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Lo que hace WOS es, de todos modos, muy difícil de etiquetar. Si bien arrancó su carrera artística rapeando en las plazas, para luego pasar a las batallas y hacerse reconocido, al principio supo plasmar eso en sus primeras producciones. Pero con el correr del tiempo, encontró refugio en una banda que no tiene nada que envidiar a grandes grupos de rock.
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Además, lo más “rock” que un artista puede hacer en estos tiempos es tener un mensaje marcadamente social, emocional y político. WOS hace de sus letras su postulado para demostrar que no está lejando a la realidad que lo rodea tanto en su país como en el mundo entero. Y lo mejor es que ese público puede entender y disfrutar, ya que sus mensajes son transversales a todas las generaciones.
Toda esta genialidad la trajo anoche en el marco de su gira llamada “Descartable”, que nombra a su último material de estudio, en el que cosechó también grandes colaboraciones que estuvieron “presentes” ya sea a través de las pantallas y las pistas de audio.
Un repertorio completo
Esta vez WOS supo no solo mostrar en gran manera las canciones de su nuevo disco, sino que también logró homenajear a sus fanáticos desde la primera hora, con varios de sus primeros lanzamientos. De esta manera, el repertorio tocó todos los momentos de su carrera, demostrando su gran evolución tanto musical como lírica.
Habiendo pasado pocos minutos de las 21:00 el argentino salió a escena luego de que su banda empezar a calentar motores y en medio de la euforia de las miles de almas presentes. Con “Nuevas coordenadas”, “Descartable” y “7/8″ dio la patada inicial, transmitiendo toda la potencia que logra en conjunto con su grupo integrado por Matías Sainz (batería), Fran Azorai (teclados), Natasha Iurcovich (bajo) y Chipi (guitarra eléctrica).
“¡Buenas noches Paraguay! ¿Cómo estamos? ¡Gracias por recibirnos! Esto es la gira de Descartable”, dice WOS mientras el público lo aclama, entre gritos y aplausos. Él sonríe y sigue con mucho más que decir a través de sus letras, con canciones como “Morfeo”, “Okupa”, “Niño gordo flaco”, “Canguro” y “Estímulo”.
Con climas que subían y bajaban, entre canciones a veces más lentas y otras totalmente frenéticas, WOS emocionaba a ese público que también estaba conformada por familias enteras. Él volvía a agradecer y a afirmar que estaba muy contento por regresar al país, a poco más de un año de haber estado en el SND Arena.
“Arrancármelo” y “Contando ovejas” continuaron en una noche donde la vulnerabilidad a la hora de hablar de los vínculos y la soledad también se hizo presente. Y de esa casi tranquilidad introspectiva, WOS encendió todo con un tema que “tiene varios años, de los primeros” dijo para luego hacer “Andrómeda” y agradecer a los que están acompañando “desde ayer, hoy y mañana”.
Potencia a flor de piel
Luego de un pasaje intenso, en un duelo brutal de beatbox y batería, llegaron “Luz delito” y “Culpa”, esta última canción con la presencia en pantallas de Ricardo Mollo. “Caída libre” representó después un momento de pausa y reflexión, para después dar paso a la presencia virtual del Indio Solari con “Quemarás”.
“Ermitaño” sacó a relucir la distorsión de los instrumentos eléctricos y en esa línea “apareció” Dillom, para unirse desde la virtualidad para “Nuevas coordenadas”. Mientras invitaba agua a las personas de las primeras filas y presentaba a su deslumbrante banda, WOS inyectó dosis de cariño con “Alma dinamita” y “La niebla”, donde apareció también la voz de Natalia Lafourcade.
“Sur” marcaba casi el final, pues el artista empezó a despedirse, agradeciendo nuevamente al público la oportunidad por “dejarnos estar acá, haciendo lo que amamos”. Luego llegaron “Púrpura” y “Cambiando la piel”, desatando muchos más saltos, gritos y locura.
La gente no dejaría que termine, faltando otros temas que querían escuchar. Luego de la despedida y salida del escenario, la banda y WOS volvieron para complacer con “Melancolía” y “La cochería”, en tanto el argentino revoleó la remera y demostró que su disfrute es capaz de trasladarse al público, que agradeció retribuyendo todo el cariño que este artista, uno de los más importantes de esta generación, ha depositado en cada alma.
