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Milo J tiene solo 17 años y recién en octubre cumplirá la mayoría de edad. Por su parte, Nicki Nicole, llegará a los 24 en agosto. Sus canciones reflejan entre lo que uno pensaría que puede estar sucediendo en las cabezas de jóvenes a esa edad, pero también algunos temas se dejan llevar por un existencialismo sorprendente para tal etapa.
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Así, ambos conjugan el deseo de diversión como también las ganas de resolver dudas y pasiones. Todo esto llevaron al escenario del anfiteatro, donde tocaron ante miles que, seguramente, piensan y sienten igual que ellos.
Lo llamativo o quizás también obvio, es que el público estaba balanceado entre jóvenes de las edades de los artistas, pero también niños acompañados de sus padres que, si están bien guiados, pueden reflexionar estas letras con cuidado. Por supuesto también había gente más grande, curiosa y dispuesta a disfrutar.
En el marco del evento denominado Velvet Summer, por el nombre de la discoteca de la productora del evento, arrancó la fiesta con DJs que dejaron el ambiente prendido. El primer protagonista en aparecer fue Milo J, que si bien probablemente en Paraguay llamó la atención del público en general gracias a su trabajo con Bizarrap, lo cierto es que desde antes el chico ya viene lanzando temas. Incluso, hace poco lanzó un álbum de larga duración llamado “111″ donde justamente recorre intensas temáticas para un chico de su edad.
Así, el pequeño gran Milo solo en el escenario logró cautivar con canciones como la BZRP Music Sessions #57, “Toy en el Mic”, “Rara vez”, “No soy eterno”, “Carencia de cordura”, entre otras, por momentos demostrando su melódica voz y en otros momentos rapeando, ya sea sobre una pista de beats o con un par de músicos. La gente coreó con toda sus energías.
Más tarde llegó el turno de Nicki Nicole, quien sí ya tiene una carrera construida hace varios años más, giras internacionales en varios continentes e incluso teniendo llegada a los Estados Unidos. Por ejemplo, fue la primera argentina en actuar en el afamado programa del conductor Jimmy Fallon. También tiene una sesión del reconocido ciclo de conciertos acústicos Tiny Desk del medio NPR.
Lo de Nicki es delicado y bello. Aunque esté muy presente ese latido casi reggaetonero o trapero, ella también se atreve a coquetear con las baladas, el pop, el hip hop y el R&B ya que tiene una hermosa voz, de un amplio rango, que puede pasearse con comodidad por diferentes estilos. Además, sabe usar esa herramienta para enamorar y conectar.
Ella ya tiene tres álbumes y fue justamente desde los dos últimos: “ALMA” (2023) y “Parte de mí” (2021) donde fue demostrando que es una de las propuestas a tener en cuenta en este ámbito. Allí ella también se atreve a mostrarse vulnerable y a sacar afuera todo lo que internamente procesa, ya sea en cuanto a los vínculos o a la hora de pensar en la fama que repentinamente le hizo ser alguien público.
Con una banda y bailarines, Nicki arrasó y encantó. No solo bailó, cantó, sino que regaló sonrisas sinceras a su público. Se veía emocionada y eso, creo, es algo que no se puede impostar. Además, también compartió escenario con Milo J para hacer los temas que grabaron juntos, como “Alumbre” y “Dispara”. También sonaron temas como “Colocao”, “Plegarias”, “Wapo traketero”, entre muchos otros.
La jornada culminó con el argentino Big One, quien también fue parte de esta comitiva. Él es una de las figuras más destacadas sobre todo en el ámbito de la producción, ya que ha trabajado con artistas como María Becerra, Tini, Lit Killah, Duki, Emilia, Rusherking, Tiago PZK y FMK. En esta oportunidad presentó varias canciones como DJ, como “Los del espacio”, “Un finde”, “En la intimidad”, entre otras, para animar lo que quedaba de la noche.