La guarania, sin dudas, es un género que deja huellas desde su creación allá por los alrededores del año 1920, de la mano del gran José Asunción Flores. Así como él, Demetrio Ortiz fue también otro que supo destacar su inventiva en este estilo, que hasta el día de hoy sigue dejando en alto al país.
Los dos autores fueron homenajeados con este concierto, que sirvió como gran celebración al proyecto llamado “Guaranias en estudio 3″, álbum grabado por Sergio Cuquejo, la Spirit & Sound Orchestra y músicos invitados, en el emblemático estudio Abbey Road de Londres, Inglaterra.
Así, la orquesta se desplegó por todo el escenario del mítico Municipal y allí, bajo la dirección de Cuquejo también sentado al piano, empezaron a sonar “India” y “Ne rendápe aju”, en la potente voz de Pablo Simón. Más tarde ingresó Marijó Obregón quien impregnó de dulzura la nostálgica “Paraguaýpe”.
Todo el brillo de un poderoso tono trajo después Susan Zaldívar con “Arribeño resay”. Después, reconoció entre el público a su maestra Wilma Ferreira. “Es impresionante lo que vivimos en Londres con los compañeros”, señaló, para luego recordar que su maestra algo escuchó en ella, pues le dijo que su voz la llevaría por el mundo. “Se cumplió tu palabra”, le dijo desde el escenario, y la homenajeó también con “Che pykasumi”.
Luego de este segmento de obras de Flores, llegó una parte dedicada exclusivamente a don Demetrio Ortiz. Simón volvió para hacer “Recuerdos del Paraguay” y Marijó Obregón se preguntó “¿Qué será de ti?”. A ella se sumó Susan para ofrecer una delicada interpretación de “Mi canción viajera”.
Pero la noche recibiría también a voces invitadas, como la de la maravillosa Lidia González en “Junto a mí”. Esta parte siguió con “Yo te quiero mucho”, nuevamente en la ejecución de Pablo Simón, y terminó con “Recuerdo de Ypacaraí”, en una poderosa aparición de Susan.
En un apartado especial, ingresaron Esperanza Ortiz (hija de Demetrio) y Osvaldo Codas, presidenta y vicepresidente de la Fundación Demetrio Ortiz, para entregar un reconocimiento a Sergio Cuquejo por la gran labor de no solo desarrollar, sino llevar adelante y concretar este sueño.
En medio de la emoción, la música tenía que seguir, así que con este condimento especial las canciones continuaron sonando, así llegó “Tus lágrimas”, en un sentido e íntimo momento de solo voz y guitarra, con Susan Zaldívar y Fernando Garbarino.
Cuando volvió al escenario Marijó, pudo hablar un poco en medio de la emotividad y dijo que formar parte del equipo que cumplió este deseo era “un inmenso placer”. Dijo que la emocionó escuchar cómo Esperanza hablaba de su propio padre, así ella recordó al suyo. Rememoró que si bien su padre no era músico, siempre ha recibido apoyo. “Quiero decirle que grabé en el mejor estudio del mundo, la primera versión internacional en guaraní de esta canción”, expresó antes de hacer “Recuerdo de Ypacaraí” en nuestro dulce idioma.
El tenor Francesco apareció después también como invitado para “Los días calientes” y “Aurora y ocaso”, y otro invitado, Ariel Insfrán, hizo lo propio con “Bodas de plata”.
Esperanza Ortiz volvió al escenario para contar una breve historia de su padre y sus inicios en la música, destacando lo mucho que se ha esforzado por poder vivir abrazando este noble arte. Recordó cómo cuando se inició con el Trío Asunceno, formado con Ignacio Melgarejo y Digno García. Pasaron un tiempo en Concepción, específicamente en el Hotel Francés.
Sin lograr una actuación, Demetrio empezaba a ponerse pesimista, a dudar por la elección de su carrera, o porque había prometido a su madre conseguir dinero para “tenerla como una reina”. Fue en ese momento, donde “existencialista”, mirando al río toma la guitarra y comienza a tocar las notas de “Mis noches sin ti”. Era febrero de 1943.
La emblemática obra sonó así desde las voces de todos los artistas que se unieron en el escenario, para abrazar a la platea emocionada con una cálida versión. La gente no dudo en sumarse también, como un gran coro, para que la canción llegue a lo más alto, donde siempre merece estar.