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Con tres discos de estudio y un CD+DVD recientemente lanzado (Huellas digitales), Eruca Sativa es el power trío que -por estos días- se encarga de sacudir la escena del rock en el vecino país. Integrado por Lula Bertoldi (voz y guitarras), Brenda Martín (bajo y coros) y Gabriel Pedernera (batería y coros), Eruca debuta en nuestro país este viernes, desde las 21:00 en Glam (San Martín y Agustín Barrios), en un concierto íntimo pero furioso.
La enérgica bajista y el entusiasta baterista nos hablaron, en un encuentro en el barrio porteño de Palermo, del espíritu y la fuerza de un trío que, este viernes, promete sorprender a sus fans.
-¿Cómo definen ese espíritu tan inquieto que tiene Eruca Sativa?
-Brenda: Nosotros sentimos como que el espíritu de la banda tiene que ver con la transformación de la música, de nosotros. Es como que estamos muy abiertos al cambio, a aprender juntos, a crecer y a ir tomando cosas nuevas, experimentando sonidos y encontramos en la banda como un espacio de libertad para que cada uno aporte lo que le nace, y que sea un lugar de expresión. Creo que el espíritu más fuerte es eso, tiene que ver con la esencia de la banda.
-Todos provenientes de Córdoba, ¿cómo surge la formación del grupo?
-Gabriel: Es como atípico porque, generalmente los grupos vienen como de la escuela, o de un grupo de amigos, y nosotros nos conocimos tocando por ahí, con distintos grupos, en distintos lugares; y, de repente, compartiendo un poco de música, vimos que podía haber como una química y, finalmente, se dio el encuentro para tocar. A partir de ahí cambió todo: empezamos a ver que se generaba algo distinto, que se generaba un clima diferente y, en base a eso, empezamos a armar canciones y ahí se generó como una bola de nieve musical, de donde se forman canciones, discos, salir por todos lados a tocar y a compartir con la gente esto que nos une, que es la música.
-Con tres discos de estudio editados, ¿cómo fue el proceso de composición de ese puñado de canciones?
-Gabriel: Con cada disco fue distinto porque, al principio, el primer disco lo grabamos teniendo muy pocos meses de vida, entonces cada uno aportó lo que ya traía de antes. Lula tocaba con un grupo de antes, entonces fuimos armando eso y un rejunte de todo ese material fue el primer disco, que se llamaba La carne.
Pero, para el segundo disco, fue muy distinto porque nos encerramos en una sala los tres con canciones desde cero, ya conociéndonos un poco más, ya con 2 años de ruta; entonces se generó como otra energía. Cuando la canción ya está dando vueltas en el aire y baja, se empieza a convertir en música y en palabras; la energía es otra y el disco Es, que fue el segundo, nació así, de cero.
Y, el tercer disco, tratamos de repetir eso que tan bien nos había hecho y empezamos a hacer canciones desde cero, también en la sala, y escribimos un montón. Fuimos como descartando, hasta que llegamos a este concepto de Blanco, que es nuestro tercer disco.
-Ya para el segundo disco se instalan en Buenos Aires. ¿Cómo fue ese cambio radical?
-Brenda: Fue lindo porque fue como venirnos a empezar un poco de nuevo acá (Buenos Aires), y también muy concentrados: conocer gente nueva, hasta muy concentrados al objetivo: ¿a qué vinimos? A tocar, a conocer lugares, otras bandas, intercambiar con músicos de otros estilos y también en los bares donde tocábamos, con bandas que no habíamos escuchado nunca; y estuvo buenísimo eso: la experiencia de animarnos a dejar todo lo que teníamos en Córdoba. Y, si no le encontrábamos la vuelta a la forma de vivir, nos volvíamos...no teníamos que perder nada. En realidad, lo lindo es estar tocando y, si tenemos ganas de tocar juntos, es como suficiente. Eso es como lo más lindo que tuvo.
-De alguna forma, en este momento están revolucionando la escena del rock en la Argentina. ¿En qué sienten que aportan al rock?
-Brenda: Sí, se siente que estamos como proponiendo algo diferente, porque generalmente nos lo dicen y, además, porque nos permite. En algunas cosas siempre encontramos parecidos: uno tiene influencias, y ciertas cosas se escuchan parecidas con artistas que uno admira y todo eso, pero esta buenísimo que sea así, que podamos renovar un poco la escena, un aire fresco, o aportar algo diferente porque realmente nos hacemos lo que nos sale naturalmente. Es como que tratamos de hacer lo que nos gusta escuchar a nosotros y, bueno, está buenísimo porque es lo más sincero que tenemos para dar.
-Cuando hablan de influencias, ¿de qué artistas estamos hablando?
-Gabriel: Es muy variado el rango dinámico de la música que escuchamos, porque de chicos también venimos con distintas formaciones, individualmente. Pero bueno, hay cosas que nos unen de una manera increíble, que es la música que, de alguna manera, hace que nosotros estemos conectados, que es el rock, que son los Beatles, que son músicas que, para nosotros, son un lenguaje normal o básico. Pero bueno, cada uno tiene su escuela.
Yo, personalmente, vengo un poco del folclore: cuando era achico tocaba folclore argentino y mis primeros grupos fueron de folclore. Después de jazz... entonces siempre fue una mezcla rara, pero siempre escuchando otra música, siempre escuchando (Led) Zeppelin, por ejemplo. No tuve la oportunidad de tocar con un grupo de rock hasta más grande, entonces es como que se empieza a mezclar...
He tocado tango y también folclore, y viene como de otro lugar. Lula, por ejemplo, es una mina que escucha AC/DC; viene de otro palo. Entonces, esa unión me parece que hace que podamos comunicarnos y crear cosas nuevas.
Cuando recién hablaban de la renovación: a mí me parece que la renovación principal tiene que estar con nosotros. Esa frescura la tenemos que sentir nosotros. Después, lo que pase a fuera con nuestra música va a ser algo que tiene que ver con el contexto, con lo que la otra gente percibe lo que hacemos; pero lo que nos mueve, como dijo Brenda al principio, es la transformación. Que todos los días somos un poco distintos, que seguimos conservando la misma esencia, pero que vamos aprendiendo cosas nuevas, palabras nuevas y uno en la música va a prendiendo lenguajes nuevos y a manejarse con sonidos nuevos.
-Forman una banda que transmite mucha fuerza en escena. ¿Sienten que sus discos logra transmitir la misma polenta?
-Brenda: Sí, creo que sí. Creo que Blanco está bastante bien reflejado. Lo que tiene también de extraño ahora en el disco, es que el segundo y el tercer disco lo compusimos y lo grabamos, y después salimos a tocarlo. Entonces lo que sucede es que, a un año de ese disco, suena completamente distinto ya. Si Blanco no representa el sonido en vivo de Eruca es, simplemente, porque ya pasaron dos años desde que lo grabamos y nosotros tocamos hoy de otra forma que hace 2 años, pero en ese momento lo grabamos y sí, creo que dimos lo mejor de nosotros. Sentimos que nos representan, principalmente, el segundo y el tercero, en donde ya creo que le pusimos como más atención a eso: tratar de que se reflejara bien el sonido en vivo.
-No fueron pocas las figuras que declararon la admiración a la banda: desde Fabiana Cantilo hasta Fito Páez. ¿Cómo toman estas reacciones?
-Gabriel: Y es fuerte. Lo que te pasa es que recibís una devolución de una persona a la que, en realidad, estás buscando vos para darle tu devolución. Me pasó paso también con Javier Malosetti, que lo conocimos y él como que nos felicitaba a nosotros por el grupo, y teníamos granas de decirle: 'en realidad a nosotros nos gusta lo que hacés vos'. Con muchos artistas nos pasa eso y, la verdad que es algo muy lindo tener el respeto y el reconocimiento de nuestros colegas. Es algo maravilloso.
-¿Tienen otra anécdota en particular?
-Gabriel: El año pasado estábamos probando sonido en un festival y estábamos haciendo la prueba y, cuando terminamos de tocar una canción, miramos a un costado y estaban los Living Colour, que es un grupo que compartió ese festival con nosotros. Y estaban todos mirándonos, y ellos de repente venían y se acercaban... ¡y yo les decía que, en realidad nosotros somos un poco por ellos! Esas cosas son tremendas.
-Actualmente presentan 'Huellas digitales', un CD+DVD registrado en vivo en el Teatro Ópera. ¿Cómo viven este proyecto?
-Brenda: Esto nos tiene contentísimos porque fue un proceso para nosotros muy profundo: agarramos las canciones que teníamos en estos tres discos y decidimos reversionarlas; una especie de desafío para nosotros, para poder hacer un show especial para grabar nuestro primer DVD en vivo. Es como que queríamos hacer algo especial para poder registrar algún show así, de una forma distinta.
Estuvimos desde principio de año trabajando para eso y el sonido es totalmente renovado. Es como que, en el proceso, los tres tratamos de explorar sonidos nuevos, aprendimos también sobre nuestro instrumento, sobre la manera de tocar, al tratar de arreglar los temas y tratar de buscarle dónde estaba la esencia de la canción y poder destacarla. Por ahí un tema que se caracterizaba sobre la potencia de la banda, hacer que la canción pase por lado: pasar el sonido del power trío fuerte por un arreglo de cuerdas. Tratar de dar vueltas las canciones y quedo buenísimo.
Van a ver otra banda que somos nosotros mismos, las mismas canciones, pero el que lo escucha no se lo espera porque, a grandes rasgos, es como que no tienen nada que ver las canciones, pero son las mismas.
-¿Cómo sienten que se dio el quiebre de pasar del under a la atención de todos?
-Gabriel: ¡Lo estamos esperando todavía! (Risas). Tratamos de vivir todo muy naturalmente, de trata de disfrutar cada momento, de que las cosas difíciles no sean difíciles sino que sean desafíos, que sean oportunidades para descubrir cosas nuevas y tratamos de que nunca se pierda esa química que hubo de los tres solos adentro en la sala, ese primer día, en Córdoba, hace 6-7 años. Mientras siga estando el espíritu que había ese día, va a estar todo bien. Y, lo de afuera, cambia mucho porque empezamos siendo tres... ahora somos un montón. Tenemos un montón de gente que trabaja con nosotros de manera muy apasionada y que, de alguna manera, llevan adelante este proyecto junto con nosotros. Pero nosotros seguimos siendo los tres inquietos de la sala de Córdoba. Mientras siga siendo así, seguimos buscando ese quiebre, que se va a dar disco a disco.