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Las piezas a ser ejecutadas son: Sinfonía No.3, de Camille Saint-Saëns, el Concierto para orquesta y órgano, de Francis Poulenc, y el Adagio para cuerdas, de Samuel Barber, en esta ocasión ejecutada en órgano. En todas estas piezas se lucirá una “fusión armónica entre la orquesta y el órgano de tubos”, según adelantó el organista Miguel Ángel Santacruz.
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El músico contó que tanto el concierto como la sinfonía son parte del repertorio francés de finales del siglo XIX e inicios del XX. “Ambas piezas se caracterizan por incluir al órgano de tubos en la plantilla orquestal”, especificó.
Asimismo, profundizó que el órgano, “con su sonoridad dulce y cuasi mística entreteje frases delicadas y expresivas como también sonoridades graves y solemnes, llegando incluso a ser una suerte de segunda orquesta”.
Por otro lado mencionó que la “adaptación del afamado adagio para cuerdas de Barber fue escrita por el organista y compositor William Strickland y en esta se utilizan predominantemente los registros del órgano que imitan la sonoridad de las cuerdas como el salicional y la viola”.
Una noche emotiva
De esta manera, los músicos “serán los encargados de entregar un concierto sin igual en la música clásica en Paraguay”, añadió Santacruz, quien explicó que todo este concierto “fue concebido y patrocinado en su totalidad por el embajador Miguel Ángel Solano López Casco, fallecido hace un año”.
Detalló que el embajador “quería rendir un homenaje a los músicos paraguayos que interpretan música clásica”, pero “su pensamiento fue que mediante la interpretación de estas piezas, de una complejidad y belleza musical, pudiera elevar aún más su virtuosismo instrumental, dejando así en ellos una experiencia formativa y enriquecedora, igualándolos a los concertistas de los mejores escenarios del mundo”.
“Interpretar este repertorio significa muchísimo para nosotros como músicos, a más de la nobleza y belleza de las obras, el nivel de exigencia de las piezas a más de la distancia entre el organista (que está en el coro alto) y la orquesta, representa un verdadero desafío al momento de ensamblar toda la música”, afirmó.
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Recordemos que el órgano que actualmente posee la Catedral Metropolitana “Nuestra Señora de la Asunción” fue construido en el año 2017 por la firma organera italiana “Fratelli Pedrazzi” en la ciudad de Broni, Pavia. Inaugurado en el año 2018 en Paraguay, posee alrededor de 1600 tubos y es tres veces más grande que el de la Encarnación.
El acceso a la Catedral se hará por las entradas laterales del templo, sobre las calles Mcal. López y Comuneros.