Hace ya 40 años que Angus Young, vestido de escolar, toca con su Gibson SG los mismos riffs o casi, mientras Brian Johnson, bajo una gorra, pone a prueba desde 1980 sus cuerdas vocales en el micrófono.
Pero la fórmula funciona a la perfección visto el ejército de fieles de este grupo, autor de clásicos como Highway to Hell , Let There Be Rock o Back in Black. El último álbum, Black Ice, se convirtió en número uno de ventas en 31 países tras su lanzamiento en 2008 y logró vender más de ocho millones de ejemplares en el mundo, según Sony Music.
Tras su presentación en Australia, su nuevo álbum, Rock or Bust, que sale el lunes en Europa, parece compuesto a medida para mantener a través de sus once canciones la llama de un blues rock sin sorpresas, pero siempre endiabladamente eficaz, tal y como demuestra el sencillo Play Ball o Miss Adventure.
El grupo, que ha vendido más de 200 millones de discos desde sus inicios en 1973, mantiene el rumbo a pesar de la marcha de Malcolm Young, de 61 años, quien fundó el grupo con su hermano Angus. El guitarrista rítmico, hospitalizado en Sídney por demencia, pasó el relevo a su sobrino Stevie tanto en el disco como en la próxima gira.
“AC/DC es su bebé”, recordaba Angus Young, de 59 años, sobre su hermano a principios de noviembre en París. Malcolm participó ampliamente en la elaboración del disco, ya que “muchas canciones vienen de ideas que tuvimos durante los últimos años”, precisó Angus. “Tenemos la costumbre de retomar los riffs que encontramos pero que no habíamos utilizado aún. Siempre funcionamos así”.
“Esto ha sido un poco diferente sin él, pero Stevie toca con el mismo estilo. Stevie ya tocó con nosotros en 1988, llegó durante la gira” para remplazar a Malcom, que luchaba entonces contra su dependencia al alcohol, recuerda Angus Young, último miembro fundador a bordo del barco.
El grupo afronta desde principios de noviembre una nueva tormenta con la detención en Nueva Zelanda del batería Phil Rudd, de 60 años, sospechoso de intentar contratar a un asesino a sueldo para cometer dos asesinatos. Aunque estas acusaciones se abandonaron, las de posesión de drogas y amenazas de muerte se mantienen.
AC/DC dejó entrever sin embargo la semana pasada que saldría de gira en 2015, con o sin batería. Rudd entró en el grupo en 1975 antes de marcharse en 1983 por un desencuentro con Malcom Young, si bien regresó en 1994.
La banda siempre logró sobreponerse a los duros golpes, como la muerte de su cantante Bon Scott en 1980, máxime cuando Led Zeppelin, otro grupo mítico, nunca se repuso a la muerte de su batería, John Bonham, ese mismo año.
Una filosofía de vida que ilustra el título de este nuevo disco, Rock or Bust, que podría traducirse por Rock o muerte. “Sólo quiere decir: actúa o muere, dalo todo. Probablemente, este siempre ha sido el espíritu de AC/DC”, explica Angus Young, para quien la jubilación no entra por el momento en sus planes: “¡Mientras nos guste esto...!”.