“A lo largo de los últimos 30 años, Lou Reed reunió una inmensa cantidad de equipo para dar soporte a sus numerosas giras. Aunque sus guitarras, amplificadores y pertenencias más importantes seguirán en manos de Sister Ray Enterprises como parte de su archivo, hay muchas piezas y estuches de viaje para vender”, informa un anuncio publicado en el perfil oficial de Reed en Facebook.
La lista se incrementará en los próximos días, pero teclados de los modelos Kurzweil PC2X y Yamaha-80 y un preamplificador Pendulum SPS-1 se encuentran ya entre los objetos que se pondrán a subasta “en unas pocas semanas” a través de eBay y que, aseguran los responsables de la venta, “fueron usados por Lou y su banda durante las giras”.
“No pierdas la oportunidad de poseer una porción de historia de la música”, recomienda el texto del anuncio.
Lou Reed falleció reivindicado como uno de los grandes de la música, pero sus primeros días se desarrollaron en parajes mucho más marginales, alejándose conscientemente del blues que triunfaba entonces.
Como miembro de The Velvet Underground, que confundó en 1964 junto a John Cale, Sterling Morrison y Maureen Tucker, con Andy Warhol como mánager, nunca conoció el éxito, pero su legado sigue siendo considerado uno de los más influyentes de la historia del rock con discos como el seminal The Velvet Underground and Nico (1967).
Durante su etapa en solitario, que comenzó en 1970, fue reconocido como el “cronista de las miserias de la gran ciudad” con canciones como Sweet Jane, Walk on the wild side o Heroin y discos como Transformer (1972) y Berlín (1973), considerado en su momento por la crítica “el disco más depresivo de la historia”.
Los años 80 fueron para él un tipo de recuperación de sus múltiples adicciones y ya en 1996 pasó a formar parte del Salón de la Fama del Rock and Roll. Desde entonces, extendió su afán creativo a un sinfín de ramas artísticas, como poeta, guionista, actor, pintor y fotógrafo, aunque en esas facetas nunca alcanzó su talla como músico.
El 27 de octubre de 2013 falleció en su hogar de los Hamptons (este de Long Island, Nueva York) por complicaciones hepáticas, después de que en mayo fuera sometido a un trasplante de hígado en un hospital de Cleveland (Ohio).