El streaming musical, es decir, escuchar música en internet sin descargarla, ganó impulso rápidamente, ofreciendo una nueva fuente de ingresos a un sector en crisis desde hace varios años y que se afana en desviar a los internautas desde las páginas de videos como YouTube (propiedad de Google) a las plataformas de música.
La firma especializada BuzzAngle Music registró 114.000 millones de escuchas de temas musicales en sitios como Spotify, Apple Music, Tidal y Rhapsody, de acuerdo con un informe semestral referido sólo a Estados Unidos.
Esta cifra es bastante superior a los 95.000 millones de visionados en streaming de videos en YouTube (más de 1.000 millones de usuarios en todo el mundo), Dailymotion y sus competidores.
Es la primera vez, destaca el informe, que la música se coloca por delante del video.
El consumo de música en streaming despegó en el transcurso de los primeros seis meses del año, multiplicando por más del doble el nivel alcanzado el año pasado en el mismo período, mientras el streaming de video aumentó sólo un 23%.
En total, el streaming creció 58% en Estados Unidos, el mayor mercado de música en el mundo.
La plataforma sueca Spotify, número uno de la escucha de música en línea, dijo contar con 89 millones de usuarios activos en todo el mundo a finales de 2015, de los cuales 28 millones son suscriptores de pago.
El streaming ha transformado la industria de la música que, en 2015, vivió el primer aumento sustancial de su volumen de negocios desde el surgimiento de internet.
Los artistas critican las bajas retribuciones en este tipo de plataformas, en particular de Spotify, pero los profesionales de la industria señalan que son bastante inferiores en los sitios de video.