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Con Diego Serafini, guitarrista, bajista, productor y dueño del estudio Supernova, y Julio Ayala, DJ, guitarrista y también artista de las pizzas, es como comenzó el sueño de Tribu Sónica alrededor del año 2007. Serafini venía de rockear con Gaia y Ayala de hacer lo mismo con la mítica Violent Blue.
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Ambos traían ya los pies entrenados para plantarse en la escena de la música nacional, pero aquella vez se jugarían con una propuesta diferente a lo que venían haciendo. “Cuando empezamos las primeras conversaciones con Julio la idea siempre fue mostrar algo distinto a lo que ya había por lo menos acá en en nuestro país”, expresó Serafini.
En 2010 lanzaron su primer disco homónimo donde en 14 temas hicieron notar sus influencias indie, rock, electrónica y pop. En 2016 presentaron “Gravedad”, otro material de larga duración con 12 canciones originales.
Hasta hoy mucha agua ha corrido bajo el puente. Voces como las de Marcela Lezcano, Marijó Obregón y Leda Sautú han cantado las canciones de esta tribu, pero es hoy cuando la banda se encuentra más sólida que nunca con la energía y actitud de Belén Pinto en la voz, Andrea Domínguez en el bajo y Wilson Santos en la batería.
A tantos años del comienzo oficial de su travesía llega “Deja Vu”, un EP de cinco canciones que será presentado hoy en concierto. En octubre del año lanzaron el primer corte, “Puedo irme”, en el cual ya se percibía una nueva búsqueda sonora hacia el indie pop o el pop rock.
Al respecto, Serafini explicó que el proceso fue entre orgánico y un poco queriendo explorar un nuevo camino desde que entró Belén. “Hubo una búsqueda, no específica, pero sí de encontrar una metodología y de encontrar lo que nos gustaba hacer juntos con esta nueva formación y eso fue ocurriendo solo”, explicó Diego.
Por su parte Belén detalló que entró además de con ganas, con una curiosidad insaciable. “Para mí fue adaptarme a todo lo que ellos ya traían y conocerles. Saber qué escuchaban, qué les gustaba, qué pretendían, qué esperaban de mí. Y fui aprendiendo, fuimos conociéndonos para armar como una comunidad y que salga lo que a nosotros nos nazca. Fue un proceso largo pero lindo”, afirmó la cantante.
Otro desafío para Belén fue tomar la posta cantante y dotar a las canciones ya existentes con su personalidad e impronta. “Me costó mucho encontrar mi voz y mi lugar. Yo admiro mucho a todas las chicas que estuvieron antes pero sí, es como un trabajo extra marcar mi propio paso”, declaró.
Al respecto, Serafini recordó que Ayala en un momento le dijo a Belén que cante las canciones como si fueran de ella. “Y yo dije claro, eso es lo que tiene que hacer para encontrar su camino con nosotros, y eso fue lo que hizo y súper bien, porque yo creo que tanto las canciones nuevas que Belén está cantando son muy ella, así como la forma de cantar las letras anteriores, porque es la letra lo que uno tiene que interpretar en una canción que ya está compuesta”, planteó.
Un nuevo camino sonoro
“Hay de todo en estas cinco canciones, los temas son bastante variados”, dijo Belén, afirmando que quizás “Puedo irme” sea la que más hable de una relación interpersonal. “Las otras hablan más sobre el concepto del tiempo, de revivir cosas, del presente, el pasado y el futuro”, indicó. Mientras que Diego agregó que las letras también pueden ser representaciones de muchas cosas.
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A la hora de pensar en la producción musical, Diego dejó todo en manos de la visión y los oídos de Mauri Román, productor y baterista de Villagrán Bolaños. “Contrariamente a lo que pueda pensar la gente, cuando trabajo con mi banda -y me pasó con Gaia y con Tribu Sónica- siempre quise que haya una persona que no sea yo la que tome las decisiones finales sobre las canciones o sobre un material, porque eso refresca, es sano para la música”, explicó.
Al respecto de su elección, afirmó que Mauri Román “tiene un sonido muy característico en sus producciones y lo que él hace era lo que a Tribu Sónica le iba a venir bien”. Además, subrayó que el productor “le dio a las canciones la cara que estábamos buscando y que a lo mejor no estábamos encontrando”.
La actualidad musical
Esta vez Tribu Sónica apuesta a un EP de cinco canciones, un material más corto en comparación a los anteriores. Al respecto Serafini dijo ser amante de los LP siendo “de la generación del disco, de la era de llamar a la radio a preguntar de quién era una canción que estaba sonando y nos gustaba, e ir a la disquería e investigar”.
Pero a hoy todo cambió. “Yo entiendo la tendencia actual de que todo tiene que ser más rápido, entonces creo que fue un término medio lo que hicimos con Tribu Sónica, pero pasó naturalmente porque esas cinco canciones fueron las que hicimos con Mauri y encontramos que tenían la misma impronta”, adujo. Había un puñado de canciones más pero “eran demasiado distintas entre ellas”.
Una tribu colaborativa
“Lo de trabajar en grupo viene desde siempre. Si bien para el primer disco fue Julio el que me llamó y ya tenía muchísimas ideas, para el segundo es como que distribuimos todo un poco más. Pero siempre hubo colaboración, nunca fue una dictadura de decir: yo hago las letras, él la música. Yo soy una persona que necesita trabajar en equipo, no sé trabajar solo”, reconoció Diego sobre sus proceso.
A su vez, Belén confirmó que para ella fue “aprender a aprender tanto la forma en que ellos hacían las canciones y después mi forma de hacerlas también, porque yo venía haciendo canciones con Evas, pero es otro proceso”, sostuvo.
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La cantante afirmó que le gusta mucho lo que sucede con Tribu Sónica, pues de no conocerse nada y de ser de generaciones completamente diferentes y de escuchar cosas muy distintas, se encuentran en un punto. Hay “un equilibrio y un punto medio en el que todos nos sentimos cómodos y donde nos conectamos para poder crear; todos aportamos y buscamos todos juntos lo que queremos que suene, eso a mí me encanta porque necesito de la banda, que estén tocando o algo así, porque tampoco sé hacerlo sola y este proceso así de creativo-colectivo para mí es como mi escuela, es la forma en la que estoy aprendiendo a y hacer está bueno”, resaltó la artista.
En ese sentido, Serafini sumó que es importante cómo todos tratan de comprenderse y entender lo que está haciendo el otro instrumento. “Hay un tema que no entró en el disco en el que yo tocaba el bajo con el sintetizador y Andrea tocaba la la guitarra; Belén también sabe tocar bajo, guitarra y un poco de teclado, entonces a veces ella agarraba el bajo y cantaba, o de repente Wil suele agarrar mucho el teclado”, contó sobre sus procesos.
En dicho marco reiteró que se sienten apoyados entre todos. “Por más de que no sea nuestro instrumento podemos decirnos las cosas sin que nadie se enoje y eso es muy importante. Es como una relación muy sana y todo eso te da la democracia y que el saber escucharlo al otro. Entonces yo tener también la posibilidad de poder mostrar cómo decir algo con quizás un instrumento que no es mi instrumento principal es como también abrirse al otro”, comparó.
Amor al proyecto
Diego Serafini confirmó que le gusta todo tipo de música y que Tribu Sónica tiene un sonido con el que siempre se identificó. Es por eso que para Julio y él este proyecto ha continuado a pesar de haber enfrentado altibajos propios de una banda conformada por seres humanos.
Un punto altísimo en su haber fue el haber teloneado a la banda británica The Cure en 2013. Pero detrás de escena la banda sufría un quiebre que marcaría el fin de tener a Marcela como vocalista, tras una pelea minutos antes de salir a escena. Pero por la convicción y el amor al proyecto esta Tribu sigue con más ganas y sumando años a su vigencia.
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“Son cosas que pasaron porque tenían que pasar”, dijo Diego, a lo que Belén añadió que “si eso no hubiese pasado hoy yo no hubiese estado”. “Van a ser como tres años que estamos juntos y tenemos más canciones que conciertos juntos”, bromeó la cantante, pero afirmó que también es sano “aprender a vivir con eso porque si te vas a frustrar cada vez que no sale algo, no vas a hacer nada”.
Por lo que para ella el éxito es “poder transmitir algo y que la gente sienta eso y que de alguna manera vuelva a mí en forma de energía”. Mientras que para Serafini el éxito se relaciona a “que la gente se sienta identificada con las canciones”.
“El éxito no significa dinero, ni ser famoso, como mucha gente piensa, sino que el éxito es hacer lo que a vos te inspira, lo que te llena, lo que es la profesión que viniste a hacer en este planeta, eso es. Una satisfacción personal”, reflexionó.