El pianista Andrés Barrios toca en Nueva York a un Lorca que suena a flamenco y a jazz

Alicia Sánchez GómezNueva York, 5 mar (EFE).- La poesía de Federico García Lorca aterrizó este martes en la Gran Manzana bajo las manos de Andrés Barrios, que fusionó en el piano las canciones populares del poeta granadino con otros estilos como el jazz, un género muy asociado a las calles de Nueva York.

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En el marco del Festival de Flamenco, que arrancó la semana pasada y durará hasta el 17 de marzo, el Instituto Cervantes de Nueva York acogió “Universo Lorca”, una recopilación de “aquellas canciones populares españolas que nos cantaban nuestros abuelos o bisabuelos y pasaban de generación en generación”, dijo a EFE Barrios.

Muchas de las canciones interpretadas eran composiciones de Lorca, como ‘La tarara’ o ‘Los cuatro muleros’, que el propio poeta grabó junto a la cantaora La Argentinita.

“La idea ahora era traer esto al siglo XXI, acordándonos de aquello que hizo Lorca pero dándole un lavado de cara, trayendo los sonidos de hoy en día que tenemos en este mundo globalizado donde hay tantas mezclas de culturas”, explicó el pianista sevillano.

En sus interpretaciones, Barrios combinó el flamenco con las rapsodias y la música clásica, pero también con ritmos árabes, indios y con sonidos que están en el ADN de Nueva York, como el jazz.

Precisamente este género musical fue uno de los aspectos de la Gran Manzana que cautivaron a Lorca durante su estancia en la ciudad, en 1929, cuando quedó fascinado por este estilo musical, presente sobre todo en el barrio de Harlem, tal y como expresa en su famoso poemario “Poeta en Nueva York”.

El flamenco también fue una fuente de inspiración en sus obras, tanto poéticas como teatrales, que mamó desde pequeño en su casa de Fuente Vaqueros (Granada), donde escuchaba el zapateo y los cantes del arte jondo que le enseñaba su abuelo Baldomero García.

Al igual que el poeta, Andrés Barrios también fue animado por su abuelo a escuchar canciones populares del flamenco, como ‘La tarara’, un poema escrito por Lorca, que trajo al escenario del Cervantes con su piano y su voz.

En esta ocasión, Barrios recordó al maestro Paco de Lucía, que grabó esta canción cuando era joven; al igual que el algecireño, reconocido por aportar un estilo propio a los palos más tradicionales del género, el de Sevilla aportó su propia visión de la obra de Lorca, que fusionó con sonidos del jazz y el R&B.

Un espectáculo sensible en homenaje al poeta de Nueva York

En otras canciones como ‘Los cuatro muleros’, también de Lorca, Barrios transmitió una profunda sensibilidad con su voz y su piano, reflejando en su rostro una profunda pasión y arrancando largos aplausos del público.

Si bien el concierto estuvo enfocado en el poeta granadino, el sevillano también introdujo algunos temas propios, como “Ishbilya” (nombre árabe de Sevilla), en la que rinde homenaje a la importante presencia de la cultura árabe en las calles de su provincia natal.

En esta interpretación estuvo acompañado por el impecable zapateo de la bailaora malagueña Ana Almagro, miembro del Ballet Nacional de España, que con su sensibilidad y su arte se ganó aplausos y gritos eufóricos de los espectadores.

“Es poco el homenaje que se le hace a Lorca”, aseguró a EFE la bailaora, que pisaba por primera vez la Gran Manzana, al igual que Barrios.

Durante el concierto, el pianista hizo referencia en varias ocasiones a Andalucía, la comunidad que vio nacer a Lorca y la que más representa el flamenco, “el vértice” de su vida.

“El flamenco es una cultura que viene de un sitio muy pequeño, Andalucía, y que cada vez está conquistando más el mundo, no sólo Nueva York. Ahora vas a países donde, sin esperarlo, hay flamenco”, aseguró el artista.

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