Calamaro y un reencuentro especial

Después de triunfar en Paraguay, Andrés Calamaro tocó en Buenos Aires y protagonizó un reencuentro largamente esperado con Los Abuelos de la Nada.

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Tres años pasaron para que el autor de El salmón y Honestidad brutal volviera a pisar un escenario en Buenos Aires. El lugar fue la sede San Martín del Club GEBA, como parte de la primera jornada del Personal Fest, que incluyó en su grilla a figuras como The Magic Numbers, Richard Ashcroft, Jamie Cullum, Meteoros y Richard Coleman.

La oportunidad sirvió para reunir a Calamaro junto a sus excompañeros de Los Abuelos de la Nada: ‘Cachorro’ López, Daniel Melingo y Gustavo Bazterrica. Con No te enamores nunca de aquel marinero bengalí y Costumbres argentinas, enganchado con un fragmento de Oye como va de Carlos Santana, encima del riff de guitarra de My Sweet Lord, de George Harrison, el disparador emotivo estaba dirigido al recordado Miguel Abuelo (1946-1988).

“Tenía que ser memorable y lo hicimos memorable”, menciona Andrés Calamaro desde su web oficial. “Subieron francamente ovacionados por la multitud los caballeros: Cachorro, Gustavo y Daniel, que celebraba un cumpleaños como ocurrió en nuestra primera serie de (dos) conciertos en el Teatro Coliseo casi 35 años atrás”.

El artista escribe que en el reencuentro de los sobrevivientes Abuelos -por primera vez en un mismo escenario-, “la banda cumplió a la perfección con la tarea de reemplazar a Los Abuelos ausentes que -es bonito pensar- que estaban esperando por un momento así y lo celebraron allí donde nos gusta creer que están”.

Después de saludar “a una -francamente- impresionante ovación que no sonó a nostalgia, fue un trueno de alegría y de emoción genuina”, los músicos regalaron una tercera canción que -al decir del artista, no habían ensayado-. “La cosa salió mas que bien y nos abrazamos felices bajo la atenta mirada de nuestros amigos ausentes, seguramente riendo desde alguna parte en el cielo… el infierno un poco”.

El argentino calificó el momento como “un pico emotivo inolvidable (con el respetable pidiendo una más)”. Después de himnos como Alta suciedad, Carnaval de Brasil, éxitos de Los Rodríguez -entre otros infaltables de su repertorio-, el cantante se limitó a “pocas palabras y mas canciones de rock”, según reflexiona.

“Correspondía darse un abrazo y aplaudir al publico por su comportamiento intachable y la gloria bendita que nos quisieron dar”, concluye un Calamaro que -en una entrevista reciente con ABC Color- prometía para fin de año un nuevo álbum: “Una selección de grabaciones recientes, un disco completamente inédito. Muy interesante, roquero, blusero, nocturno e incorrecto”.

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