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TORONTO, Canadá (EFE). Inicialmente, Dion no había planeado celebrar de forma especial su medio siglo de vida; de hecho, tenía pensado actuar en The Colosseum del hotel Caesars Palace de Las Vegas como lo ha hecho de forma ininterrumpida desde 2011.
Pero una operación de oído ha obligado a la artista canadiense ha tomarse un respiro de tres semanas, lo que le permitió celebrar su cumpleaños en casa con sus tres hijos, René-Charles, de 17 años de edad, y los gemelos Nelson y Eddy.
En una reciente entrevista, Dion reconoció que los cumpleaños no le vuelven loca y que prefiere estar sobre un escenario antes que en una fiesta para celebrar su aniversario. Pero la artista también reconoció que su 50 cumpleaños es un poco especial porque el cinco es su “número de la suerte”. “Así que estoy bastante entusiasmada con cumplir los 50“, añadió.
Nacida en el seno de una familia numerosa en la localidad de Charlemagne, una humilde población en las cercanías de Montreal, Dion era la más joven de 14 hermanos.
En 1973, cuando tenía cinco años de edad, Dion cantó en la boda de su hermano Michel, la primera vez que actuaba delante del público, y descubrió lo que era ser una artista.
“Cuando empecé a sentir el amor y el calor del público, me atrapó. Me dice a mí misma: ‘realmente esto es lo que quiero hacer toda mi vida. Quiero ser una cantante’”, declaró hace años en una entrevista en la televisión estadounidense.
Siete años después grabó su primera canción y a los 13 años ya tenía su primer álbum en la calle: “La voix du bon Dieu”. Para ello fue decisiva la intervención de René Angélil, un promotor musical a quien la familia Dion envió una grabación de aquella primera canción de la pequeña Céline.
Tras escucharla, Angélil quedó convencido del potencial de Céline. Tanto es así que decidió hipotecar su casa para financiar su primer álbum. De la mano de Angélil, la carrera de Dion se disparó, ganando multitud de premios y competiciones, incluido el Eurovision de 1988 donde representó a Suiza.
Pero su gran salto al escenario mundial se produjo en 1990. Tras dos años dedicada a perfeccionar su inglés (Dion se educó en una familia francófona y prácticamente aprendió inglés cuando era una adolescente), ese año publicó su primer álbum en inglés, “Unison”.
El álbum y su interpretación le abrieron las puertas del mundo anglosajón y un año después interpretó la principal canción de la película de animación de Disney “Beauty and the Beast“, que se convirtió en un éxito en el Reino Unido y Estados Unidos.
Con su carrera encarrilada a los 25 años de edad, en 1993 Dion realizó una confesión que sacudió a muchos: estaba enamorada de su promotor, el hombre que la había descubierto, Angélil, y que la doblaba en edad. Un año después, la pareja se casó en la basílica de Notre-Dame de Montreal en una ceremonia que muchos consideraron lo más cerca que la provincia de Quebec estaría de una boda real.
Desde entonces, el éxito ha seguido la trayectoria de Dion con éxitos como “My Heart Will Go On“, que se convirtió en el tema principal de la película “Titanic” en 1997; o su decisión en 2002 de asentarse en Las Vegas para convertirse en la artista que más éxito ha tenido en la capital del juego estadounidense.
Desde que tenía 12 años de edad, el único momento en el que Dion se ha retirado de forma voluntaria de los escenarios fue en 2014 cuando anunció un parón indefinido de su carrera tras anunciar el empeoramiento de la salud de su marido, enfermo de cáncer.
Angélil murió en enero de 2016. Durante el funeral, Dion realizó toda una declaración de principios: “Mi carrera fue en alguna forma su obra maestra, su canción, su sinfonía”.
“La idea de dejarla inacabada le habría causado un gran dolor. Me di cuenta que si él nos dejase, tendría que continuar sin él, por él“, añadió.
Desde la muerte de Angélil, Dion ha sido fiel a su palabra. Su carrera ha continuado, quizás más fuerte que nunca. Quienes conocen a la artista canadiense, dicen que inició una transformación para dejar de ser “dócil” y controlar más su vida desde poco antes de la desaparición de su marido. Dion ha empezado a colaborar con diseñadores de renombre, despidió a su promotor y ahora es ella la que toma las decisiones realmente importantes de su carrera.
Si en el pasado había sido asociada por algunos con la cursilería, ahora ha empezado a ser “cool“, ser venerada por los artistas más de moda hasta el punto que Drake, el artista hip-hop por excelencia de Canadá, la ha calificado de “icónica” y ha declarado que está pensando en hacerse un tatuaje con su rostro.