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Pasaron unos siete años desde la última vez que Chayanne, uno de los cantantes latinoamericanos más exitosos a nivel internacional, realizó un concierto en Paraguay, un país con una cantidad nada despreciable de fans suyos. Finalmente, en la noche del martes el público y el artista tuvieron su reencuentro.
La cita fue en el estadio “Emiliano Ghezzi” del Club Fernando de la Mora, en Asunción, un recinto deportivo convertido en escenario musical que fue colmado por el público a medida que se acercaba la hora anunciada para el inicio del espectáculo.
A minutos de las 21:00, media hora después de lo previsto, comenzaba la previa musical a cargo del cantante local José Gaona, quien arrancó aplausos al público con baladas románticas de otros artistas como el tema de Roberto Carlos El hombre que sabe querer, al igual que canciones originales suyas como Enséñame.
Para las 21:45 el puertorriqueño Chayanne salía al escenario y hacía al público una invitación con el tema Quiero bailar contigo. Con la voz, la danza y el carisma a su disposición como tantas veces, Chayanne interpretó luego Salomé, uno de sus más emblemáticos éxitos, primero en una versión ligeramente ralentizada que luego agarró velocidad.
“Esta noche ustedes dicen, y yo obedezco”, prometió el boricua antes de interpretar Un siglo sin tí, para luego dejar de lado la balada romántica para entrar de nuevo en ambiente de fiesta con Guajira, sacando a escena a su escuadrón de bailarines para poner variedad y color a la velada. La fiesta continuó luego con un reciente lanzamiento, la alegre y cálida Humanos a Marte.
Entrando de nuevo en una fase de baladas sentimentales, Chayanne interpretó luego Volver a nacer, enganchado con otro de sus más grandes éxitos, Atado a este amor.
Mientras volvía a reinstalar la fiesta con Candela, alguien del público arrojó al sonriente cantante un pequeño oso de peluche que el puertorriqueño recogió y tuvo consigo durante todo el tema, al que siguió Bailando dos corazones.
Siguiendo con el “zig zag” entre temas festivos y baladas románticas, Chayanne pasó luego a Cuidarte el alma, que a medio camino se transformó en una versión más animada y bailable, acompañada infaltablemente por la danza del cantante. Un masivo coro de miles de voces acompañó Y tú te vas, y luego la noche ganó en sensualidad con Lola.
El público de nuevo entonó a todo pulmón cuando sonó Lo dejaría todo, y acompañó bailando la interpretación de Tu boca; los decibeles de la fiesta aumentaron aún más con el clásico Ay mamá.
Luego, haciendo un enganchado de Fiesta en América y Baila baila, Chayanne rindió homenaje primero a la banda de músicos y a los bailarines que lo acompañan en su gira, y luego a todos los involucrados con el espectáculo, desde los técnicos extranjeros y paraguayos hasta los medios de comunicación y los empresarios que hicieron posible su venida a Paraguay.
El show se puso de nuevo en marcha con otra balada, Tu pirata soy yo, que el cantante enganchó con Completamente enamorados, y luego devolvió la atención a su nuevo material con la emotiva Tu respiración, que concluyó con cierta frase de amor en guaraní. “Me gustaría hablarles mucho más en ese idioma tan hermoso”, añadió.
Tras interpretar Madre tierra, el cantante se despedía de su público y abandonaba el escenario, solo para regresar casi instantáneamente para poner al show en su verdadera recta final con dos de los grandes éxitos de la carrera de Chayanne que habían estado hasta entonces ausentes del repertorio.
Torero y Provócame pusieron el punto final a la noche.