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Cada 22 de diciembre se celebrará el Día del Baterista Paraguayo en homenaje al músico Nene Barreto, nacido en esa fecha en el año 1938. Fue un destacado baterista, fundador del Jazz Club Paraguayo, de Los Pussycats y formador de varias generaciones de artistas.
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Fundó también la Academia de Batería que lleva su nombre, junto a su hermano el trompetista Papi Barreto. De hacer permanecer ese legado se encargó el baterista Bernardo Martínez, quien desde hace muchos años viene buscando lograr que la fecha sea oficial.
Fue recién la semana pasada que la ley que establece al 22 de diciembre como Día del Baterista Paraguayo, mediante la Cámara de Diputados aceptó unas modificaciones introducidas por el Senado. Actualmente el documento quedó sancionado y se remitió al Poder Ejecutivo a la espera de su promulgación.
Un recuerdo que perdura
En ocasión del festejo en la Costanera de Asunción, donde se presentaron varios grupos y bateristas de todas las edades, Bernardo Martínez expresó su agradecimiento sobre todo a la gente. “Gracias a los músicos, familiares, alumnos, exalumnos, colegas, a todos los que de alguna manera vienen para apoyar esta clase de eventos”, señaló.
Habló también de su experiencia personal conociendo a los hermanos Barreto y sobre todo destacó al homenajeado. “El maestro Nene Barreto fue realmente el baterista más grande que parió el Paraguay de todos los tiempos. Nosotros los bateristas le comparamos con Manuel Ortiz Guerrero, Augusto Roa Bastos, con las más grandes celebridades que tiene el Paraguay”, afirmó.
“Las personas que le conocimos tenemos un gran cariño por él y yo personalmente que sigo su trayectoria con la Academia desde hace muchos años”, añadió.
Además, aprovechó la ocasión para homenajear a Sebastián León, a quien cariñosamente llaman Chachan, “una persona que fue de total confianza para Nene y Papi Barreto y de su madre Luisa. Una persona que fue quien cuidó exclusivamente todos los instrumentos y la batería de Nene Barreto durante más de 25 años y lo felicito por su fidelidad a los maestros”, reconoció.
A su turno habló León quien recordó haber empezado su trayectoria “como mayutero o asistente” del baterista Toti Morel. “Tuve la dicha de empezar con uno de los más grandes, con Toti Morel en Los Topos, luego me retiré y pasé a Los Tommys donde nos volvimos a encontrar. Después pasé a Los Pussycats ya con Nene”, detalló.
“Con Nene y Papi discutíamos, arreglábamos y desarreglábamos cosas, tenemos un montón de anécdotas. Más adelante conocí a Noemí Velázquez de California Super Star, al gran Riolo Alvarenga”, dijo, subrayando también la importancia de quienes siguen de cerca a los músicos asistiéndolos en preparar sus equipos y en cuidar el sonido.
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“¡Que vivan los palillos, los platos y los parches!”, exclamó, en una noche donde se disfrutó de la música de la mano de Takuakáma, de alumnos y docentes del Conservatorio de Música de Santísima Trinidad y el Conservatorio Vivir Música.
También participaron alumnos y docentes de la Academia de Batería “Nene y Papi Barreto” bajo el nombre Los Fabulosos Rockets. Ellos siriveron de orquesta estable para recibir a numerosos bateristas de todo el país. De la fiesta formaron parte además la Banda y el Ballet Folclórico Municipal.