Keith Richards regresa en solitario a las raíces del rock

LONDRES. El guitarrista británico Keith Richards lanza mañana “Crosseyed Heart”, su primer trabajo al margen de The Rolling Stones en casi un cuarto de siglo, con el que regresa a las raíces del blues y el rock.

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A sus 71 años, el irreverente músico ha roto la disciplina de sus Satánicas Majestades por tercera vez en su carrera para publicar el álbum que sigue a Talk is Cheap (1988) y Main Offender (1992), sus dos únicas aventuras en solitario hasta ahora.

Las profundas arrugas que surcan su rostro no han minado la creatividad de Richards, que ya ha sugerido que tiene material suficiente para volver a entrar al estudio con Mike Jagger, Ronnie Wood y Charlie Watts, una vez que pase la vorágine de la promoción de su nuevo álbum.

En Crosseyed Heart, el músico se ha tomado la libertad de grabar él mismo las guitarras eléctricas y acústicas, el bajo, líneas de piano y la voz, aunque se ha rodeado de compañeros como el guitarrista Waddy Wachtel, el teclista Ivan Neville y la cantante Sarah Dash, todos ellos parte de la banda X-Pensive Winos, que ya le había acompañado en sus dos primeros discos.

Entre las quince pistas del álbum, la mayoría compuestas por Richards en colaboración con el productor Steve Jordan, está incluido el dueto Illusion junto con la estadounidense Norah Jones. La discográfica Republic Records calentó motores este verano para la publicación de Crosseyed Heart con el sencillo Trouble, un tema de rock clásico en el que Richards tan solo cede la batería y lo coros, y que encajaría en cualquiera de los discos de The Rolling Stones de las últimas décadas.

Robbed Blind y Dead Flowers siguen una tónica similar, mientras que Love Is Overdue, una versión del “reggae” de Gregory Isaacs, rompe el tono y sirve como contrapunto al resto del trabajo, en el que están incluidas media docena de baladas. El conjunto del álbum es el resultado de un proceso creativo que Richards define como algo anárquico: “No hay nada igual que entrar al estudio sin tener absolutamente ninguna idea de qué es lo que va a salir”, explicó.

Richards ha cultivado desde el inicio de su carrera la imagen del miembro rebelde de The Rolling Stones, un papel que ha provocado multitud de encontronazos con Jagger. Sus dos primeros discos en solitario fueron precisamente el resultado de un golpe sobre la mesa del guitarrista que estuvo a punto de provocar la ruptura del grupo en 1986.

Jagger, ocupado con problemas familiares y con la grabación de su primer álbum sin el resto de los Stones, no se implicó como Richards hubiera deseado en las sesiones de la banda para Dirty Work. Cuando el vocalista se reincorporó al grupo tras terminar su disco, Richards se negó a salir de gira con él y, por primera vez, The Rolling Stones no ofreció conciertos tras la publicación de un trabajo. De esa crisis salió Talk Is Cheap, en el que Richards reunió por primera vez a los X-Pensive Winos y con el que alcanzó el número 37 en las listas británicas.

Las aguas volvieron a su cauce entre Jagger y Richards en 1989 y los Rolling Stones regresaron a la carretera para presentar Steel Wheels, si bien el guitarrista mantuvo su deseo de trabajar en solitario y volvió a la carga tres años después con Main Offender. La paz que reina ahora en la veterana banda, que cumplió 50 años sobre los escenarios en 2012, ha quedado patente con el anuncio que ha lanzado la página oficial de The Rolling Stones para promocionar el nuevo trabajo en solitario de Richards, que el grupo califica de “clase maestra” de rock.

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