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Salamandra, que venía de unos años aguardando compartir el esperado nuevo disco que toda banda sueña lanzar, pudo por fin materializar ese lanzamiento. Fue así que “Corazón de hierro” llegó a todas las plataformas digitales desde el 7 de octubre, siendo también el primer álbum que sale solo en formato digital.
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La primera presentación oficial fue en Ypacaraí el 16 de octubre, por supuesto dando el privilegio a la gente de la ciudad de donde el grupo es oriundo. Pero también tocó el turno a la gente de Asunción y alrededores de disfrutar de una noche donde la magia cancionera de Salamandra hizo, una vez más, de las suyas.
En un exquisito marco de emoción, en el Teatro Guaraní, que se llenó de almas expectantes por este show, fue la tan anhelada presentación. Al pasar unos minutos de las 21:00, hora pactada para el inicio, las luces se apagaron y la gente se unió en un solo grito potente e intenso.
“Lo que me gusta de ti” fue la canción encargada de disparar acordes de rock, en una noche donde la gente cantó a rabiar, como sacándose tantas ganas de ser un coro con Salamandra, esa banda que entendió cómo hacerse rápidamente favorita.
Un intercambio de energía feroz
“¡Bienvenidos a este vuelo! ¡Gracias por venir!”, dijo Javi Zacher, quien durante la noche sonrió como un niño lleno de felicidad, por compartir otro momento tan especial con sus compañeros Cachito Galeano (bajo), Rodney Cords (guitarra) y José “Batoloco” Gaona (batería).
“El avión” y “Bipolar” sonaron luego, en tanto Zacher se calzaba una guitarra acústica. “Voy”, “Corazón de hierro”, “Anillo de cristal”, también fueron incluidas en un repertorio que recorrió todos los momentos históricos de Salamandra, mientras la gente sacaba fotos, hacía videos para el registro obligado, pero además otros llevaban la mano al pecho, cantaban con los ojos cerrados y a gritos. El público se expresaba como quería y en ese momento era feliz.
“María”, “En otra vida” y “El lugar” fueron también parte de una lista de temas que llevó a las personas por diferentes estados emocionales como la melancolía, la angustia, la tristeza, pero también la esperanza, la alegría y la felicidad de compartir.
“Esta canción habla de lo bello de la amistad. A veces nos peleamos pero no hay nada que el tiempo no pueda curar”, señaló Javi cuando presentó una de las nuevas canciones: “Esas historias”. Es que al final, para tantos, Salamandra atravesó tantas historias, sobre todo de amistad como también de amor ya sea de pareja o familiar.
“2AM”, “Arrójame al infierno”, “Un pucho con mi abuelo”, “Llamada perdida”, siguieron en una noche que para este público no debía terminar nunca, porque ese ritual era sagrado en ese preciso momento. Siguieron con “Tiroteo”, “Solito”, “Disomnilan”, entre risas y chistes en complicidad desde el escenario, algo que hace que la conexión con los artistas sea aún más real.
“Veo tantas personas hermosas. Gracias por regalarnos esta felicidad. ¡Esto no es un adiós, es un hasta siempre!”, decía Javi para despedirse con “Finnito”, entre fuertes aplausos que sonaban en cascada. Los cuatro se juntaban al medio para darse un abrazo y seguir agradeciendo.
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Un grupo que cosecha lo que supo sembrar
Se dice que el éxito no se mide por los números sino por lo realmente valioso, que son los afectos, el cariño y el reconocimiento. Podemos decir que Salamandra, entonces, es realmente un grupo exitoso. Un grupo de amigos que quizás aún guarda en un cajón una foto analógica de cuando soñaban ser músicos profesionales.
Hoy en día abundan fotos de ellos de miles de conciertos. El sueño cumplido es un recuerdo constante. Se abrazan, Javi apoya la cabeza sobre el hombro de Cachito, Rondey alza los brazos y Batoloco saluda y sonríe al público. Son gestos de ternura e incredulidad, porque tantos años después tocar frente a tanta gente sigue siendo una sorpresa.
Los gritos siguen, las luces se encienden, y esas historias, amores, amistades, que creó Salamandra, también salen caminando del teatro a seguir escribiéndose.
*Fotografías gentileza de Rocío Recalde Paredes.