En la 58 edición de los premios Grammy, celebrados hoy en Los Ángeles, Lamar fue el artista más galardonado al recibir cinco gramófonos, incluyendo los de mejor álbum de rap por To Pimp Up a Butterfly y mejor canción de rap por Alright.
Sin embargo, el reconocimiento más cotizado de la noche, el de mejor disco del año, fue a parar a la estrella del pop Taylor Swift por 1989.
Outkast, con Speakerboxxx/The Love Below en 2004, y Lauryn Hill, con The Miseducation Of Lauryn Hill en 1999, siguen siendo por tanto los únicos artistas del rap que han ganado el premio al mejor álbum del año en la historia de los Grammy.
En cualquier caso, al éxito comercial de Kendrick Lamar hay que unir el respaldo de la crítica, y es que el año pasado dio igual leer la lista de los mejores álbumes de un medio de gran alcance como Rolling Stone, de una referencia de la música alternativa como Pitchfork o de un periódico como The Guardian, pues en todas ellas el disco de Kendrick Lamar fue coronado como el mejor de 2015.
Lamar nació el 17 de junio de 1987 en Compton, una ciudad al sur de Los Ángeles con fama de ser una población violenta y conocida dentro del mundo del rap como el lugar del que emergió el grupo N.W.A. con Dr. Dre y Ice Cube, entre otros.
Hizo sus primeras grabaciones cuando aún era un adolescente, aunque su debut en larga duración fue en 2011 con el álbum Section.80 y al año siguiente firmó por el sello Aftermath de Dr. Dre.
Ya bajo el paraguas de una gran compañía, Lamar publicaría el disco Good Kid, M.A.A.D. City (2012), con el que continuó creciendo su reputación y fama y por el que fue nominado a siete premios Grammy, entre ellos el de mejor álbum y mejor artista debutante.
Sin embargo, el paso de gigante en su carrera lo daría en 2015 con To Pimp A Butterfly, un exigente álbum de enrevesada y penetrante narrativa que entrelazaba casi ochenta minutos de música acerca de las sombras del éxito, el sexo, la religión o la conciencia racial.
Los ambiciosos textos de Lamar llegaron acompañados, además, de unas frondosas y vibrantes bases sonoras que picoteaban en géneros como el soul, el free-jazz, el funk o el R&B y el hip-hop contemporáneos.
To Pimp A Butterfly contó con la colaboración de artistas como Dr. Dre, George Clinton, Ronald Isley, Snoop Dog, Flying Lotus, Thundercat o Terrace Martin.
Con 16 canciones, el álbum incluyó el tema funky i, el golpe reivindicativo de King Kunta, el toque sensual de These Walls o el grito de Alright, quizá su canción más popular y que fue adoptada como himno por el movimiento Black Lives Matter (Las vidas negras importan), surgido tras la muerte de varios jóvenes negros desarmados a manos de policías en los últimos años en EEUU.
En un reciente artículo en la web de los premios Grammy, Lamar explicó que la inspiración para To Pimp A Butterfly le llegó tras hacer un viaje por África.
“Estaba en una transición del modo de vida de antes al de ahora. Cuando estás rapeando sobre el escenario y toda la gente te jalea, te sientes como si estuvieras salvando vidas. Pero no estás salvando vidas en tu hogar. Eso me hizo preguntarme si estoy en el lugar correcto para difundir mi voz. '¿Debería estar en casa enviando este mensaje o estar en la carretera?' Estaba como en un dilema”, dijo.
Asimismo, Lamar recordó cuando de niño vio al rapero Tupac, una de las referencias artísticas más importantes en su carrera y que fue asesinado en septiembre de 1996.
“Cuando Tupac estaba aquí le vi con nueve años y creo que ese fue el nacimiento de lo que estoy haciendo ahora. Desde el momento en el que murió, supe que lo las cosas que él decía permanecerían con el tiempo a través de alguien. Pero era demasiado joven para saber que yo sería el que lo haría”, afirmó.