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Conciertos como este, del pasado viernes 4, son difíciles de borrar de la memoria, porque las sensaciones se quedan en uno por los días siguientes y quizás para siempre, al ser una marca indeleble de un día en que tanta gente se dio cita para compartir música, buenas energías, amor y sobre todo el canto de letras conscientes al son de mucho ritmo.
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Así fue el concierto de Cráneo y Lasser, dos raperos españoles que surfean con sus rimas en las olas del lo-fi, un género que transmite tranquilidad, que deja a uno “relax” y que en su lírica pregona el amor entre seres humanos, incentiva al autoconocimiento y además motiva a la diversión, la libertad y el vivir sin miedo.
Esta dupla viene ya hace mucho tiempo caminando en el trayecto de buscar vivir de la música y sí que lo han logrado. Son parte de una escena musical en España cada vez más creciente, tanto es así que en esta gira recorrieron y siguen recorriendo numerosos países.
Pero para ellos esta fue la primera vez que llegaron a Paraguay, tras un intento frustrado el año pasado a causa de los altos números de contagios de covid-19 y las fuertes restricciones. Pero así como todo lo bueno se hace esperar, el recital del viernes fue un exceso del amor que tenía la gente que los estaba esperando.
Para quien quizás no siga mucho a esta movida del rap español esto podría ser una sorpresa, pero para los propios esta era una confirmación de que todos estaban de acuerdo: Cráneo y Lasser vendrían para plantar su bandera y hacer pasar bien a la gente.
Altas dosis de amor
El concierto, organizado de forma independiente e impecable por las marcas 840 Clothes y Koggi, cuidó al máximo todos los detalles: tiempo, seguridad, sonido, para que, sin dudas, esta fiesta sea inolvidable.
La apertura musical estuvo a cargo de BHS, quien puso los primeros beats para los que empezaban a llegar, tras formar una fila que tomaba toda una cuadra, gran muestra de que este estilo va teniendo un arrastre creciente y es más que un nicho que debe ser más tenido en cuenta. Es toda una movida cultural.
El primer show estuvo a cargo de Undress Cinco-Mil que ofreció una propuesta dentro de la estética del género protagonista de la noche.
El show de Cráneo y Lasser estaba anunciado para la medianoche, y solo pasaron unos minutos de ese tiempo pactado cuando irrumpieron en escena y los gritos de emoción no se hicieron esperar. Las primeras notas de “Take it easy”, su consejo de vida de tomarse todo con calma, empezaron a sonar y la gente estalló y recibió a la dupla con las manos en alto.
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Con una mochila conteniendo una cámara con la que más adelante filmarían al público de recuerdo, y una mini tabla de skate, ingresaron al escenario. Eso lo dejaron en un sofá que ornamentaba el escenario, rodeado de plantas, dotando a la escenografía de un clima cálido, relajado e íntimo.
“¡Tremenda party! ¡No sabíamos que aquí nos esperaba tanta gente!”, expresaron tras hacer “Mármol” y “A volar”. La gente, visiblemente entusiasmada, respondía con gritos y cumplía cantando a coro todas las canciones.
Siguieron otros temas como “Tesoro”, “El zombie”, “Danger” y “Rubik”, y una exclamación de: “¡Esto está siendo muy bonito! Hoy se respira amorcito ¿no? El amor es una droga”, a cargo de Cráneo.
La gente, visiblemente feliz, sonreía y aplaudía ante esta conexión tan genuina con los artistas, en tanto disfrutaban de estos temas cargados de la nostalgia que desprendían los sonidos analógicos entregados por su DJ Gonzo.
En esa mezcla de tranquilidad, con ciertas notas de jazz atravesando este lo-fi, llegaron “Panteras”, “Suerte” y “Polen”, resonando por todo lo alto y atravesando el cielo.
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Eso dio lugar a un momento hilarante cuando Lasser invitó a Cráneo a que estrene un tema suyo. “Es muy nueva y no me la sé bien”, le dijo entre risas, pero le dijo que si lograba una vuelta con un skate para los dedos, lo haría. Arengado por el público, Lasser logró el “flip” con su “fingerboard” y Cráneo presentó su tema inédito.
“Bumping”, “Fly chill” y “Bahía” marcaban la recta final y despedida. La dupla bajó del escenario pero la gente, aún sedienta de lo-fi y de cantar al unísono con sus artistas, exigió al menos una más. “Bien guay” fue el tema elegido para poner broche de oro al concierto y para confirmar que el “estoy viviendo como soñaba”, que afirma esa canción, certifica el sueño hecho realidad de Cráneo y Lasser, esta vez extendido en amor hacia Paraguay.
Terminado el show siguió la fiesta con música en ese estado relajado, de la mano de Walter Riffler, como para empezar a digerir el alto vuelo que cobró este evento y aterrizar con los más hermosos recuerdos.