdén o el sonido polvoriento y norteamericano de Tienen algo o 5 in the morning.

El disco se abre con Es como el día, una canción “muy luminosa” en la que canta su hija Miranda. “Acá en casa no hay una línea trazada y (mis hijos) son testigos de que papá compone una canción. La cantan y les gusta o a veces son mis peores críticos”, relató.

Mis Américas Vol. 1/2, producido por Matías Cella con la participación de Cachorro López, es para Johansen como completar un “círculo”, ya que cumple quince años desde que se mudó a Argentina y comenzó a trabajar con su banda The Nada. Pero Johansen también mira al futuro y ya piensa en seguir explorando y catando todas las músicas posibles de América: “Por ahora, tengo mucho de lo que agarrarme en este continente inmenso”.

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