Esa canción de 1985, un himno contra el hambre de África, fue capaz de congregar a grandes artistas como Michael Jackson, Tina Turner, Stevie Wonder, Cyndi Lauper, Bob Dylan o Bruce Springsteen.
El baladista, autor de ese y otros grandes éxitos ('All Night Long', 'Endless Love'), con más de cien millones de discos vendidos, actuará a mediados de 2025 en varias ciudades españolas.
PREGUNTA (P): ¿Cómo surgió 'We Are The World'?
RESPUESTA (R): Fue idea de Harry Belafonte, me llamó para decirme: 'Tenemos que hacer algo por toda esa gente'. Uniendo fuerzas con Michael Jackson y Quincy Jones, conseguimos atraer a Stevie (Wonder) y decidimos que lo mejor era crear una canción.
P: ¿Cómo se pasó de eso al hito de reunir a tantos artistas?
R: Mi agente no guardó el secreto. No sabíamos cuántos artistas podríamos reclutar, pero ahí es donde se produjo la magia. De lo que estoy más orgulloso es de que conseguimos crear un himno para el mundo capaz de pasar de generación en generación. Y ahí sigue, tan popular y recaudando dinero contra el hambre.
P: Iniciativas como esa, o 'Do They Know It's Christmas?' no han vuelto a repetirse en la industria musical. ¿Es un mundo más egoísta?
R: Quincy Jones (que ejercía de productor) dejó una cosa escrita en la entrada al estudio que resume lo que ha pasado: 'Deja tu ego en la puerta'. Intenta meter ahora a 30 artistas en una habitación en secreto a hacer una canción solidaria con todas las redes sociales. Hay demasiado ruido en el mundo, un ruido que impide que la gente pueda prestar atención a una canción.
P: ¿Cree que no funcionaría?
R: Si intentáramos hacer esto de nuevo, no podríamos porque implica demasiada energía atraer la atención de la gente.
P: ¿Entonces todo el mundo se comportó bien?
R: En su mayoría (risas). Sí, todo el mundo hizo gala de sus mejores formas porque la situación intimidaba, cara a cara y listos para dar lo mejor de nosotros al momento. Así lo quiso Quincy, convencido de que sacaría lo mejor.
"Bruno Mars es como mi hijo"
P: Usted compuso la mayor parte de sus canciones completamente a solas. ¿Qué piensa de las dinámicas actuales, a veces con más de diez participantes?
R: Creo que todo se reduce a que quieren lanzar temas en un plazo de récord, cuando antes, gente como yo, podíamos tomarnos un respiro de un año y volver, porque la gente seguía esperando. Ahora todo es casi demasiado plástico, todo a 98 pulsaciones por minuto, que no se distingue cuándo acaba una canción y comienza la siguiente.
P: ¿Ve en los artistas actuales la chispa de aquella generación?
R: Bruno Mars es lo que yo considero un artista integral, porque es intérprete, compositor y productor. Sabe lo que quiere y tiene a un equipo para ello, así que no tiene por qué componer él cada tema, pero tiene un concepto en la cabeza. Eso es muy importante. Como juez en 'American Idol' (programa televisivo), busco artistas que me den eso, identidad. Todo el mundo puede cantar, por eso hay tantos karaokes.
P: ¿Y ve en Bruno Mars a un digno heredero de su legado?
R: Podría ser mi hijo (risas). Me gusta mucho cómo asume riesgos y cambia. Es, además, importante ser capaz de escuchar a tu público y no caer en el mismo surco dos veces.
P: Usted llevó muchos de sus temas a lo más alto en una época en la que los artistas negros solo podían aspirar a entrar en sus propias listas. ¿Cómo lo vivió?
R: Durante los años sesenta y setenta, había como compartimentos estancos, de r&b, blues... De repente, en los ochenta, aparecimos Michael Jackson, Prince, Stevie Wonder y yo mismo, y pusimos esa ecuación patas arriba con temas como 'Three Times a Lady' o 'Billy Jean'. Y George Michael entró en el mundo del r&b, así que ya no podías adivinar quién estaba detrás de la música, no había colores.
P: Ha pasado mucho tiempo desde su último disco con temas inéditos, 'Just Go' (2009). ¿Ha perdido interés por la composición?
R: Ha pasado mucho tiempo, pero ahora mismo ando en el estudio, así que pronto habrá noticias.