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Así como la arcilla está predispuesta al cambio y a adquirir diferentes formas según necesidad, Lucero pensó que así también las personas pasamos por ese proceso de maleabilidad para vivir. Pero lo que más le asombró en el desarrollo de concepción de este nuevo show fue aprender que ese objeto “final” que se forma con la arcilla, ya sea un cántaro, una taza, etc. puede romperse, hacerse polvo y volver a ser algo nuevo. Así ella piensa que todos podemos aceptar que podemos cambiar, de cara a intentar ser mejores versiones.
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A este puerto llegó luego de mucho camino recorrido desde su último show “Crisálida” (noviembre 2022) y un 2023 donde lanzó el sencillo “Caparazón”, ganó el IX Premio Ibermúsicas a la Creación de Canciones, y presentó “Oda al amor desapegado” como adelanto de su álbum próximo a lanzarse.
Lucero es fiel creyente de que todo lo que hizo hasta ahora debía suceder para llegar a esta nueva instancia, ya que en cierto punto del camino recorrido pensó en “tirar la toalla”. Pero gracias a todo lo que le sucedió, se volvió a “enamorar” de lo que estaba haciendo. Esto fue el principal aprendizaje para preparar “Barro tal vez”, un evento multidisciplinar que toma su nombre de la canción escrita por Luis Alberto Spinetta y que tiene una inolvidable versión junto a Mercedes Sosa, grandes referentes para la artista paraguaya.
“Me interesa de la arcilla ese proceso que pasa antes de llegar a la quema, ese estado cuando es todavía moldeable. Podemos hacer una taza y decir: ‘no, no es esto lo que quiero que sea’, destruirla, hacer una escultura, decir: ‘no, no va por ahí otra vez’. Así pasa por un montón de cambios y puede mutar las veces que sean necesarias antes de pasar por el fuego”, comenzó detallando.
“Comparé eso con nosotras las personas, de cómo a veces ponemos la excusa de: ‘yo soy así; si no me querés así, no me quieras, no puedo cambiar, así soy’, pero nosotros podemos cambiar las veces que sea necesario también, no hay excusas, podemos ver qué podemos mejorar de nosotros, entonces la arcilla me parece un material fantástico porque puede mutar un montón de veces”, expresó.
Entonces para “Barro tal vez” nada estuvo librado al azar. Lucero hizo un taller con la ceramista Leila Buffa porque le gusta involucrarse, aprender y entender para comunicar correctamente lo que piensa. “Según lo que yo sabía, la cerámica se quedaba ahí y si se rompía ya no se podía usar, pero Leila me dice que si una pieza de arcilla se te cae y se rompe, de eso se hace un polvito, ese polvito vuelve a la arcilla y vuelve a empezar su ciclo”, dijo con admiración.
Procesos personales
La cantante, música y compositora es también consciente de que todos los procesos son únicos y muy personales y que si bien no puede hablar por todos, ella piensa que quizás la gente en general no tiene miedo al cambio sino a reconocer esas cosas que uno puede cambiar.
“Me sucedió que me costó mucho en su momento aceptar ciertas cosas sobre mí que capaz tenía que cambiar y tuve que cambiar. Fue mirar adentro y decir: ‘todas estas cosas no están tan buenas, pegaría ir mutando, mejorando’, pero no es algo fácil. Los procesos nunca son fáciles ni son lineales, entonces tenemos que estar preparados para afrontar y estar convencidos de querer hacerlo”, observó.
Llevó esto, por ejemplo, al plano del proceso de producción de su nuevo disco que lo está trabajando también con el músico paraguayo Edu Martínez. “Lo invité como productor, lo que significa dar a esa persona el derecho sobre tus canciones en el sentido de plantear opiniones y cambios, y no fue un proceso sencillo soltar el control, pero él hizo que sea más llevadero porque viene con ideas grandiosas y siempre hubo un debate súper respetuoso”, refirió.
Barro tal vez
Al momento de pensar en el nuevo show, Lucero explicó que le gusta estar presente en todos los detalles y se impregna de toda la información posible para ser coherente con sus deseos. En ese sentido, profundizó que nombrar al show “Barro tal vez”, que fue un disparador gracias a su novia, la VJ y productora Clari Lezcano, era también algo atractivo porque ese “tal vez” deja volando una incógnita.
“Es una canción demasiado especial, tiene mucha connotación en mi vida, siento que habla bien del evento y todo el concepto que quiero mostrar, porque yo estoy hablando de la maleabilidad de la arcilla y quiero que eso se vierta en lo que es la persona. Nosotros ¿somos barro también? ¿Somos arcilla? ¿Podemos ser así como la arcilla, de maleables, mutar tantas veces?”, dijo.
A partir de este elemento se fue desenvolviendo también una estética visual que pasa por la tierra, su textura y sus colores. Su aliada a la hora de entender esto es la estilista Nadys Coronel. Recordó en ese sentido que “Crisálida” fue un show donde imperó lo fantástico, un mundo etéreo que tiraba hacia los azules. “Ahora me pasa que estoy trabajando el despojo, es la tierra, lo simple, la sencillez, no tener demasiadas cosas encima. Decidimos usar todo lo más natural, desde el maquillaje, la estética del pelo. Para las fotos tenía el cuerpo lleno de barro y eso lo hicimos en el taller de Leila, mientras ella estaba ahí al lado haciendo piezas. Es todo muy mágico, pero desde otra perspectiva”, contó.
En la misma línea, adelantó como primicia que el día del evento también participarán las alfareras de Trama Colectiva. “Van a tener una participación en el show y de verdad no quiero que la gente se pierda de eso, me emociona muchísimo. También va a haber una zona de experiencias, donde la gente va a poder trabajar con la arcilla en varios formatos, que puedan tocar, sentir; y además habrá exposición de obras”.
En esta ocasión, en cuanto a lo musical Lucero actuará con una banda integrada por Gonzalo Resquín (batería y percusión), Edu Martínez (guitarra), Paula Rodríguez (bajo) y José Cabrera (clarinete).
Un trabajo artesanal
Todo este trabajo tiene aún más sentido para Lucero cuando habla de sus vivencias colectivas. Para ella, quien abraza la bandera de la independencia, no hay mayor placer que poder hacer cosas en comunidad. “No solo en mi música, sino como persona me gusta mucho hablar y llevar esa bandera de: ‘trabajemos en nosotros mismos y en comunidad’, porque la comunidad al final es lo más importante; si no tenés una comunidad, realmente no te sostenés”, reafirmó.
Expresó estar orgullosa del equipo con el que trabaja y también de ver y conocer a la gente que la escucha. “Quienes trabajan conmigo son personas que entienden hacia dónde quiero ir, combinan sus ideales con los míos, para mí esa es la comunidad. También está la comunidad de la gente a la que le llega lo que hago, que es algo que me encanta cuidar, igual todavía estoy descubriendo cómo”, dijo entre risas, afirmando que intenta entender cómo comunicar sus ideas a través de las redes sociales, sin traicionar sus ideales.
Afirmó, sin miedos, que está también pasando por un proceso personal de entender y elegir cuáles son sus lugares seguros para presentarse. “Yo quiero tocar en un lugar donde la gente vaya a conectarse, necesito esa intimidad, esa atmósfera. Me gusta crear este tipo de experiencias que obviamente me lleva meses de trabajo. Pero quiero lograr poder tocar por lo menos un par de veces más al año, porque siento que un año es mucho tiempo de no hacer nada. Me gustaría mejorar eso en mi carrera. Ese es mi ‘Barro tal vez’”, dijo con una gran sonrisa de picardía.
Con todo esto, ella lo que busca es instalar la revolución del sentir. Hablando con Edu García, quien está encargado del arte del show, llegaron a esta conclusión: “Queremos generar que la gente tenga un lugar donde ir a sentir cosas, donde pueda sentirse libre de sentir cosas, de brindarles ese espacio seguro si quieren llorar, reír. Para mí, más que cantidad de personas o venta de entradas lo que busco, y me encantaría que suceda, es que la gente pueda ir y tenga espacio para descargar o cargarse de lo que necesite, y pueda ser completamente libre de sentir lo que sea que le transmita el evento. Ese espacio creo que es algo que la gente necesita mucho”, cerró.
Las entradas anticipadas cuestan G. 80.000 y se pueden conseguir comunicándose al (0987) 277253.