Los temas casuales que trataba Jay-Z lo convirtieron en uno de los más grandes raperos de todos los tiempos pero, a la cabeza de un imperio económico y casado con la superestrella Beyoncé, hasta ahora había mantenido celosamente resguardada su vida privada.
4:44, el decimotercer álbum de estudio del rapero nacido bajo el nombre de Shawn Carter, fue lanzado exclusivamente en su propio servicio de música en streaming Tidal.
Con cierta atmósfera de gospel, Jay-Z recitó una larga disculpa para Beyoncé, que a su vez lo había criticado por su infidelidad en su disco Lemonade un año atrás. También deja entrever que los gemelos que tiene con Beyoncé fueron concebidos de forma natural.
El tema 4:44, que hace referencia a la hora en que lo escribió, mezcla visos de house y reggae, logrando un sonido contemporáneo y elegante muy diferente al de sus álbumes anteriores, que eran mucho más pop.
En Smile Jay-Z confirma los rumores de que su madre es lesbiana y explica cómo ella cedió a las drogas para hacer frente a la estigmatización.
También habla de una infancia difícil en su barrio neoyorquino de Brooklyn y de un padre ausente. La canción comienza con Stevie Wonder y termina con un poema de su madre, Gloria Carter.
Como muchos raperos de su generación, Jay-Z incluía expresiones homofóbicas en sus canciones al principio de su carrera, pero luego fue uno de los primeros raperos en abogar públicamente por la no discriminación de los homosexuales.
El músico y su esposa Beyoncé, amigos del expresidente Barack Obama, participaron activamente en la campaña de la demócrata Hillary Clinton. Sus temas The Story of O.J. y Moonlight denuncian las tensiones raciales, diciendo que los estadounidenses negros siempre serán juzgados por el color de su piel.
Jay-Z hace alusiones a otros músicos como Kanye West, quien el año pasado lo insultó y apoyó a Donald Trump, y tiene también palabras duras para los herederos de la estrella del pop Prince, quien había firmado un contrato con Tidal justo antes de su muerte.
El rapero se refiere a los “bastardos codiciosos” que han comercializado sus obras con servicios de streaming como Spotify.
Pero Jay-Z habla también de su propia herencia en Legacy, título de su última canción, que dedica a sus hijos, y en la que dice que espera que su fortuna y sus obras benéficas seguirán después de su muerte.