En su presentación hoy ante la prensa en una de las salas del Ayuntamiento de Bruselas, la cantante que por primera vez visita la capital europea, dijo que trabajar con Bennett -con quien mañana publica el álbum Cheek to cheek-, ha sido para ella “como un sueño” y subrayó que con él “todo fue como en el cine”.
“Tony Bennett es un verdadero legendario cantante de jazz. Me siento honrada de cantar con él. Cada momento en que trabajamos juntos fue como un sueño”, dijo la intérprete de Poker face.
Gaga apareció ante la prensa del brazo de Bennett con un vestido largo de terciopelo azul oscuro y luciendo un turbante, al estilo de las divas de Hollywood de los años cincuenta del pasado siglo.
La ganadora de cinco premios Grammys señaló que Bennett, neoyorquino como ella, le “ha enseñado mucho acerca del jazz y de la vida” y subrayó que su trabajo con él para el disco “fue como estar en el cine”.
Por su parte, el intérprete de grandes éxitos de hace varias décadas como I Left my Heart in San Francisco o Stranger in Paradise subrayó que Lady Gaga “tiene muchísimo talento. Estoy seguro de que estará con nosotros para siempre”.
Se refería a la música de la neoyorquina que en seis años ha publicado cuatro álbumes y se ha convertido en una de las estrellas del panorama de la música pop.
Ambos darán por la noche un concierto privado conjunto en esa emblemática plaza bruselense, copatrocinado por la empresa belga de telefonía móvil Mobistar y al que se prevé que asistan unas 5.000 personas, y que ha suscitado algunas críticas porque se celebra en un lugar público.
El intérprete de Because of You tiene previsto ofrecer un concierto en uno de los teatros de la ciudad antes de unir su voz a la de Lady Gaga en ese concierto privado.
La llegada a Bruselas el sábado de Stefani Joanne Germanotta, el auténtico nombre de la diva neoyorquina, no pudo ser más Lady Gaga: bajó del avión enfundada en un traje azul de lentejuelas del diseñador filipino Ezra Santos y al día siguiente salió al balcón del hotel en el que se aloja para saludar a sus “monstruitos”, el apelativo que da a sus fans.
La colaboración entre esta nueva pareja musical surgió en 2011 tras actuar ambos en una gala benéfica de la Robin Hood Foundation, en que Bennett pidió a Lady Gaga que interpretase un dueto para su trabajo Duets II que estaba empezando a grabar.
Bajo el nombre de Cheek to cheek, uno de los éxitos legendarios de Frank Sinatra (1915-1988), contemporáneo de Bennett, se han agrupado éxitos del género de jazz con versiones del clásico Anything Goes, de otra figura icónica de la música como Cole Porter (1891-1996).
Para la ecléctica Gaga esta colaboración, que se grabó en Nueva York, surgió de “una relación muy natural de amistad con Tony”.
“Para Tony era muy importante que fuese un disco de jazz. Yo llevo cantando jazz desde que soy una niña y mi intención es mostrar la verdadera faceta del género. Hemos hecho un disco lleno de clásicos pero con un giro moderno”, dijo la cantante.
Para Bennett, que durante toda su carrera ha interpretado a los clásicos del repertorio de jazz de su país, ha sido una manera de “intentar forjar un puente entre el pop y la música jazz”, además de que unir su voz a la de la autora de Born this Way o You and I es “una experiencia maravillosa porque es una magnífica cantante”.
Lady Gaga actúa mañana en la ciudad belga de Amberes y el miércoles en Amsterdam, para proseguir su gira europea posteriormente en Dinamarca, Noruega, Suecia, Alemania, República Checa, Reino Unido, Italia o España.