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Hay noches que gozan de una espontaneidad que las hace únicas e irrepetibles. La de anoche, con Nahuel Pennisi en el Teatro del Hotel Guaraní tuvo ese espíritu, ya que el artista argentino no dudó en sumar a este show a varios artistas locales que fue conociendo en estos días por Asunción.
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En medio de la oscuridad del teatro, la voz de Nahuel apareció con unas vocalizaciones a la que se fueron sumando los sonidos de las cuerdas de su guitarra, a la que ejecuta de una manera muy única y propia con la que ha cautivado a grandes artistas como Joan Manuel Serrat. Casi como un manifiesto de lo que sería este primer encuentro con el público local interpretó “Yo vengo a ofrecer mi corazón”.
“Mba’éichapa Paraguay”, exclamó sentado en un banquito, para luego dar paso a la alegre “Primavera”, que el público acompañó con las palmas, y que llegó enganchada por “Mía”, otro de los temas de su álbum debut del año 2015.
“Me parece un sueño cumplido estar con ustedes hoy. Estoy empapado de su energía y emoción”, exclamó después el cantante que, a lo largo del show mantuvo una constante conexión con el público. Así invitó a la gente a corear su versión de “Hoy”, la canción de Gloria Estefan; así como más adelante pidió marcar el ritmo con las palmas a “Mundo”, una canción inspirada en el tinku boliviano.
“Es increíble el talento que hay acá. El amor por la música”, remarcó Nahuel antes de sumar al escenario al arpista Alcides Ovelar y el acordeonista Heraldo Vargas para interpretar la guarania “Recuerdos de Ypacaraí”.
Néstor Ló y Edu Martínez se sumaron también al escenario y presentaron “Mamáma”, con un Nahuel que se desenvolvió con mucha soltura con las frases en guaraní, desatando la ovación del público. El artista argentino también presentó por primera vez en vivo “La brújula”, una polca que grabó en su segundo álbum y a la que al coro del final le agregaron cantando “pa-pa-Paraguay”.
Nahuel quedó solo en el escenario para seguir ofreciendo con su guitarra, y la complicidad del público, canciones como “Por segunda vez” y “Avanzar”, esta última con la que conquistó dos Gaviotas de Plata en la competencia folclórica del Festival de Viña del Mar, en Chile. También “Ser feliz”, una canción con cierto aire de reggae.
La cantante paraguaya Meli Hicks se sumó a Nahuel para interpretar una emotiva versión de la balada “Princesa”. El artista siguió su presentación con el tango “Nada”, sobre el que lanzó un chiste al final y luego puso a cantar intensamente al público con la “Zamba para olvidar”.
Susana Zaldívar fue otra de las artistas locales invitadas por Nahuel al escenario. Juntos interpretaron una potente versión del tema “Así fue”, de Juan Gabriel, en medio de los aplausos del público.
También Purahéi Soul llegó al escenario. Las voces de Migue Narváez y Jenni Hicks se unieron a la de Nahuel para interpretar “Desapego”, en un principio un poco desbordada por la energía pero que se fue armonizando hacia la segunda mitad.
Nahuel también emocionó a los presentes con la balada “Universo paralelo”, antes de comenzar a despedirse. “No tengo palabras de agradecimiento. Les quiero desear lo mejor”, declaró. Así dio paso a “El témpano”, en la que su voz clara y potente sobresalió aún más con unos agudos notables.
La ovación de la gente no se hizo esperar y el público de pie comenzó a pedir “otra, otra”. Casi democráticamente el pedido llegó unificado con la emotiva “Oración del remanso”, una plegaria con ritmo de chamamé, que fue muy coreada por los presentes.
Sobre el final también aparecieron “Todo cambia”, con el público marcando el ritmo con las palmas, y “Ojalá”, el gran éxito de Silvio Rodríguez.
Fue sin dudas un encuentro memorable, con un artista que emociona con su voz, su calidez y su talento desbordante. Y que también nos recuerda aquella famosa frase de El Principito: “lo esencial es invisible a los ojos”.