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Al menos 30.000 personas llegaron al estadio Defensores del Chaco para cumplir un sueño que guardaban por años: disfrutar de los clásicos de The Beatles y de la carrera solista de uno de sus más idolatrados integrantes. Fue lo que ocurrió aquella noche, en un encuentro multitudinario que reunió a nietos, padres, abuelos y -también se vio- bisabuelos.
“Fanáticos de todas las edades se aseguraron que Paul no olvide su show en Paraguay, al darle la bienvenida al escenario con gritos ensordecedores”, había publicado el sitio oficial de Paul McCartney, apenas horas después del concierto.
En busca de un vínculo estrecho con su público, Paul se animó a ensayar palabras y frases en guaraní. No faltó ni el popular "Mba'éichapa" (¿Cómo están?), ni la educada “¿Iporãpa?” (¿Están bien?) o el humilde “Aguyje” (“Gracias”).
Como parte de su gira On the run, el británico entregó un repertorio compuesto por creaciones generacionales como Magical Mystery Tour -en su apertura-, All my Loving, Paperback Writer, The Long and Winding Road, My Valentine, And I Love Her, Blackbird, Ob-La-Di, Ob-La-Da, Let It Be, Live and Let Die, Hey Jude, Lady Madonna y, por supuesto, Yesterday.
“Muchos dejaron el estadio cantando las canciones de McCartney, su música hacía echo alrededor de la ciudad mucho después de haber terminado el espectáculo”, rezaba la publicación del artista en su web. Una cita de aplausos, emoción y canciones eternas.