El concierto, histórico tanto para Madonna como para esta ciudad brasileña, genera enormes expectativas tanto para los admiradores de la cantante como para la economía de Río de Janeiro.
Desde el lunes, cuando Madonna desembarcó en Río, miles de fanáticos se aglomeran en las puertas del hotel Copacabana Palace, donde se hospeda la cantante, y que se ubica frente al gigantesco escenario de 812 metros cuadrados montado para el espectáculo.
La estructura cuenta con una pasarela elevada que conecta el escenario con el hotel y que permitirá a Madonna entrar y salir sin pisar la calle.
El concierto, con el que la reina del pop pondrá fin a la gira de conmemoración de sus 40 años de carrera, ‘Celebration Tour’, será el único de la cantante de 65 años en Suramérica, por lo que ha atraído a numerosos turistas de países vecinos, ansiosos por escucharla interpretar clásicos como ‘Like a Virgin’ y ‘Vogue’.
El alcalde de Río, Eduardo da Costa Paes, afirmó en sus redes sociales que Madonna podrá superar el histórico concierto que ofrecieron los Rolling Stones en febrero de 2006 y que atrajo a 1,5 millones de personas a la playa de Copacabana.
De igual forma, ha generado gran expectativa la participación que tendrán algunos artistas brasileños, como Anitta, autora de éxitos como ‘Envolver’, ‘Downtown’ y ‘Faz Gostoso’, lanzada en 2020 en colaboración con Madonna; o Pabllo Vittar.
“Es la ‘grand finale’. Madonna merecía esta fiesta y los brasileños merecíamos esta fiesta. Es muy significativo que ella concluya su gira aquí con un concierto gratuito”, dijo a EFE Ge Correa, una admiradora de la cantante desde 1983, procedente de São Paulo y que se pasea por Río disfrazada con un vestido de novia.
“Será la realización del sueño de toda mi vida. Trabajo como drag queen porque me enamoré de la forma como Madonna hace sus espectáculos, y ahora podré verla”, dijo Victor Oliveira, que llegó a Río hace dos días procedente de la ciudad de Pelotas y también se concentra frente al Copacabana Palace.
Las calles alrededor del hotel, así como las tiendas de comercio popular en el centro de Río de Janeiro, se llenaron de productos relacionados con la cantante y a su concierto, incluyendo imitaciones de algunos de sus más famosos atuendos, camisas conmemorativas, afiches y adornos.
Según cifras oficiales citadas por la prensa, el concierto tendrá un costo de 11,8 millones de dólares, de los que Madonna se embolsará 3,3 millones.
El Gobierno regional aportó 5 millones de dólares ante la expectativa de que el evento le generará a Río 57,5 millones de dólares en ingresos.
Mientras que la ocupación de los hoteles de la ciudad llega al 85 %, en la región de Copacabana supera el 95 %; las búsquedas de pasajes aéreos para Río de Janeiro subieron un 82 % en las plataformas especializadas y las consultas de hospedajes en Airbnb saltaron un 1.000 %.
La demanda por boletos de autobús entre São Paulo y Río de Janeiro obligó a las empresas a elevar en 55 % su oferta, hasta 320 viajes en los dos días previos al concierto, y las aerolíneas también aumentaron los vuelos principalmente de otras ciudades brasileñas pero también desde Buenos Aires y Santiago.