Los dos sellos enfrentados son Cayman Music y Blue Mountain Music, cuyos abogados desgranaron hoy algunos de sus argumentos legales en una audiencia celebrada en el Tribunal Superior de la capital británica, al inicio de un juicio que se resolverá previsiblemente a finales de semana.
El caso se centra en un acuerdo fraguado en 1992, once años después del fallecimiento de la estrella del reggae en 1981, a los 36 años, víctima de un cáncer, que gestionaba la propiedad de los derechos de autor de “varios de los trabajos musicales” de Marley.
Cayman Music considera que 13 de las canciones que el músico escribió cuando aún estaba sujeto a su contrato con ese sello durante los '70 no le fueron cedidas en base a ese acuerdo.
El abogado de esa discográfica, Hugo Cuddigan, arguyó hoy que Marley había llegado a un acuerdo previo con ese sello a finales de 1973 y que pese a que el artista escribió esos temas entre octubre de ese año y octubre de 1976 -sujeto al control de Cayman- los sencillos fueron “fraudulentamente atribuidos” a otras personas.
Durante la década de los '70 Marley escribió canciones cuyo crédito otorgó él mismo a amigos, como ocurrió con No Woman, No Cry, cedida a Vincent Ford.
Según se ha especulado durante años, el jamaicano pretendía eludir sus compromisos contractuales con Cayman Music, que había fichado al cantante, compositor y guitarrista en 1967 y que representó su catálogo hasta 1976.
Fue, además, durante esos años cuando parte de los derechos de algunos de sus temas recayeron en Chris Blackwell, el fundador de Blue Mountain Music.
Ahora, cuarenta años después, Cayman Music pretende recuperar el control de trece de los temas: Crazy Baldhead, Johnny Was, Natty Dread, Rastaman Vibration, Rat Race, Rebel Music (Road Block), So Jah Seh, Them Belly Full, Want More, War, Who The Cap Fit y Positive Vibration, al considerar que fueron entonces “mal atribuidos” y la citada No Woman, No Cry.
Según indicó la discográfica en un comunicado emitido recientemente, los temas “fueron escritos por Bob Marley pero la parte que le correspondía a Cayman Music nunca se le atribuyó, y se le ha negado su derecho contractual durante más de 40 años”.
En la citada nota, la compañía señaló que la “fascinante historia que involucra a un complejo abanico de personajes, al artista negro más exitoso de todos los tiempos, y a su canción más famosa (No Woman, No Cry), robada de sus propietarios legítimos antes de que siquiera fuera grabada, podría estar un paso más cerca de la resolución”.
El álbum recopilatorio Legend, que salió al mercado tres años después de la prematura muerte de Marley, fue el disco de reggae más vendido de la historia.