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Aunque cueste imaginar, el concierto que ofreció Maná anoche en La Nueva Olla es el más grande de los que brindará la banda de rock mexicana en su paso por Sudamérica con su gira “México lindo y querido”. La agrupación, que ya años atrás había llenado el Defensores del Chaco, anoche convocó a cerca de 40.000 personas en el estadio del Club Cerro Porteño.
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La agrupación empezó su show a las 22:50, en medio de un importante despliegue con animaciones en las pantallas Led y pirotecnia. Pero más allá de todos estos aditivos, lo que destaca a la banda es su calidad musical y el carisma, principalmente, de su vocalista Fher Olvera. “Manda una señal” fue la canción que abrió el show, seguida por el aire reggae de “De pies a cabeza”.
“Muy buenas noches Asunción, Paraguay ¡Qué bonita noche de viernes! ¡Qué lindo recibimiento!”, exclamó Fher y señaló que a nuestro país lo llevan siempre en el corazón. “Vamos a seguir viniendo a recibir y a dar amor. Es uno de los países más chingones”, agregó.
“Corazón espinado” llegó con un gran desafío para el guitarrista Sergio Vallín, quien a lo largo de la noche mostró su maestría con encendidos solos. “Ángel de amor” y “Labios compartidos” siguieron en el repertorio, siendo fuertemente coreadas por el público.
Del elefante al “ñoño”
Como introducción a “¿Dónde jugarán los niños?”, Fher Olvera explicó la preocupación y el trabajo que vienen haciendo con Maná “convocando al respeto de nuestro planeta tierra”. “Tenemos que seguir luchando para dejar a nuestras siguientes generaciones un planeta limpio, con aire y agua limpia”, expresó.
Durante esta canción, que da nombre a uno de los primeros álbumes del grupo, un muñeco gigante de un elefante se hizo presente en el escenario, junto a las imágenes de ríos, bosques y recursos naturales proyectadas en las pantallas.
El cantante evocó los recuerdos de una estadía en Puerto Vallarta, cuando casi sin dinero durmió en la azotea de un amigo y mientras tomaba un “ñoño” de cerveza compuso la romántica “Vivir sin aire”. En esta se lució además con un solo de armónica.
“Bendita tu luz” llegó en medio de este segmento más romántico, para luego tras una ronda de fondo blanco por parte de Fher, sobrevoló la “Mariposa traicionera”, acompañada por un “Rohayhu”. “¡Ahora, todo el mundo a bailar!”, expresó el carismático vocalista para dar paso a “Se me olvidó otra vez” y “Oye mi amor”, la cual fue enganchada con un momento reggae y la canción de Bob Marley “Get Up, Stand Up”.
Alex González ofreció un encendido y extenso solo de batería, mientras sus compañeros aprovecharon para acercarse a una tarima montada en el medio del campo. Desde allí, Fher y Sergio Vallín recordaron a su tierra natal e invitaron todos a cantar “El Rey”. “¡Qué chingón cantan aquí!”, añadió el vocalista.
El bajista Juan Calleros y el baterista se sumaron a sus compañeros en la tarima para “Te lloré todo un río”, que fue antecedida por la historia de desamor que motivó esta canción. También presentaron “Huele a tristeza”, con Fher nuevamente interpretando la armónica.
El cantante también aprovechó la ocasión para despacharse contra el reguetón. “No es una música que nos guste, aunque está buena para bailar”, dijo. Cerró además toda la posibilidad de que algún día puedan realizar una colaboración con “bugs bunny”, en clara alusión al puertorriqueño Bad Bunny.
Liz Yampey fue la joven elegida por los músicos para acompañarlos en la tarima, quien saludó al cantante con un efusivo abrazo y al grito de “Te amo”. La banda cerró su encuentro más cercano con el público interpretando “Eres mi religión”.
“Me vale” fue la principal sorpresa de la noche, con Alex González tomando el rol de vocalista y la guitarrista paraguaya Loida Liuzzi sumándose a los músicos de Maná, para luego quedar en un potente mano a mano de guitarras con Sergio Vallín en la pasarela ubicada frente al escenario. “Hay que apoyar a las bandas locales. Hay mucho talento en este país”, exclamó González al finalizar la canción.
“En el muelle de San Blas” y la encendida “Clavado en un bar” resonaron en las primeras horas de este sábado. Fher presentó a toda la banda integrada además por Héctor Quintana (percusión y coros), Juan Carlos Toribio (teclado) y Fernando “Psycho” Vallín (segunda guitarra).
Al presentar a Sergio Vallín, Fher Olvera recordó la gran amistad del músico con la paraguaya Berta Rojas, en medio de la euforia del público. “Impresionante guitarrista, una de las mejores del mundo”, exclamó el cantante.
Tras una breve pausa, el momento de cierre llegó con “Rayando el sol” y las luces de los celulares dando un espectáculo imponente dentro del estadio casi repleto. “Gracias por el amor, gracias por el cariño. Rohayhu. Mucho amor, mucha paz para su país y toda Latinoamérica”, expresó Fher cantando, mientras globos gigantes y pirotecnia marcaron el punto final del show.
La apertura estuvo a cargo del grupo nacional Paiko, que encendió al público con canciones como “Rock reggae”, “Huyendo de ti”, su versión de “Mis noches sin ti” y su clásica “Piraretá”. La banda conquistó los aplausos del público con una sólida presencia en escena y señalando la fuerte influencia que ha tenido la banda mexicana en su música.