La rapera australiana, que ya había postergado una esperada gira por importantes ciudades de Estados Unidos y Canadá, canceló los shows definitivamente la semana pasada. Azalea dijo que necesita “comenzar totalmente de cero” tras pasar dos años recitando canciones como su hit Fancy.
“Para ser honesta con ustedes, mentalmente siento que me merezco un descanso”, dijo a la revista Seventeen en una entrevista publicada a última hora del lunes. “Hay gente que cree que me estoy rindiendo, o que estoy fracasando en algo de alguna manera”, añadió. “El otro día le dije a un amigo: ’La única razón por la que en este punto yo continuaría esta gira es para salvar mi cara públicamente, o para no soportar públicamente lo que diría la gente si la cancelo’; y esa no es una razón suficiente para hacer algo”.
Entre las interrogantes de su carrera, Azalea se está moviendo hacia otra dirección en su vida: el matrimonio. La rapera publicó fotos en Instagram el martes en la que besa a su novio Nick Young —del equipo de básquet Los Angeles Lakers— y muestra un anillo de compromiso en el dedo.
Azalea, que cumple 25 años el domingo, consiguió un gran éxito comercial el año pasado con su álbum debut The New Classic, que la convirtió en un fenómeno inusual: una australiana blanca que triunfa en el hip hop, un terreno normalmente masculino y reservado a los afroestadounidenses.