Cargando...
Para Loida todo empezó en su niñez, cuando su padre empezó a enseñarle canciones populares de Paraguay con la guitarra. Entre no saber bien en la adolescencia qué quería hacer y el pedido de su familia de tener un trabajo “de provecho”, ella siguió su vida.
A sus 15 años empezó a estudiar música y llegó a sus manos una guitarra eléctrica usada, porque su familia tampoco tenía recursos para costear instrumentos de precios elevados. “Pero para mí fue la mejor guitarra del mundo”, dijo. Un día, un profesor le mostró el disco “G3″ de Joe Satriani, Steve Vai y Eric Johnson. “Lo que sentí fue galáctico”, expresó sobre la escucha posterior.
Desde allí ella sintió que nació para la música. No obstante no faltaron obstáculos. El principal fue el miedo. Tal es así que se metió a la carrera de Química, por la presión de seguir una carrera universitaria. Loida se pasaba el día estudiando, hasta que un día tenía en frente la guitarra y pensó “voy a tocar un poco”. Tocó hasta quedarse dormida y al día siguiente tomó una decisión. “Ya no aguante más y le dije a mi madre que iba a ser guitarrista profesional. No importaba lo que pasara”, mencionó.
El gran viaje: “The Journey”
Decidida a construir un camino y recorrerlo con la música, Loida empezó a formarse con más ímpetu. El empeño que puso a desarrollar también un vínculo con sus seguidores a través de sus redes sociales, le abrió muchas puertas. Algo que también empezó como un juego a ella le dio grandes oportunidades.
El hasthag en Instagram “#LicksByLoi” hizo que ella empiece a demostrar al mundo sus habilidades como compositora, más allá de los covers que ya la habían hecho muy conocida y con lo que llegó incluso con un video al cantante español Alejandro Sanz.
En conversación con ABC Color, explicó que los temas del álbum ya estaban listos hace un año, pero tomó tiempo concretar el disco porque lo costeó todo sola. Tardó también en encontrar un ingeniero de sonido adecuado, hasta que dio con Gustavo Sacchetti.
Con esta producción, dijo Loida, ella buscaba “dar un toque de frescura, porque queríamos que el disco tenga espíritu rockero, pero también que tenga toquecitos de fusión, de jazz, de funk, de todo lo que fui aprendiendo, pero siempre siguiendo el mood (ánimo) de cada canción”.
Acerca de cómo lograr transmitir emociones a través de la música instrumental, explicó que cada obra está relacionada a una parte de su historia de vida. Por lo que para ella haber logrado grabar y lanzar el álbum es motivo de felicidad porque lo que podía ser un hobby es hoy una carrera.
“Yo no tengo referente de rock en Paraguay que sea mujer. Tengo de referente a Berta Rojas pero ella es del ambiente clásico. De hecho la conocí porque tomé talleres con ella”, indicó la artista sobre el deseo de ser también ella misma una inspiración, sobre todo, para otras guitarristas.
El enlace a través de las redes
Para este disco Loida cuenta con las colaboraciones de Marco Minnemann, Greg Howe, Pete Thorn, Diego Riveros, Dani Trébol y Sol Pérez.
“El cuerpo instrumental lo constituimos Brian Halaburda en teclados, Alejandro Duarte en bajo y yo en guitarra. También tuve mucha ayuda de mi maestro Daniel Trébol en varias partes de guitarra. Luego la mayoría de las baterías las grabó Diego Riveros. Luego los cuatro invitados de lujo: Marco Minnemann con quien entablamos una linda amistad a mitad del proceso y grabó la batería del tema “Make It Happen”; con la ayuda de la gente de Kiesel Custom Guitars conseguimos la colaboración del maestro Greg Howe para “Little Big Things” y “What Really Matters”, también Pete Thorn colaboró en guitarras en “Make It Happen” y mi amiga Sol Pérez que grabó la parte vocal de “It’s All About You”, detalló.
“Alejandro y Brian son como la piedra fundamental. Cuando lo conocí a Brian dije: ¡guau! Es muy talentoso y se prendió de una. Aparte está en mi misma sintonía, los gustos musicales son parecidos y es súper estudioso, dedicado y responsable, una combinación de cosas que se tienen que dar para que funcione”, expresó.
Sobre la colaboración de Greg, que fue posible gracias a la visibilidad que le dio ser parte de Kiesel Custom Guitars, lo recordó como algo “increíble”. Primero tuvo la posibilidad de mostrarle los temas para que él elija uno en el cual colaborar, pero terminó eligiendo dos. En cuanto al trabajo de Sol Pérez en el tema “It’s All About You”, dijo que fue “totalmente genial”. “Su voz tiene que estar acá, lo hicimos y quedó impresionante”, dijo.
También destacó el empuje que le dio Alejandro Duarte, quien la animó a componer. “Yo entraba en pánico cuando tenía que improvisar. Era muy buena interpretando a otros pero cuando tenía que tocar algún blues me daba miedo. No tenía esa parte del conocimiento, estaba incompleta”, refirió, para luego resaltar lo mucho que aprendió tomando clases con Pedro Martínez.
“Yo digo que todas las personas que aparecieron para aportar su granito de arena para que ‘The Journey’ sea lo que es, es porque yo supe escuchar todas las recomendaciones”, resaltó.
Lea más: “El teléfono negro”: un buen thriller de terror suburbano
Conexión mundial gracias a la música
Las redes sociales fueron para Loida uno de sus principales puentes a conectar con todo el mundo y a conseguir muchas cosas, como el apoyo de la marca de Kiesel Custom Guitars. Ella explicó que su relación con la gente se dio de forma orgánica, pero que la clave es la honestidad. “Vos tenés que comunicar lo que hacés lo mejor que puedas, lo más claro posible y lo más honesto, y todo va a llegar, sobre todo si es sobre tu historia mucha gente va a conectar”, remarcó.
Ella buscó así “trascender” a la guitarra y a lo que es la técnica. “La guitarra al final es más que eso, es el estado de ánimo, son las emociones, es saber cómo elegir los acordes, es como ser un pintor pero vos tenés todas estas opciones y todos pueden decir lo mismo, pero tiene que tener tu personalidad y eso es algo que lo hice así de a poquito, en cada tema”, explicó.
Este proceso le dio la posibilidad de abrir la mente, “saliendo un poco de lo que era el rock o el rock estándar”. Así aprendió y bebió de diferentes lenguajes como el blues, jazz, swing y groove. “Eso es algo que tratamos con Brian Halaburda, de que siempre todos los temas que tuvieran groove, que le hagan sentir bien a la gente”, dijo sobre el trabajo que hicieron con su colega.
“Tanto tiempo estuve enfocada en ser la mejor guitarrista, pero en la pandemia empecé a enseñar a gente de otros países, de otras culturas, y me dí cuenta lo lindo de compartir lo poco que sé con la gente. Ellos también querían grabar sus temas, querían aprender a improvisar, o sea eran como yo pero un año atrás, y les entiendo perfectamente. Dije: ‘voy a tratar de transmitirlo’ y así forjé una amistad con varios alumnos o ex alumnos, y ese es ‘The Journey’, es parte del camino.
“La verdad es que todo esto es una aventura que continúa. La promoción de ‘The Journey’ va a seguir pero mientras yo voy a estar grabando ya el siguiente álbum. Yo voy con todo, voy con miedo, pero voy para el frente”, dijo entre risas, porque está “segura” de que su “energía, deseo y sacrificio” van a hacer que siga conectando con más gente para viajar juntos.