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“Muy buenas noches Asunción. Esta noche les prometo que va a ser para siempre”, exclamó Patricio Sardelli al tomar el micrófono al inicio del concierto. Previamente, Airbag ya había ingresado con los “Jinetes cromados” cabalgando a puro rock con Guido Sardelli en la voz y luego dando paso a “Intoxicarme”, donde Pato entregó los primeros solos de guitarra y demostró su agilidad en el instrumento, moviéndose de un lado al otro en el escenario.
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Esto fue solamente el principio de una encendida noche, que permitió a Airbag tener un show propio en nuestro país luego de muchos años, tras haber venido el año pasado a dos festivales. “No se van a deshacer de nosotros tan fácilmente”, bromeó Pato en un momento. El mismo puso su voz a “Perdido”, una canción con un tono un tanto más de balada.
Gastón Sardelli, el mayor de los hermanos, tomó la delantera con su bajo al principio de “Vivamos el momento”, en la que Guido dejó a un lado su guitarra rítmica para dedicarse por completo a cantar este tema que fue intensamente coreado. Luego, con una guitarra electroacústica en la mano, Pato Sardelli dio paso a “Va a ser difícil olvidar”, una propuesta un poco más lenta y que el público acompañó con sus linternas encendidas.
Haciendo un llamado a los latinoamericanos mantenerse juntos “siempre, siempre, siempre”, Guido Sardelli puso su voz a “Apocalipsis confort”, una potente canción que tiñó de rojo la escena y la pantalla con imágenes de bombas, guerras y aviones, acompañado por explosivos solos de guitarra.
Tras seguir el “olé, olé, olé” del público con sus instrumentos, Airbag dio el pie a otra balada con la gente cantando a la par. “Nunca lo olvides” resonó en la voz de Pato, quien nuevamente aprovechó la ocasión para expresar su satisfacción por el reencuentro con el público de Paraguay, y después puso su voz a “Cuchillos Guantanamera”.
Sentado al piano Guido comenzó a entregar una melodía, a la que se acopló Pato ejecutando una guitarra de doble mástil para dar paso a la balada “Diez días después”. Luego elevaron el ritmo con “Noches de insomnio”, que puso a bailar y saltar a la gente con su pegadizo coro.
Tras el paso de los “Bajos instintos” en la voz de Guido, la banda presentó su balada rockera “Pensamientos” a los que el público se acopló cantando y nuevamente encendiendo luces. Pero con las máscaras de calaveras y las distorsiones de guitarra, el “Huracán” llevó todo a su paso con una energía arrolladora.
Patricio Sardelli quedó solo con su guitarra en el escenario para entregar uno de los momentos más destacados de la noche. Ya en el ReciclArte había cantado y tocado parte del coro de “Galopera”, pero esta vez se acompañó con el público para interpretar varias estrofas de la emblemática canción de Mauricio Cardozo Ocampo.
Un Frankenstein inflable gigante apareció en escena para acompañar la potente “Motor enfermo”. Luego, los tres hermanos se unieron al centro desde el escenario y con las cuerdas de sus guitarras y el bajo ofrecieron una electrizante introducción para “Cae el sol”. En el área de Plateas, el público acompañó encendiendo las luces de sus celulares y con un celofán repartido por el club de fans formaron los colores de la bandera paraguaya.
Cuatro pelotas gigantes fueron lanzadas al público y con el pulso del bajo y las guitarras hizo su aparición la sexy “Colombiana”, que dejó a varias chicas de la primera fila en topless. En algunos momentos, Patricio cambió la letra de la canción aludiendo a la paraguayas.
Sentado al piano, Pato Sardelli pasó de un tango a la clásica melodía de Para Elisa, de Beethoven. “Voy a cantar una historia y voy a necesitar que me ayuden”, exclamó y puso su voz a la emotiva “Por mil noches”. Saltando del piano cerró la canción con un notable solo de armónica y casi llegó a las lágrimas.
Tras casi dos horas de show, la banda se tomó una breve pausa y el público no paró de arengar por el retorno. Unos minutos después apareció Pato vistiendo la albirroja y entregó un hipnótico solo a puro blues, tocando su guitarra no solo con las manos sino también con la boca. Gastón cantó parte de “Have You Ever Seen The Rain”, para luego dar paso a Guido con un potente solo de batería y entre los tres hacer un guiño a “Walk This Way” y terminar con un ritmo de cumbia.
“La partida de la gitana”, uno de los primeros éxitos con el que Airbag se dio a conocer hace ya dos décadas, puso a saltar eufóricamente al público. Luego, la banda trajo el espíritu del rock and roll clásico con “Johnny B. Goode”, que la gente acompañó con las palmas arriba.
“Como un diamante” y “Kalashnikov” llegaron bien potentes sobre el cierre del show, seguidas por una despedida en la voz de Pato: “Asunción, queremos agradecerles desde el fondo de nuestro corazón por esta noche que queremos se quede para siempre”. “Solo aquí” marcó el final de este encuentro con una banda que ha tenido un crecimiento exponencial en su calidad musical en estas últimas dos décadas.
La apertura del show estuvo a cargo de la banda de rock Evas, que con la voz de Belen Pinto al frente se fue ganando lentamente los aplausos del público. Con Sofía Heyn en el octapad, Jimena Riso en la guitarra eléctrica y Magalí Benítez en los teclados la agrupación femenina entregó canciones propias como “Inmóvil” y “Balada dos”. También dedicó el show a la bajista Paula Rodríguez que no pudo participar porque se fracturó el pie.