Cargando...
Propuestas internacionales de Argentina, Colombia, Estados Unidos, Canadá y Reino Unido resonaron en los grandes parlantes de los escenarios del festival, conjugadas con atractivas presencias nacionales. En ese sentido, esta jornada abrió con los Per Se y su música reflexiva. Siguió el indie rock de Ciudad Mansa, el folklore pop de Purahéi Soul, la pisada funk/soul de Funk’Chula, el punk de Deficiente e incluso bandas del conservatorio School of Rock actuaron.
Lea más: El ñandutí también buscará ser reconocido como Patrimonio Cultural por la Unesco
En uno de los escenarios principales se presentó también El Culto Casero, que recordó su paso por el festival Lollapalooza de la semana pasada.
Tras esto la primera actuación internacional ya caída la noche fue la del conjunto británico Jungle, que invitó a vivir un onírico viaje con sus composiciones donde priman el soul, el funk, el R&B y la música disco. La gente, bailó, cantó y aplaudió a este grupo conformado por seis músicos alucinantes que cada tanto intercambiaban instrumentos, demostrando su facilidad para la ejecución. Sumaron a eso un carisma encantador, ya que supieron interactuar todo el tiempo, haciendo de su paso por este escenario una fiesta total.
El rapero argentino Trueno “incendió” el escenario ubicado al lado izquierdo, ante un público principalmente juvenil. El artista, que nació en el barrio La Boca, trajo toda una impronta de música popular a su estilo, celebrando sus raíces. En ese sentido, resaltó la importancia de preservar las tradiciones musicales y confirmó que con este show daba cierre a la etapa de su álbum “Bien o mal”, donde fusionó el rap con el tango, la zamba, la chacarera y el chamamé. De ese disco hizo temas como “Hoop Hoop” y “Tierra zanta”.
Pero también presentó temas de su próximo álbum, como “Tranky Funky”, “Ohh Baby”, para cerrar con el hit que lo catapultó, “Dance Crip”. En el escenario estuvo acompañado por una gran banda, como también por su padre MC Peligro e incluso invitó al rapero Acru, parte del día tres del festival.
En el escenario alternativo, al fondo los argentinos de Nafta hacían lo suyo con una propuesta de soul orgánica, que supo cómo hacer bailar y cantar a toda la gente. El grupo encabezado por Magamo, hizo temas de sus dos álbumes. Además, en un momento el vocalista expresó su sorpresa, ya que este era su debut aquí, de cómo la gente conocía todas las canciones.
Casi al mismo tiempo se daba otro debut en nuestras tierras, el de la banda estadounidense The Offspring. El grupo que aún tiene a dos de sus miembros originales: Noodles y Dexter Holland, apuntó directo a la nostalgia de toda una generación, que respondió con creces “pogueando” y cantando a los gritos temas como “Come Out And Play”, “All I Want”, “Gotta Get Away”, “The Kids Aren’t Alright”, “You’re Gonna Go Far, Kid”, y otros.
El quinteto entregó toda su energía y potencia, al mando de Noodles y Dexter, quienes tuvieron una alegre interacción con el público, expresando en todo momento lo “jodidamente hermosos” que se veían y lo fuerte que cantaban.
En el escenario alternativo volvía a sonar la música pero esta vez desde Colombia con la banda Timo, que también nos visitaba por primera vez. Si bien no había mucho público, el que estaba al frente era evidentemente fanático, pues coreó a todo pulmón temas como “Juernes”, “Me gustas”, y otros, que se caracterizan por su frescura de pop rock latino.
Más tarde llegaba al escenario principal Arcade Fire para encantar a la gente y proponer una interacción muy cercana. En su pulcra conjunción entre el rock y elementos electrónicos, el grupo entregó temas como “Reflektor”, “Age of Anxiety (Rabbit Hole)”, “The Lightning” y “The Suburbs”.
Entre intercambios de pilotos de colores de la vocalista, instrumentos, muñecos inflables y lluvia de papeles, el grupo nunca agotaba su energía. Incluso en diferentes momentos, los cantantes Win Butler y Régine Chassagne dejaron el escenario para acercarse al público, sin vallados que los dividan. Recorrieron casi todo el sector Campo VIP, saltaron y cantaron con la gente que agradeció este gesto, que coronó un show impecable e inolvidable.
La noche entraba en su recta final a puro baile. El DJ estadounidense Diplo trajo un animado set en el que mezcló canciones de Lana del Rey, Nirvana, pero también mostró su lado latino con sus mixes de “Qué calor”, del grupo Supermerk2, como también sorprendió al incluir en su set “Los ojos rojos”, de la banda nacional Kchiporros. El artista supo cómo llevar la alegría de la gente al máximo con su mezcla de el dance y los ritmos latinos.
Otra gente eligió poner punto final a esta segunda jornada también bailando pero con la fiesta Goldie Oldie, propuesta nacional de los DJs Vidal Delgado y Juan Andrés Navarro. Su invitación es básicamente a divertirse a través de temas retro, celebrando temas como “Jailhouse Rock”, “Aserejé”, “September”, y otras. Mucha gente se acercó a disfrutar y salir con estos recuerdos.