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La banda de rock paraguaya Revolber pareciera apuntar hacia otro lado. “Más hacia allá”, diríamos, si lo tomamos literal. Inspirados en la frase en guaraní “Amoto ládove” (más hacia allá), el grupo edita su cuarto álbum “Amoto Lado B”, a la venta desde la noche de este jueves 30 de mayo en Kamastro Arte Bar (Paseo Carmelitas).
Con un sonido que busca ser diferente, el álbum prosigue la discografía de la banda, luego de “Kasero, Sucio y Barato” (2000), “Kai'monomacaco” (2004) y “Sacoleiro Mágico” (2008), además de los materiales audiovisuales “Vivo en Tacumbú”, DVD editado en 2011, y “Un Revolber en la Chaca”, de Luis Aguirre”, disponible online desde la fecha, en su web oficial.
Grabado entre junio de 2010 y febrero de 2013, el material se destaca por una búsqueda de una propuesta clásica, sin perder actualidad: entre sintetizadores, minimoog, piano rhodes y hammond, hasta una batería con el bombo de 26 pulgadas y una posproducción ciento por ciento digital.
Juanpa Ramírez (bajo y voces), Rolfi Gómez (teclados y voces), Jorge Pflugfelder (guitarras), Robert Bernal (batería y voces) y Patrick Altamirano (voces y bajo) sacan a luz un nuevo álbum, en el que las canciones buscan su propia identidad.
El vocalista nos habla de las nuevas canciones, de la autorreferencia del disco –la primera en su carrera, dice–, de la relación de la banda con las redes sociales y sobre este nuevo momento que viven.
-¿Cómo fue la experiencia de entrar a grabar este disco?
-Fue realmente muy buena, porque es el primer disco que hacemos en nuestro estudio, a pesar de grabar la batería y tomas adicionales en otros estudios. Realmente tener todo el tiempo que quieras al punto de componer en el estudio es algo muy importante para nosotros, ya que la idea siempre fue experimentar.
-Las canciones juegan con una letra urbana y existencial. ¿Cómo fue el proceso de composición?
- Las canciones tuvieron un periodo largo de selección, eran más de 30 proyectos entre cosas que compuse yo, cosas que hicimos junto con Rolfi Gómez (teclados) y cosas que hicimos entre todos… De esos quedaron 11, y a partir de ahí fuimos dandole vida a las letras. Algunas escribí solo, otras con Juanpa Ramírez (bajista), también con la ayuda de amigos del grupo, como Panza Aguirre, Marcelo Tolces.
-La banda cobra un peso muy fuerte en vivo. ¿Las canciones son pensadas especialmente para los conciertos?
-No pensamos canciones especialmente para los conciertos, hacemos lo que nos gusta hacer dentro de lo que nos da el cuero como músicos.
-El álbum lleva el nombre de la apertura. ¿Qué podés contarnos del título y de esta presentación?
-“Amoto ládove” (definición que no existe en el idioma guaraní) viene del jopara, que significa “más hacia allá” y del termino “Lado B”. Es un juego de palabras que define el concepto del disco. La intro del disco fue grabada en HirBill Estudio; armé eso con Juan Andrés “El Gordo” Colman, que más que un productor es un “parner” que encontré dentro del mundo de la música y estamos haciendo muchas cosas…
La voz es realmente la de un vendedor de verduras, estaba pasando cerca de mi casa y se me ocurrió grabarle con el telefono porque me parecía genial la entonación que estaba usando al vender sus verduras. Le paré, le dije que le daría G. 20.000 si repetía lo mismo, pero con el nombre del grupo al final. Aceptó, grabé ¡y es la intro del disco! (Risas).
-El disco los lleva a cierta autorreferencia, una constante en temas como “Para tu manejo”. ¿Sentís que las canciones reflejan el momento que están viviendo, como personas y como banda?
-La autorreferencia es constante en dos temas: “Para tu manejo” (parte 1) y “Para tu manejo” (Parte 2), son letras que hablan de un sentimiento muy propio. Es la primera vez que hago una especie de catarsis con las letras de Revolber… Son pensamientos que quería poner en un tema; sentí la necesidad de decir que nosotros no nos sumamos a una moda, tampoco estamos en una competencia, hacemos lo que nos gusta y todo lo que viene después es consecuencia… La propiedad se adquiere, no se compra.
-En “Para tu manejo” decís: “Tengo fe en el remedio y me chupa un huevo estar en los medios”. ¿Cuál es tu visión, y la de tus compañeros, sobre los medios en Paraguay?
-No hago una referencia a los medios en Paraguay en sí; en este caso estoy hablando de mi persona, y no quiero decir otra cosa. No es una metáfora, es lo que digo, no estoy en la radio de lunes a viernes para dar un mensaje, estoy para darle vida a un movimiento, a una escena. Sentía que tenía que dejar eso dicho en un tema…
-“Una conjunción de imágenes muy locas” reivindica a la Chacarita, más allá de los prejuicios. ¿El tema fue escrito después de la experiencia de ‘Un revolber en la Chaca’?
- Así mismo, el tema fue hecho después de la experiencia de grabar un documental en el barrio. Con historias que nos contaron los habitantes de la ‘Chaca’, con lo que vimos y vivimos; todo eso se transformó en ese tema, que lleva ese título por la definición de Chacarita que dio en la película Juanpa (bajista). Dicho sea de paso, desde este jueves 30 de mayo se habilta la página www.unrevolberenlachaca.com para la descarga gratuita del documental.
- El disco tiene canciones fácilmente radiables, como “Soy donde estoy” y “Chica tutuka”. ¿Cuáles son tus favoritas, las que más te gustaría tocar en vivo?
- Elegir 11 canciones de más de 30 fue algo así como tener poca plata y elegir cuál de tus hijos tiene potencial para ir a la facultad porque no se pueden ir todos. No sabría decirte cuál es mi tema favorito para tocar en vivo, quiero tocar el disco entero, y tratar de que sea así, tal cual está en el disco. Eso es un desafío que me gusta mucho.
-Sorprende la participación de Quemil Yambay en “El Ascensor”. ¿Cómo surgió el encuentro?
-Es la segunda vez que sampleamos a Quemil Yambay, la primera vez fue nuestra version funk/rap de “Areco 4 Cuna”. No tuvimos un encuentro para el disco, sí en shows y en reuniones, pero para el disco sampleamos una canción que el ya había grabado hace mucho.
-También hay colaboraciones de músicos como DJ Mr. Keible, Erika Estigarribia, David Pepino Rodríguez, Willy Chávez, entre otros. ¿Qué podés contarnos de esas sesiones de grabación?
-Fue algo muy natural, ya que todos estamos dentro de un mismo movimiento. Fue muy importante para este disco la participación de esas personas. Son amigos y músicos que admiramos mucho…
-En “Real Mente” reivindicás la “vida real” y, de alguna manera, te rebelás contra las redes sociales. ¿Cuál es tu relación actual tuya, y de la banda, con el mundo 2.0?
-No tenemos una mala relacion con el mundo 2.0, creo que lo utilizamos de la mejor manera posible… La letra de ese tema viene una conversa con un gran amigo que se llama Esteban “Panza” Aguirre, específicamente de la frase: “La tecnología acerca a los que están lejos y aleja a los que están cerca”. Sorprende cómo la falta de equilibrio puede hacer que no funcione del todo bien. Es un mundo maravilloso el de las redes sociales, pero hay cosas que no me cierran del todo. ¿Cómo puedo tener realmente 5000 amigos? (Risas). Habría que ser más realistas.
-El disco fue remasterizado en Buenos Aires. ¿Estás conforme con el sonido del álbum?
-Creo que nunca vamos a estar del todo conformes con nuestros materiales, nos falta seguir ajustando. Hay temas del disco anterior que suenan mejor y hay temas de este disco nuevo que tienen un sonido que jamás pudimos lograr antes.
-“Hermano Querido” fue reeditado en este disco, 13 años después de su primera versión…
-Es así, prácticamente nos quedamos solo con la letra de la version anterior. Dicho sea de paso, esa version era horrible, se merecia este “remake”.
-“Huye hermano”, canción de la banda sonora de “7 Cajas”, acompañó con gran aceptación la película. ¿No pensaron incluirla en el disco?
-Nos gusta dejar las canciones dentro del contexto en que fueron creadas. En este caso es “7 Cajas”, y nos parece genial que siga siendo exclusiva de la banda sonora de la película. No es la primera vez que hacemos, la versión de “Areco 4 Cuna” de Quemil Yambay jamás fue editada en un disco, tampoco volvimos a grabar los temas que compusimos para “El nuevo vuelo del rock”, de Kamikaze Records, en el 2001.
-¿En qué sentís que aporta “Amoto Lado B” a la carrera de la banda?
-Es la cuarta vez que tratamos de plasmar nuestras ideas en un álbum, lo que aporta es la prueba de que seguimos en el intento de superarnos. No hacemos un disco porque teníamos que hacerlo, lo hacemos porque sentimos que las canciones llegaron a su punto de madurez. Ahora estamos grabando ideas nuevas… cuando tengamos muchas, vamos a ver si podemos grabarlas y, quién sabe, cumplimos con otro ciclo.