Enrique Iglesias presenta su álbum “Sex and Love”

LOS ÁNGELES. Enrique Iglesias lanza su décimo disco de estudio, “Sex and Love”, convertido no solo en un fenómeno de masas, sino en un artista hecho a sí mismo al que no le pasó factura el peso de su apellido ni la falta de apoyo en sus inicios.

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“Te puedo decir con plena seguridad que, si a los 10 años hubiera dicho a mi familia que quería ser cantante, hoy por hoy no estaría aquí”, manifestó el artista español en una entrevista con Efe.

Iglesias se refería así a lo publicado por Alfredo Fraile, exmánager de su padre, Julio Iglesias, en su libro Secretos confesables, en el que detallaba conversaciones del célebre artista con su hijo en las que le decía que no sería capaz de que su primer álbum funcionara y conectara con el público.

Cuando Enrique Iglesias demostró ser un fenómeno de ventas, su padre, según el libro, le replicó que lo había conseguido por ser hijo suyo.

“Sí que hubo esos momentos, pero soy de esas personas que a lo mejor me acuesto destruido, pero me despierto con más fuerza todavía. Siempre he sido así. Me gusta ser el 'underdog' (el que lleva las de perder), porque me ayuda a corregirme, a trabajar más, a tener más disciplina y a intentar hacer las cosas mejor todavía”, manifestó el cantante de 38 años.

“Así muestro a mi padre o a quien sea que tal vez no lleven razón. Aquello no me dolió; al revés, me gusta, es un reto. Me gusta esa presión. Esas conversaciones me motivaron para demostrarle lo contrario. En la vida hay dos tipos de personas: la gente a la que les dices algo negativo y se hunden, y los que se van para arriba”, declaró.

Sex and Love, ya a la venta en todo el mundo, reúne los sonidos más bailables, como I'm a freak, con temas románticos, como Loco, El perdedor o Beautiful, entrelazando ingredientes de pop, “reggae” y “reguetón” en una mezcla en inglés y español que pasa por ser una radiografía de lo que lleva por dentro Iglesias.

“Cuando escuché el disco, lo primero que me vino a la cabeza fue eso: sexo y amor. Luego pensé en otros títulos, porque tal vez era muy simple y demasiado directo, pero al analizar las canciones de nuevo lo tuve claro. ¿Por qué no ir con tu instinto?”, explicó el madrileño.

Iglesias va camino de los 20 años sobre los escenarios y se encuentra en el momento álgido de su carrera tras el éxito de su anterior trabajo, Euphoria, y canciones como I Like It o No me digas que no. Pero para él, no hay secreto que valga.

“Ojalá hubiera una fórmula, porque la seguiría. Las canciones no se planean; no sabes cómo, ni cuándo, ni de dónde van a salir. Sinceramente, dependo de ellas. A veces escribes una canción y tienes la sensación de que puede funcionar, pero otras surgen de sitios que ni imaginas”, declaró.

Es por eso que le gusta innovar y crear colaboraciones como las que encierra este disco, ya sean nombres tan diversos como Pitbull, Romeo Santos, Marco Antonio Solís, Kylie Minogue o India Martínez, entre otros.

“Es parte de la forma en la que me he criado en Miami, escuchando todo tipo de música, pero con predominio del inglés y el español. Es como soy. Incluso es mi forma de hablar”, indicó Iglesias, quien sostiene que tiene un cariño especial por Bailando, su tema con los cubanos Descemer Bueno y Gente de Zona.

“Hay canciones en tu carrera que te llevan por otro camino, que te inspiran y te cambian incluso la forma de escribir. Esta es una de ellas”, manifestó.

Las mujeres bellas son una constante en sus videoclips, y su pareja, la rusa Anna Kournikova, a la que conoció en 2001 grabando el vídeo para Escape, no ve en ello ningún inconveniente, a pesar de la polémica suscitada a raíz de las imágenes de I'm a freak.

“Anna no tiene absolutamente ningún problema con que haga un vídeo rodeado de mujeres. Sabe esa separación entre un vídeo y la vida real”, comentó el músico, sorprendido al conocer que el futbolista Gerard Piqué, pareja de la cantante Shakira, no permite a la cantante grabar vídeos con hombres.

Iglesias y Kournikova, a pesar del tiempo que llevan juntos, no tienen planificado pasar por la vicaría, y se sorprende de que su situación llame la atención.

“A veces se piensan que tal vez estoy en contra del matrimonio. Para nada, absolutamente. Igual soy un poco más liberal para estas cosas. Si alguien me dijera que por casarme iba a ser más feliz o que iba a consolidar más mi relación, pues adelante. Pero estoy seguro al 100 por cien de que no es así”, sostuvo.

Asegura que el divorcio de sus padres no tiene nada que ver en ello, sino que es una decisión propia y madurada.

“Si no quieres estar con alguien, no estás y punto. Y si no quieres estar con alguien pero sigues porque estás casado, me parece una putada”, concluyó. 

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