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Tan Biónica vino por primera vez a Paraguay en 2011. En aquel primer encuentro en el Yacht, que fue recordado por Chano anoche, hubo un poco más de un centenar de personas. Casi trece años después, la cantidad de público creció de forma exponencial y la agrupación ofreció un histórico concierto que colmó la capacidad del Anfiteatro “José Asunción Flores”.
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“La última noche mágica”, como se denomina la gira de despedida de este cuarteto integrado además por Bambi, Diega y Seby, comenzó minutos después de las 21:30, mientras que entre el público ya se escuchaban algunos aplausos de expectativa. La grabación de “Seven Nation Army”, la canción de los White Stripes, dio el pistoletazo de salida y uno a uno comenzaron a desfilar por el escenario hasta tomar sus puestos.
“Hola mi vida” fue el saludo musical de presentación de la banda, con el público coreando intensamente y con los celulares en alto para captar el momento. Seguidamente llegó “Beautiful” y el primer saludo de Chano: “No puedo creer que esté pasando esto”, exclamaba sorprendido en medio de la ovación de la gente.
La “Música” siguió en el repertorio de esta fiesta, que continuó con Chano sentado al piano interpretando “Loca” y “Víctimas”, en uno de los momentos más intimistas de la noche. Con Bambi y Seby tocando la guitarra en un formato más acústico la “Lunita de Tucumán” apareció en el cielo de San Bernardino, con el público coreando intensamente las frases finales.
La energía volvió a subir con “Ella”, haciendo bailar a los corazones con una propuesta más electrónica. “¿Cómo estás amigo? ¿Cómo estás amiga? Tantos años y todos juntos acá ¡Qué linda noche!”, exclamó Chano, en una de sus tantas intervenciones en las que conquistó al público con su mezcla de carisma y vulnerabilidad.
La fiesta fue total cuando Diega, desde una pequeña consola, comenzó a mezclar el final de la animada “Vidas perfectas” en un set electrónico junto a “Hey brother”, de Avicii; en medio del éxtasis del público.
Bambi, que dedicó el concierto al compositor paraguayo Agustín Pío Barrios, asumió el rol de cantante para interpretar “Pastillas del olvido”. “Paraguay es una inspiración”, exclamó el artista, quien también se refirió a la obra de Mangoré señalando “tiene la mejor música” y luego se fundió en un intenso abrazo con su hermano Chano.
La noche mágica siguió con “Las cosas que pasan” y la emotiva “Obsesionario en La mayor”, cuyo coro se repitió varias veces con las luces de los celulares encendidos y la gente cantando a todo pulmón. “La suerte está echada” llegó con Bambi al piano y luego junto a Chano, quien tomó la guitarra, interpretaron “Claramente”.
El recuerdo de Chano de una noche en Uruguay junto a una “princesita paraguaya” llamada Ana se plasmó en la canción “La ensalada”, con el público levantando unos carteles con la inscripción “estás salvándome todos los días”.
En medio de un gran despliegue de luces, pantallas y pirotecnia, Tan Biónica siguió el show con canciones como “Ciudad mágica” y “Arruinarse”, en medio de una lluvia de papelitos y serpentinas. En esta última Diega se lució rapeando.
“Gracias por bancarme, me equivoqué muchas veces”, expresó Chano hacia el final, con el público arropándolo con sus gritos y ovaciones. “Sé que está dificil pagar la entrada. En mi país y en su país está complicado juntar la plata y valoramos muchísimo que estén acá”, exclamó. La banda cerró su presentación con “La melodía de Dios”, acompañados por un gran show de luces artificiales.
Las cosas que le sacaron la magia al show
La nota negativa del show es que la cantidad de público superó ampliamente la capacidad del Anfiteatro, sobre todo en los sectores de Césped y Plateas. En este último, la gente trajo sillas y mesas del área de cantina para pararse y observar el espectáculo, ya que hasta las escaleras de acceso estaban totalmente repletas.
Otro punto es la falta de calles alternativas para el desplazamiento del público en estos espectáculos masivos. Los vehículos demoraron hasta más de dos horas para llegar a la Avda. Guillermo Naumann, en medio del caos entre los que subían a las discotecas y los que bajaban del concierto.