Tanto Eminem, que admitió su preocupación por tener reconocimiento continuo, como Cardi B, cuyo primer álbum se acaba de colocar en el número uno de la lista de Estados Unidos, imprimieron a su actuación un ritmo vertiginoso con invitados sorpresa, en el último día del mayor festival musical del mundo.
Al cerrar la fiesta de tres días el domingo ante miles de personas en el desierto de Indio, en California, Eminem ofreció un paseo por 8 millas, la película biográfica que protagonizó en 2002, con una réplica de Detroit, su ciudad natal, en el escenario, en el que hubo lluvia y hasta un incendio, ambos gracias a efectos especiales. E hizo estallar de júbilo a los espectadores al presentar a su mentor, Dr. Dre. Dr. Dre, el rapero gangsta convertido en ejecutivo de Apple, apareció vestido de punta en blanco, acorde con el estilo de Silicon Valley, con un cuello de tortuga negro, y se unió a Eminem en varias canciones clásicas, entre ellas la leyenda de Tupac Shakur California Love.
Fue uno de los primeros conciertos de Eminem desde el lanzamiento el año pasado de su álbum Revival, después de un paréntesis de cuatro años. El rapero blanco más exitoso de todos los tiempos encontró en este álbum una nueva voz política al expresar su furia hacia el presidente Donald Trump, pero desde el punto de vista musical no recibió grandes halagos. En Coachella, el músico de 45 años debió responder también a las críticas, en vista de que el comediante de televisión Jimmy Kimmel lo invitó por video a una edición especial de su segmento sobre celebridades que leen “tuits miserables”.
Al leer un tuit que decía: “Nadies (sic) ha estado prestándote atención desde 2003” , Eminem criticó la ortografía del usuario de Twitter, pero agregó: “No estoy enojado por eso. Tiene algo de razón”.
Cardi B fue una de las artistas más esperadas en Coachella, no solo por su rápido ascenso en el universo del hip hop sino porque la joven de 25 años, comprometida con el también rapero Offset, del grupo Migos, reveló recientemente que está embarazada. Tras interpretar el tema No Limit, Cardi B se unió a sus bailarines, quienes se contoneaban alrededor de columnas al estilo del pole dancing.
Vestida completamente de blanco, no se dejó intimidar por su ya prominente barriga y se lanzó un breve pero intenso contoneo de caderas hasta ponerse en cuclillas, desatando los gritos de los miles de espectadores. Esta artista de origen dominicano salida del Bronx ascendió rápidamente al estrellato con rimas crudas acerca de su dura vida, incluida su época en la que se ganaba el pan trabajando como stripper.
Cardi B también invitó a su propio elenco de famosos, entre ellos Chance the Rapper, y demostró una franqueza insólita sobre sus finanzas tras actuar en el que seguramente es el festival más visto del mundo. La artista sorprendió al contar a la radio SiriusXM que gastó 300.000 dólares de su bolsillo para desarrollar un escenario para su actuación en Coachella, por la que solo cobrará 140.000 dólares.